VALÈNCIA. El coste de la primera gran obra hidráulica para mejorar la protección frente a inundaciones en la 'zona cero' de la Dana se ha disparado. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha recalculado la inversión necesaria para llevar a cabo la actuación del encauzamiento del barranco de La Saleta, el proyecto más avanzado del Plan de obras del Gobierno central y que prevé licitarse el año que viene. En concreto, se elevará hasta los 125 millones de euros.

Así lo explicó este lunes el jefe del Área de la Dirección Técnica de la CHJ, Ignacio Valero, en una jornada sobre la reconstrucción tras la Dana celebrada en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de la UPV, que con la presdencia de varios representantes del organismo de cuenca, entre ellos el presidente, Miguel Polo, abordó las obras ejecutadas y pendientes del Gobierno central a través del Ministerio de Transición Ecológica tanto para la reconstrucción de infraestructuras hidráulicas tras la Dana como para la mejora de la resiliencia y protección frente a inundaciones de cara al futuro. Y aquí destaca precisamente el proyecto de La Saleta por ser el que más avanzado se encuentra.

El proyecto, explicó Valero, ha sufrido una revisión que, tras la última fase de alegaciones, dispara su presupuesto hasta los 125 millones de euros, casi un 25% más de lo previsto inicialmente. Hasta ahora, las cifras que había ofrecido la Confederación Hidrográfica rondaban los 90 millones de euros pero, según dijo Valero, el incremento se debe a la incorporación de medidas adicionales de seguridad y al aumento del coste de los materiales. Por su parte, en paralelo se sacará la permeabilización de la V-30, en coordinación con la Demarcación de Carreteras del Estado, tiene un presupuesto de 10 millones. La previsión es que el proyecto quede aprobado técnicamente en el primer trimestre de 2026, de modo que la licitación podría llegar apenas “uno o dos meses después” de ese hito.

Es, ciertamente, una de las 14 obras previstas en el conocido como 'Plan para la mejora de la resiliencia frente a las inundaciones del territorio afectado' impulsado por el Ejecutivo, y que incluye también cinco actuaciones en el Bajo Júcar. Tanto la mejora hidráulica de la confluencia del barranco Casella-Barxeta (un millón de euros) como la restauración y adecuación ambiental de los barrancos de Barxeta y de Princeps (tres millones) y el nuevo cauce de alivio del barranco de Barxeta hasta el río Júcar (5,5 millones) prevén licitarse a principios de año. También se contempla una segunda fase del encauzamiento de la Barxeta (9 millones) y la adaptación a la inundabilidad en el barranco de La Casella (29 millones), obra esta última que prevé licitarse en el segundo trimestre.

Esos son los proyectos más inminentes en materia de cauces y barrancos, pues hay que recordar que hay muchos más que todavía con plazos desconocidos como el encauzamiento del barranco del Poyo y su conexión con el Túria, la reforestación y restauración hidrológico-forestal tanto en la cuenca del barranco del Poyo como en el barranco de La Saleta, incluyendo zonas de laminación; o el acondicionamiento y mejora de capacidad del río Magro. Eso sí, Valero recordó que la futura presa de Montesa, presupuestada en 120 millones, prevé cerrar su proyecto el próximo año, y que se trabaja también en la mejora del drenaje del embalse de Bellús, coordinada con Adif, alcanza una inversión de 20,7 millones.

Antes de la jornada, el director técnico de la CHJ, Manuel Torán, explicó que algunos proyectos se han tenido que adaptar tras la Dana, como el desvío del barranco de la Saleta, y hay algunos que "no se habían contemplado en el pasado". Preguntado por si, a pesar de todas estas actuaciones, las consecuencias de una dana serían las mismas, insistió en que no comparte esta visión porque "en todas las zonas donde se está actuando se ha modelizado el terreno para ver las consecuencias de una lluvia y una avenida torrencial", con el objetivo de "reducir al máximo la afección". Por lo que se mostró "convencido" de que se podrá reducir "mucho" el riesgo de inundación en las zonas donde se ha podido actuar, mientras ha recordado que hay otras áreas urbanas que están "más constreñidas" y en las que se intenta "minimizar esa posibilidad".

"Son obras que normalmente podrían llegar a costar cerca de diez años, pero la idea que tenemos es que en 2030 esté prácticamente todo en ejecución", indicó por su parte el asesor de la presidencia del organismo estatal, Teodoro Estrela, quien preguntado sobre las exigencias de Vox al nuevo president de la Generalitat, Juanfran Pérez Llorca, de comprometerse a exigir más presas y obras hidráulicas , remarcó que estas actuaciones "no se pueden improvisar" y deben estar "dentro de una planificación coherente".

Las obras de emergencia, al 60%

Las obras emprendidas justo después de la Dana para reconstruir todas las infraestructuras afectadas por la riada se encuentran, por su parte, avanzadas, pero un año después buena parte de ellas siguen en marcha. De hecho, la CHJ prevé que la mayoría de las 17 obras de emergencia tras la dana estén finalizadas en junio de 2026. Se trata de actuaciones por valor de 220 millones de euros, y que cuenta ahora con una ejecución que actualmente ronda entre el 60 o el 70%.

Están "más adelantadas" las obras sobre infraestructuras como el canal Júcar-Turia, la presa de Forata o el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), mientras las actuaciones para restaurar la funcionalidad del cauce van "un poco más retrasadas". No obstante, el director técnico aseguró que hay "unas circunstancias muy buenas" para acabar en junio las obras de emergencia "al 90 y muchos por ciento" del total. Estas actuaciones consisten en restaurar cauces y reponer infraestructuras hidráulicas, tanto de abastecimiento como de regadío, junto a otras actuaciones de protección como motas al paso del río Magro.