Comunitat Valenciana

Dos años de legislatura y siete meses de calvario

La séptima manifestación bajo el lema 'Mazón dimisión' evidencia que la presión de la calle, aunque ha descendido desde las primeras protestas, sigue presente en un momento clave debido a la intención de Génova de afrontar el relevo del presidente

  • Séptima manifestación por la gestión de la Dana.
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VALÈNCIA. Las calles del centro de València congregaron este jueves 29 de abril a unas 15.000 personas -según Delegación del Gobierno- bajo el lema 'Mazón dimisión' en la séptima protesta por la gestión del Consell durante la Dana ocurrida hace siete meses, que dejó 228 víctimas mortales y cuantiosos daños materiales en la provincia.

Una manifestación que coincide con los dos años transcurridos desde las elecciones de 2023, lo que supone el ecuador de la legislatura para el actual ejecutivo encabezado por el líder del PPCV, Carlos Mazón, que consiguió este mismo miércoles aprobar los presupuestos de la Generalitat después de alcanzar un acuerdo con Vox tras una larga y compleja negociación.

Así, el mandato del jefe del Consell se divide hasta ahora en dos etapas dispares y alejadas con una elemento de separación evidente: el antes y después de la citada tragedia. Los primeros 15 meses de Mazón al frente de la Generalitat fueron tranquilos para el dirigente popular, que selló rápidamente un pacto de gobierno con Vox, cumplió con algunas de sus promesas electorales como el recortes de asesores o el descenso de algunos impuestos, estableció una estrategia de reivindicación, victimismo y contragolpe frente del Gobierno de España de Pedro Sánchez y buscó incrementar su visibilidad con audaces tácticas en las redes sociales.

Por el contrario, los últimos siete meses se han convertido un calvario para el jefe del Consell. Más allá de las dificultades de gestionar la titánica tarea de reconstrucción de la Dana, ha tenido problemas para encabezar actos públicos -en Fallas sólo se dejó ver en la Cremà, acudió fugazmente a La Magdalena de Castelló y renunció a la Romería de la Santa Faz de Alicante- debido a los abucheos en la calle, ha sufrido la presión de los medios de comunicación nacionales, la falta de sintonía con las asociaciones de víctimas, y un cada vez más pronunciado abandono por parte de la dirección nacional de su partido.

Así, la situación política de Mazón se define por lo que ha ocurrido en manifestaciones como la de este jueves. Las pancartas y cánticos reflejan que, para muchos, el presidente debe marcharse por su papel el día de la catástrofe: no modificó su agenda, comió con la periodista Maribel Vilaplana en El Ventorro y llegó a las 20.28 horas al Cecopi, sin que la versión oficial de que estuvo trabajando y pendiente de la evolución de la Dana desde las 18 horas en el Palau haya resultado creíble para una parte importante de la opinión pública.

Más allá de la defensa esgrimida desde el Gobierno valenciano respecto a la falta de información por parte de las instituciones estatales como la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), hasta el momento la percepción general parece señalar que, al margen de que la competencia sobre Protección Civil y Emergencias recayera sobre la Generalitat, Mazón falló en el día clave o, al menos, no estuvo donde tenía que estar. Una sensación que este martes apuntalaba una encuesta de Levante-EMV, que reflejaba que ocho de cada diez valencianos opinan que el presidente de la Generalitat debería dimitir. 

  • El síndic de Vox, José María Llanos, y el president de la Generalitat, Carlos Mazón, tras la aprobación. Foto: JOSÉ CUÉLLAR/CORTS

Mazón, en este tiempo, ha tratado de resistir, trabajar en la reconstrucción y superar el momento crítico hasta que descendiera la inflamación. Es cierto que las manifestaciones en la calle pidiendo su dimisión ya no son tan multitudinarias como al principio (si en las primeras la asistencia se situaba en unas 100.000 personas, las últimas protestas han congregado en torno a 15.000), pero continúa siendo informativamente relevante el goteo de este tipo de concentraciones siete meses después de la tragedia. Esta posición de debilidad sostenida se ha agravado con la decisión de Génova para, tal y como informó este diario, estudiar el relevo de Mazón antes de septiembre.

¿Y qué viene ahora? En el Palau, el presidente y su entorno más cercano apuntala la posición esgrimiendo la aprobación de presupuestos en el plano político y buscando la sintonía de las estructuras provinciales en el ámbito orgánico. En Génova estudian las posibilidades para acometer un relevo, más pronto que tarde, antes de septiembre, pero las circunstancias son complejas: son necesarios los votos de Vox en Les Corts; habría que elegir un sucesor entre los diputados de Les Corts; el propio Mazón tendría que ceder y, además, que la operación incluyera no perder el aforamiento -ante la posibilidad de ser llamado por la jueza de Catarroja que instruye la causa de la Dana-, lo que pasaría por mantener el escaño en Les Corts -algo incómodo- o ser designado senador territorial. Un escenario complejo por el que el presidente de la Generalitat aspira a ganar el suficiente tiempo para reconducir la situación.

"No tenemos paz"

No obstante, jornadas como la de este jueves continúan socavando los planes de resistencia del jefe del Consell. "No avisó, no previno y no se anticipó. No tenemos paz", señalaron representantes de las asociaciones de víctimas antes de arrancar la marcha, que coincidía además con la huelga general convocada por los sindicatos Intersindical, CNT, CGT y COS siete meses después de la tragedia..

Detrás de la convocatoria había más de 200 entidades cívicas, sociales y sindicales, junto con asociaciones de víctimas de la dana, los comités locales de emergencia y la reconstrucción y el Acord Social Valencià. La de este jueves se convertía en la séptima movilización después de que se suspendiese la prevista en abril debido al apagón. La manifestación salió pasadas las 19.00 horas de la plaza del Ayuntamiento de València entre aplausos, encabezada por las asociaciones de víctimas, tras una pancarta de 'Mazón Dimissió', y entre gritos de 'el president a Picassent' y 'Mazón dimissió'.

  • Foto: EDUARDO MANZANA

Las asociaciones de víctimas tomaron la palabra antes del inicio de la marcha. En declaraciones a los medios, la presidenta de la Asociación Víctimas Mortales DANA 29-O, Rosa Álvarez, acusó a Mazón de estar "de ocupa" en la presidencia y le instó a abandonar un puesto que, a su juicio, "tendría que haber dejado el 30 de octubre". "Nuestros familiares murieron porque él no avisó, porque él no previno, porque él no se anticipó a lo que todos sabían que venía. Exigimos que deje ese sitio y que lo ocupe otra persona, aunque sea de su mismo partido", reclamó.

Por su parte, desde la Associació de Víctimes de DANA 29 octubre, Mariló Gradolí, reprochó que siete meses después no saben "qué hizo" Mazón el 29O y le ha acusado de "seguir mintiendo". "Hay gente que nos levantamos y no hay día bueno después de siete meses, porque no tenemos paz y porque no nos ha llegado todavía la justicia", lamentó.

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