VALÈNCIA. Impedir la proliferación de apartamentos turísticos y reforzar el comercio local en el casco urbano. Bajo esta doble premisa, el Ayuntamiento de Quart de Poblet ha modificado su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), una propuesta que ya cuenta con el informe ambiental favorable de la Generalitat Valenciana y que se encuentra en fase de información pública.
En concreto, el cambio de la normativa afecta al suelo residencial de tres ámbitos del municipio; entre ellos, el Núcleo Histórico, Ampliación del Núcleo y l'Eixample, así como a una pequeña parcela situada en el área "Refracta". En todos estos casos, se restringe el uso de "apartamentos en régimen de explotación hotelera", una figura que, según el consistorio, está relacionada con fenómenos de gentrificación y expulsión de la población residente.
"La reciente restricción de estos usos en València ha desplazado la presión al área metropolitana. Quart de Poblet no pretende albergar este uso al servicio de la capital por los efectos negativos que ha generado en la misma", advierte la memoria justificativa del proyecto. Por ese motivo, añade el documento, "con la presente modificación puntual pretendemos adelantarnos a un problema venidero dándole solución desde el minuto cero: no permitiéndolo".
De esta forma, el municipio de l'Horta Sud se anticipa a un escenario de transformación urbana que ya ha generado tensiones en otros núcleos cercanos al Cap i Casal. Además del veto a la construcción de apartamentos turísticos en plantas bajas, la modificación plantea una reordenación de usos en la edificación.

- Imagen de archivo del municipio de Quart de Poblet. - Foto: METROVACESA
En primer lugar, se flexibiliza la convivencia entre residencias y actividades terciarias, sobre todo, en las calles que poseen un menor valor comercial. La intención, según figura en el proyecto, es crear "ejes urbanos más dinámicos y atractivos", de forma que se evite que las viviendas o los comercios queden aislados por restricciones técnicas desfasadas.
El documento toma como referencia el Estudio de la Zona Comercial Santa Cecilia (2022), que identifica las principales arterias comerciales del municipio. A partir de ahora, no se permitirán nuevos usos residenciales en planta baja, reservando estos espacios para actividades económicas que fomenten el tránsito peatonal y la vida urbana.
Un modelo de ciudad más viva
El consistorio defiende que esta reorganización contribuye a un modelo de ciudad "transitada y amable", más inclusiva y segura, en la línea del llamado urbanismo de género. "La colindancia de usos comerciales y residenciales genera calles vivas, que propician el encuentro ciudadano y son más seguras para personas de todas las edades, desde niños a mayores", señala el informe de impacto de género incluido en la propuesta.
El equipo redactor recuerda que las soluciones constructivas actuales permiten compatibilizar ambos usos -como una peluquería junto a una vivienda en la misma planta-, sin que disminuya la calidad de la habitabilidad ni la seguridad.
Durante el proceso de exposición pública de la evaluación ambiental, se recibió una única alegación, en la que una vecina solicitaba convertir en vivienda el local comercial de su madre discapacitada en la calle Primero de Mayo. La petición fue desestimada por el consistorio al considerar que permitir una excepción supondría una "reserva de dispensación", prohibida por la legislación urbanística vigente.