VALÈNCIA. Una de las claves sobre lo ocurrido el fatídico día de la Dana gira en torno a los posibles errores en la cadena de la información entre los diferentes agentes que intervinieron en la emergencia aquella tarde, que habría provocado la tardanza en la alerta masiva a la población, enviada a las 20.11h de la tarde, cuando ya había decenas de desaparecidos y la 'zona cero' de l'Horta Sud estaba anegada. En este marco, el correo que envió la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) a las 18.43h alertando de la súbita crecida del caudal del barranco del Poyo se antoja crucial, además de los datos en directo que se colgaban en un portal de acceso libre.
Hasta ahora, tanto la ex consellera de Justicia e Interior Salomé Pradas, el ex secretario autonómico de Emergencias Emilio Argüeso -ambos investigados-, como la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, han declarado que en el Cecopi, del que formaban parte, no se habló del riesgo de desbordamiento del barranco del Poyo hasta que, a las siete de la tarde, la alcaldesa de Paiporta advirtió del mismo. Ni el presidente de la Confederación Hidrográfica, Miguel Polo, ni ninguno de los presentes hizo referencia al mensaje.
Sin embargo, este martes se conoció que hubo quien, en el edificio de emergencias de l'Eliana, sí leyó el ya famoso correo, pero no estaba en la sala de mando, tal como explicaron fuentes conocedoras de su declaración. Uno de los técnicos que participó del envío del ES-Alert, que responde a las iniciales R. E., compareció como testigo ante la jueza de la Dana y dijo que aquella tarde se encontraba en una sala contigua al Cecopi -situada a unos 10 metros- junto a otros cuatro técnicos -el equipo se había reforzado por el temporal-, y que fue allí donde se dio cuenta de la alerta de la CHJ.
Según su relato, una de sus compañeras "de atrás [en la sala]" le dijo que se había recibido "una comunicación" del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la CHJ sobre el barranco del Poyo. "En ese momento -prosigue el testimonio- se traslada" a un superior, el jefe de la Unidad de Análisis", que es la primera vez que aparece en el relato sobre lo ocurrido en el centro el día D. Sin embargo, el técnico reconoce que "no se trasladó a Jorge Suárez", el subdirector de Emergencias de la Generalitat. En ese sentido, declaró que se daba por hecho que el presidente de la CHJ informaría al respecto en el Cecopi al formar parte del mismo.
Lo que se hizo con esa información fue remitirla a través de la plataforma 'Coordcom', una especie de chat interno de Emergencias con más de 120 servicios operativos de protección civil, extinción y salvamento, urgencia sanitaria y seguridad pública, algunos de cuyos responsables forman parte del centro de coordinación. Por ejemplo, todo tipo de cuerpos de seguridad -Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Autonómica y policías locales-, diferentes cuerpos de bomberos, la Unidad Militar de Emergencias (UME), Cruz Roja, Salvamento Marítimo, incluso Adif, Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) o los Puertos de València y Castellón, y como no podía ser de otra manera, el propio departamento de Emergencias de la Generalitat.
El Consell que dirige Carlos Mazón ha insistido en que la CHJ no avisó de la crecida del barranco por correo electrónico hasta las 18.43h pero el organismo ha defendido ante la jueza que los registros cincominutales del SAIH estaban disponibles y visibles para el centro de emergencias "en tiempo real". Otra de las preguntas lógicas cuestiona por qué el presidente de la CHJ, que forma parte del Cecopi, no avisó de esta crecida en la misma reunión. Circunstancia que ha empleado una y otra vez el Gobierno valenciano para achacar el retraso de la alerta a ese "apagón informativo" de la Confederación.