VALÈNCIA. La crisis abierta en la Comunitat Valenciana debido a la dimisión del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha dejado en una posición protagonista a Vox.
El PP ha optado por no convocar elecciones y tratar de llegar a un acuerdo con el partido de Santiago Abascal para elegir en Les Corts a un nuevo jefe del Consell, una operación para la que son necesarios los votos de la formación ultraconservadora.
Más allá de lo que se decida sobre el futuro de la Comunitat Valenciana, que en buena medida recae en lo que decida Vox, llama la atención el discurso mantenido en las últimas horas sobre lo ocurrido respecto a la dimisión de Carlos Mazón.
Así, una parte del argumentario de esta formación se ha dirigido principalmente a lamentar y criticar que la renuncia pública del presidente de la Generalitat se produjera el mismo día que declaraba el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, lo que había provocado que se opacara esta cita y, por tanto, se hubieran diluido estas críticas sobre esta cuestión puesto que el foco de la atención mediática se había aglutinado en la Comunitat Valenciana.
Es decir, después de una tragedia con 229 víctimas mortales, una docena de manifestaciones con miles de asistentes, una tormenta política de máxima relevancia y una decisión del calado de la renuncia del presidente autonómico valenciano, el lamento de Vox se ha centrado en estos dos días en que el pasado lunes se perdió una oportunidad para criticar a Pedro Sánchez.
De hecho, tal y como suele ocurrir en esta formación, Abascal fue el que lideró esta posición el lunes, con sus declaraciones al ser preguntado por la renuncia de Mazón, una decisión que Feijóo "podría haber tomado hace seis meses, hace un año o en otro momento" en vez de "justo en el día de hoy (por el lunes)", en referencia a la declaración del fiscal general del Estado en el Tribunal Supremo". Unas palabras que en cierto modo chirrían, dado el apoyo que ha prestado Vox a Mazón con declaraciones públicas, pero también aprobando sus presupuestos después de la Dana. O lo que es lo mismo, el partido de Abascal sí podría haber puesto en apuros la continuidad del presidente de la Generalitat hace seis meses, un año o en otro momento, pero esto no ha ocurrido.
"Hoy que tendríamos que estar hablando de que el fiscal general del Estado está procesado, que tendríamos que estar hablando de que el clan del Peugeot ha sido también procesado, que tendríamos que estar hablando de esa chica que fue violada en Pamplona por una manada de la que se desconoce todo, a pesar de que fue violada brutalmente y raptada, una manada de extranjeros que no tenían que estar en España y que tenían órdenes de expulsión que no fueron ejecutadas. Hoy que tendríamos que estar hablando de todo esto, el Partido Popular entrega un balón de oxígeno a Pedro Sánchez con esta dimisión (en referencia a Mazón)", sentenció Abascal preguntado por la dimisión del jefe del Consell.
Unas manifestaciones que repitió, casi de forma calcada el lunes, el portavoz de Vox en Les Corts, José María Llanos, al ser preguntado: "Teniendo todo un año para poder ofrecer un chivo expiatorio al PSOE y a Sánchez para blanquear su corrupción, ha tenido que elegir precisamente el día de hoy en el que se ha intensificado la presión judicial con el procesamiento del Fiscal General del Estado con los del clan del Peugeot. Un día en el que también hemos conocido la violación de una niña en Pamplona por una manada de extranjeros que no tendrían que estar en España", señaló el diputado.
En esta línea, este martes todavía permanecía en vigor este argumentario, que también utilizó la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, al arremeter contra los 'populares' por la coincidencia de la dimisión de Mazón con la declaración en el Supremo del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por el caso de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. "El Gobierno está metido en la mayor trama de corrupción de nuestra historia reciente aunque el PP consiguiera que ayer (por el lunes) no se hablara de eso", subrayó la diputada, quien acusó a Feijóo de dar "un balón de oxígeno de forma bochornosa" al Ejecutivo de Pedro Sánchez.