VALÈNCIA. El tablero político en la Comunitat Valenciana ha dado un vuelco en los últimos días. Las novedades en el denominado 'caso Koldo', que han salpicado gravemente al ya ex número tres del PSOE, Santos Cerdán, y señalado de nuevo a su predecesor en el cargo, el valenciano José Luis Ábalos, han alejado el foco informativo nacional del Consell presidido por Carlos Mazón y también de la gestión respecto a la Dana.
Tal y como informó este diario, el terremoto político e informativo que han supuesto las últimas revelaciones, han fijado como asunto central del debate la supervivencia -o no- del actual Gobierno de España, la posibilidad de un anticipo electoral -que Sánchez ha rechazado en repetidas ocasiones- y las dudas en los distintos aliados parlamentarios del presidente del Ejecutivo central.
Esto ha conllevado consecuencias interesantes para el presidente del PPCV, Carlos Mazón, que atravesaba momentos delicados ante las dudas en la dirección nacional de su partido respecto a su inmediata continuidad. Así, desde la cúpula instalada en la madrileña calle Génova, el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, y su entorno venían estudiando las posibilidades para ejecutar el relevo sobre Mazón: una medida compleja dado que requiere el acuerdo con el afectado pero también un pacto con Vox, puesto que los votos del partido de Santiago Abascal son necesarios en Les Corts para investir a otro presidente de la Generalitat.
Sin embargo, la enorme crisis abierta en el PSOE parece haber dejado en 'standby' los planes de renovación en la Comunitat Valenciana, donde además Mazón ha tratado de mantenerse activo mostrando pruebas de fuerza dentro del partido en el ámbito regional y también pisando acelerador para tratar de recobrar la normalidad institucional de su cargo, como por ejemplo empezando a pisar la 'zona cero' de la Dana o intentando propiciar un encuentro con las principales asociaciones de víctimas de la Dana. En definitiva, el objetivo final por parte del jefe del Consell es ganar tiempo y evitar que Feijóo acometa el relevo.
De la misma manera, el discurso de los socialistas valencianos contra Mazón, basado en exigir su dimisión y la convocatoria de elecciones, se ha visto no sólo amortiguado sino también contraatacado por el mensaje que envía ahora el PP nacional y que utiliza el propio presidente de la Generalitat: quien debe dimitir y convocar comicios de manera inmediata es Pedro Sánchez tras las últimas informaciones conocidas.

- Mazón y Feijóo juntos en un acto reciente en Alicante. Foto: RAFA MOLINA
Ahora bien, no todo son buenas noticias para Mazón y los suyos. Es cierto que, por el momento, la operación relevo sobre el presidente de la Generalitat parece haberse aplazado, como mínimo hasta que el PP celebre su congreso el próximo 5 de julio. No obstante, la crisis del PSOE, que amenaza con agudizarse en las próximas semanas, podría en algún momento llegar a ser insostenible para Sánchez y su entorno, por lo que no puede descartarse que el escenario derivara en adelanto electoral.
Es aquí donde llegan los lógicos temores por parte de Mazón y su entorno. Si Feijóo debe enfrentarse a las urnas frente a un Sánchez -o a un sustituto del líder del PSOE-, es probable que no le interese tener cabos sueltos y, en los últimos meses, el presidente de la Generalitat ha supuesto un desgaste para la marca PP, principalmente debido a su gestión el día de la Dana. Es decir, que un adelanto electoral de Sánchez podría precipitar, así lo admiten fuentes populares consultadas por este diario, que Feijóo forzara la salida de forzada de la Generalitat. Más aún, algunos dirigentes del PPCV creen que incluso el líder nacional podría arriesgar, prescindiendo de Mazón, con unas elecciones autonómicas inmediatas junto con las generales, aprovechando la debilidad del PSOE y que los últimos sondeos dan igualdad en la Comunitat.
Así, curiosamente, se produce la paradoja de que hasta hace bien poco era la oposición valenciana, PSPV y Compromís, los que pedían la dimisión de Mazón y convocatoria electoral sin que en el fondo lo desearan, puesto que la continuidad del president mejoraba sus posibilidades en las urnas porque contribuía al desgaste de la marca PP. Ahora ocurre justo lo contrario; Mazón y los suyos piden la dimisión de Sánchez y el adelanto electoral, pero en el fondo lo mejor para el presidente de la Generalitat es que Sánchez siga resistiendo y proporcionándole así tiempo y oxígeno.