VALÈNCIA. Por el barranco de la Saleta entró el agua que anegó el término municipal de Aldaia y alcanzó Xirivella durante la tarde del 29 de octubre de 2024. No fue una crecida puntual, sino la repetición de un problema que se arrastra desde hace décadas. El cauce, cuyo trazado se ha visto interrumpido por la construcción de infraestructuras y viviendas, dejó de cumplir su función natural y agravó los daños de la Dana sobre los municipios de la zona.
No obstante, el fatídico episodio de lluvias ha propiciado la reactivación de un proyecto encallado durante años en los despachos de Madrid: el acondicionamiento de la Saleta. En concreto, la actuación pretende reconducir las avenidas del barranco hacia el nuevo cauce del río Turia, eliminando uno de los "puntos negros" de inundación en la comarca de l'Horta Sud.
El Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) ha sometido a información pública el plan de encauzamiento y ampliación de este barranco, que requerirá expropiar 160.000 metros cuadrados entre València, Xirivella y Aldaia. La ocupación de terrenos se distribuye de forma desigual. El Cap i Casal concentra 92.014 metros cuadrados, ubicados junto a la depuradora metropolitana Quart-Benàger y la V-30. Xirivella aporta 65.378 metros cuadrados, en su mayoría suelos agrícolas entre el camino del Molino de la Campaneta y la ronda de Alaquàs.

- Inicio del suelo expropiado por la CHJ para el proyecto de la Saleta. -
- Foto: MITECO
Aldaia, municipio que acoge el paso de la Saleta, suma 2.031 metros cuadrados en el entorno del acceso al centro comercial Bonaire y la avenida Ovidi Montllor. Por su parte, en Picanya también se expropiarán 171 metros cuadrados, una pequeña superficie de terreno que se justifica por la continuidad hidráulica con el Turia. Al margen de las cifras, el proyecto ocupa terrenos de distinta naturaleza.
Por ejemplo, en Xirivella predomina la huerta, mientras que en Aldaia destacan el suelo urbano y los márgenes industriales del polígono. Las parcelas afectadas en València remiten a espacios donde se sitúan infraestructuras hidráulicas y viarias. Según el Miteco, la selección de terrenos responde a la necesidad de liberar un corredor sin afectar a edificaciones consolidadas.

- Suelo expropiado para el proyecto de la Saleta. -
- Foto: MITECO
Dos fases de actuación
La actuación tiene un presupuesto de 55 millones de euros y se estructura en dos fases. La primera consiste en una conducción soterrada de casi cuatro kilómetros, que partirá el entorno de Bonaire y bordeará el casco urbano de Aldaia hasta llegar a la huerta de Xirivella. En cambio, la segunda contempla una vía verde a cielo abierto, de aproximadamente tres kilómetros, que conectará con el nuevo cauce del Turia a la altura de Quart-Benàger.
El sistema combinará un aliviadero subterráneo de 100 metros cúbicos por segundo, el cauce actual con capacidad para 35 y el cunetón existente de 15, lo que permitirá gestionar crecidas de hasta 150 metros cúbicos por segundo. En ese sentido, las expropiaciones permitirán ejecutar los tramos donde se ubicará la nueva conducción y las zonas de restauración ambiental.

- Actuaciones previstas en el acondicionamiento del barranco de la Saleta. -
- Foto: MITECO
En el sector inicial, junto a Aldaia, se construirá una estructura de derivación para recoger las aguas que, a día de hoy, inundan la zona de Bonaire y dirigirlas al nuevo cauce. A lo largo del recorrido, se repondrán caminos rurales, se reconstruirán acequias y se restaurarán las parcelas agrícolas afectadas mediante capas de tierra vegetal.
Asimismo, el plan del Miteco incorpora medidas de integración paisajística, como taludes de baja pendiente o revegetación con especies autóctonas. La idea es que el tramo final funcione como un corredor verde que recupere la conexión ambiental entre la huerta y el Turia.
Alegaciones al encauzamiento de la Saleta
Durante la fase de información pública, se han presentado alegaciones tanto de administraciones como de vecinos. Por ejemplo, el Ayuntamiento de València ha pedido revisar los cálculos hidráulicos para evitar que el desvío incremente el riesgo de crecida aguas abajo y ha reclamado una mayor protección del entorno agrícola de Quart-Benàger.
También los vecinos de Aldaia han trasladado su preocupación por la capacidad de conducción del nuevo desvío del barranco de La Saleta, al considerar que el caudal previsto en el proyecto es insuficiente para evitar inundaciones. Han presentado alegaciones en las que califican la propuesta de "parche" y reclaman participar en su diseño y ejecución, además de pedir que se revise para garantizar la seguridad hidráulica y la protección ambiental. Desde el Miteco, señalan que el trazado definitivo equilibra la seguridad hidráulica con la preservación del entorno y que las expropiaciones se ajustan al mínimo imprescindible para garantizar el funcionamiento del sistema.

- Foto de archivo del barranco de la Saleta tras la Dana en Aldaia tras el pasado 29 de octubre. -
- Foto: ALEJANDRO MARTÍNEZ VÉLEZ/EP
La resolución ambiental, aprobada en agosto, avala el diseño y descarta la necesidad de someter el proyecto a evaluación ordinaria, siempre que se cumplan las medidas correctoras previstas. La Generalitat Valenciana ha respaldado el plan, aunque ha pedido coordinarlo con el Plan de Acción Territorial de la Huerta de València para compatibilizar la protección paisajística con la ejecución de la obra.
El documento oficial incluye la reposición de todos los caminos agrícolas y servicios afectados y establece un seguimiento ambiental durante la construcción. El calendario prevé que el proceso de expropiaciones concluya antes de final de 2025, para que la licitación de las obras pueda iniciarse a comienzos de 2026. La ejecución se prolongará durante tres años y estará financiada con fondos europeos destinados a la adaptación al cambio climático.