VALÈNCIA. El retraso en la aprobación del Extra FLA por parte del Gobierno español tiene consecuencias más allá de las batallas políticas entre el Consell y el Ejecutivo central y de los problemas que causa a los proveedores de la Generalitat. Costará dinero a los valencianos en forma de intereses millonarios que se detraerán del presupuesto destinado a gastos e inversiones sin duda más necesarios.

La decisión de la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien no ha dado explicaciones de por qué no ha aprobado este mecanismo de financiación extraordinaria que se viene implementando desde hace doce años y tampoco ha aclarado si tiene intención de aprobarlo o ha decidido eliminarlo sin decírselo a nadie, obligará al Consell a este gasto extra en intereses en una doble vertiente.

Por un lado, el retraso en los pagos que estaba previsto afrontar con el Extra FLA a partir del 1 de julio -1.900 millones de euros este mes y 600 más en didiciembre-, supondrá un retraso en los pagos que en algunos casos como las farmacias -150 millones de euros al mes- implicará el pago de intereses de demora al sobrepasar los 30 días.

Por otro lado, el Gobierno que preside Carlos Mazón ha ideado como solución urgente para disponer de liquidez la petición de préstamos a bancos por un total de 1.816 millones, según anunciaron este martes la portavoz del Consell, Susana Camarero, y la consellera de Hacienda y Economía, Ruth Merino.

La Generalitat no ha especificado qué entidades financieras aportarán esos fondos -mediante préstamos a un año- ni el tipo de interés, que todavía se está negociando con cada una de ellas. En cualquier caso, lo normal es que sea un tipo de interés superior al del Extra FLA, que tiene un diferencial muy pequeño respecto al del Tesoro. Y supondrá, por tanto, el pago de varios millones de euros adicionales en intereses que la Generalitat habría podido destinar a otros fines si el Gobierno hubiese puesto en marcha el mecanismo extraordinario de financiación.

Otra consecuencia del parche ideado por el Consell es que elevará la deuda pública de la Generalitat, aunque esto ya iba a ocurrir igualmente si llegaba el dinero del Extra FLA, que no deja de ser un préstamo, en este caso del Estado.

Varios bancos ya han colaborado

Cabe recordar que la Generalitat, que tiene cerrados los mercados financieros internacionales por la baja calificació crediticia, ha conseguido en el último año la confianza de varios bancos españoles para refinanciar deuda del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) de 2023, contraída cuando los tipos de interés eran más altos.

Concretamente, el pasado mes de enero suscribió tres préstamos por importe de 1.800 millones de euros con BBVA, Abanca y Banco Sabadell que le permitieron ahorrar 60 millones en intereses.

La refinanciación de préstamos del FLA 2023 tuvo un precedente en octubre de 2024, cuando la Generalitat y CaixaBank suscribieron una operación de refinanciación de 1.000 millones de euros gracias a la cual se generaron unos ahorros de 24,8 millones

El Consejo de Ministros autorizó el pasado 7 de enero a la Generalitat la refinanciación de mecanismos FLA 2023 por importe de 2.500 millones de euros, por lo que el departamento que dirige Ruth Merino aún tiene margen pera seguir refinanciando aquel préstamo del FLA 2023 que mantiene un saldo vivo de 8.391 millones con un tipo de interés del 3,449%, vencimiento final en octubre de 2035 y amortizaciones anuales a partir de octubre de 2028.