VALÈNCIA (EP). El 'president' de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa, ha defendido la quita de la deuda de las comunidades autónomas propuesta por el Gobierno de España por ser un "acto de justicia" y un "paso necesario para garantizar la prosperidad compartida", al tiempo que ha reivindicado la propuesta planteada desde su comunidad, que "no perjudica a nadie", y ha llamado a un "debate constructivo" en esta materia. "Catalunya no pide ningún privilegio, al contrario", ha asegurado.

En este debate, ha considerado "imprescindible aportar rigor" y afrontar este debate "sereno" con "responsabilidad" y "mirada larga". Además, ha apelado al consenso existente para reformar el actual modelo de financiación, que "no responde a las necesidades reales" de las CCAA, que lleva "caducado desde 2014" y que "debe revisarse". No obstante, ha avisado de que esta cuestión no se resolverá "ni a base de tuits ni de cifras que nadie sabe de dónde salen".

En un desayuno organizado por Prensa Ibérica este viernes en València, Salvador Illa ha asegurado que la Comunitat Valenciana y Catalunya pueden "romper este círculo vicioso de reproches y de generar crispación", razón por la cual ha apelado a un "debate constructivo" en materia de financiación.

El 'president' de la Generalitat catalana ha defendido la propuesta impulsada desde Catalunya y ha asegurado que esta supone "una decisión solidaria" para que todas las comunidades autónomas puedan llevar a cabo políticas sociales "en beneficio de la ciudadanía". "Es una propuesta a favor del interés general de las CCAA y de España y a favor del bien común", ha resaltado.

Dicho esto, ha distinguido dos modelos diferenciados, el de "prosperidad compartida" o el de "colaboración insolidaria", que ambos se pueden contrastar tanto "dentro de España" como en todo el mundo. Dos modelos que, a su juicio, permiten "avanzar todos juntos" o hacerlo "dejando amplios colectivos al margen".

"La vivienda como un derecho o como un negocio; crecimiento sostenible o explotación de recursos naturales; universidad pública como ascensor social o privada para quien la pueda pagar; fiscalidad justa y distributiva o egoísmo fiscal en beneficio de unos pocos; generosidad o insolidaridad; humanismo o mercantilismo", ha expuesto.

No hay "ninguna otra propuesta" más que la planteada por Catalunya

Para afrontar el debate de la financiación autonómica, ha considerado imprescindible aportar "rigor", debate "sereno" y "mirada larga" y ha apelado al consenso existente ante un modelo "que necesita ser revisado y actualizado porque no responde a las necesidades reales de las comunidades autónomas".

En este contexto, ha lamentado no haber escuchado "ninguna otra propuesta rigurosa" diferente a la de Catalunya, "más allá del ruido, los ataques y las exageraciones". Y ha advertido de que no va a aceptar opiniones de quienes promueven "un modelo de egoísmo fiscal, los que disfrutan del efecto positivo de la capitalidad del Estado" y los que no son capaces de "practicar la solidaridad, ni cuando hablamos de menores que necesitan nuestra atención humanitaria".

"Retos, oportunidades y responsabilidades"

Salvador Illa ha expuesto que Catalunya y la Comunitat Valenciana comparten "retos, oportunidades y responsabilidades" y se ha preguntado si "de verdad" ambas regiones se pueden permitir "vivir de espaldas y desconectados" y no establecer "una colaboración estable más allá de nuestros colores políticos".

En esta línea, ha subrayado que es momento de "restablecer una cultura de la colaboración, superar las desconfianzas y aprender cómo nos ve la otra" porque "el futuro de Catalunya, de Valencia y de España" se construye "sobre una confianza restablecida y la capacidad de pactar y llegar a acuerdos". A su juicio, resulta "absurdo que desde la política se pongan trabas a la realidad catalano-valenciana y a la relación estructural".

"Cada día hay miles y miles de ciudadanos, empresas y entidades que viven en una absoluta normalidad. Así nos lo pide la ciudadanía: apropiar posturas y construir puentes de consenso. Esa es la actitud con la que Catalunya hace todas y cada una de las propuestas, desde una nueva financiación autonómica hasta una política pública de vivienda ambiciosa, es la convicción que sostiene el modelo de prosperidad compartida que defiendo", ha apostillado.

A su juicio, en política hay que "mirar adelante", pero también "aprender de la experiencia del pasado". Al respecto, ha sostenido que el origen de la deuda autonómica se encuentra en la "respuesta equivocada" a la crisis de 2008, cuando se impulsaron "políticas de austeridad y de recortes que algunos aplaudieron con entusiasmo", pero que a día de hoy "se han demostrado perjudiciales económicamente e injustas socialmente" para las CCAA.

"Catalunya es y continuará siendo solidaria"

"Estas políticas perjudicaron a las comunidades autónomas, las obligaron a asumir un nivel de endeudamiento que no nos tocaba y que nos impidió acudir a los mercados para financiarnos", ha agregado. Con todo, ha reivindicado que la "prosperidad compartida" también supone "compartirla social y territorialmente".

Así, ha aseverado que desde Catalunya creen en "una España justa, diversa y solidaria" y por eso mismo han pactado con el Gobierno central una financiación "que respeta esta pluralidad, diversidad y solidaridad". Además, ha incidido en que la financiación "es también una herramienta de justicia social y de progreso económico para todos" y ha prometido: "Catalunya es y continuará siendo solidaria con nuestros ciudadanos españoles".

A su juicio, "una casa sólida debe comenzar a ser construida por sus fundamentos", razón por la cual ha señalado que desde la Generalitat catalana han pacto con el Gobierno de España "las bases del nuevo modelo: suficiencia financiera y responsabilidad fiscal para todos, solidaridad y transparencia".

Illa, "el político que rehizo los puentes"

Por su parte, la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades y secretaria general del PSPV, Diana Morant, que ha presentado la intervención de Illa, ha subrayado que el 'president' catalán "pasará a la historia de Catalunya como el político que rehizo los puentes que otros se habían dedicado a tumbar desde dentro y fuera, como también Pedro Sánchez pasará la historia como el presidente que recondujo un grave problema territorial en España, un problema heredado de los mandatos de Rajoy y de su policía patriótica".

La líder de los socialistas valencianos ha alabado a Illa por ser "símbolo de confianza en un tiempo de avances científicos y tecnológicos impresionantes y extraordinarios, pero también de desinformación, negacionismo, discursos de odio y antipolítica que amenazan nuestra democracia". "Ha sido una de las personas que ha contribuido a aportar luz a los problemas", ha valorado.

"Había muchos intereses en que el 'procés' continuara vivo. Por una parte, los independentistas apostaban por lo que suponía una fractura de nuestro país y, por otra, la derecha y la extrema derecha siempre han utilizado a Cataluña para atraer votos como pretexto en el resto de España", ha expuesto Morant.

Además, ha aplaudido el trabajo de Illa durante la pandemia como ministro de Sanidad, cuando impulsó el diálogo entre administraciones, que permitió una gestión "más efectiva" y hasta "fructífera", y se ha preguntado: "¿Se imaginan que en vez de Ximo Puig hubiera gobernado la Comunitat Valenciana Carlos Mazón o Isabel Díaz Ayuso? Estoy segura de que a todos nos ha venido a la mente que el resultado hubiera sido muy diferente. La gestión de la dana así lo ha demostrado".