VALÈNCIA. La jueza de la Dana sigue constatando la actuación de algunas instituciones antes de la catástrofe para abonar el argumento de que el temporal no era imprevisible y que, con la misma información que tenía la Generalitat Valenciana, se podría haber hecho más en materia de prevención. No solo es el caso del 'cierre' de la Universitat de València (UV), que suspendió la actividad docente desde el día de antes de la catástrofe sino que también la Embajada de Japón advirtió a los ciudadanos nipones del aviso meteorológico por el temporal.

La instructora recoge este caso como el de "otra institución, en este caso una legación diplomática, que conocía y adoptó medidas de protección, en este caso de sus nacionales". Es una prueba más, según el auto emitido por la magistrada este miércoles, de que "como reiteradamente se ha señalado", la Dana "no fue un fenómeno meteorológico imprevisto" dado que tanto la Universitat de València como otros entes públicos "adoptaron medidas al respecto".

La constatación de todas estas medidas adquieren relevancia por un "doble motivo", señala la jueza: por una parte, porque "no se disponía de mayor información de la que manejaba la Generalitat", y por otra, porque "constituía un ejemplo de que se debían de adoptar medidas para proteger a la población que por su difusión y cercanía no se podían desconocer por la Conselleria de Interior". Y no solo eso, sino que además "debieron servir de alerta de la gravedad de la situación y la necesaria adopción de medidas de prevención".

La Embajada de Japón remitió el 28 de octubre, un día antes de lo peor de la Dana, un correo consular donde advertía sobre el "mal tiempo" previsto en varias comunidades autónomas, entre ellas la Comunitat Valenciana. "El Ministerio del Interior español ha emitido un aviso de empeoramiento de las condiciones meteorológicas en la Península Ibérica y las Islas Baleares durante los próximos días", aseguraba el correo, que instaba "a todos en España a mantenerse al día con la información meteorológica más reciente y garantizar su seguridad".

Así, aseguraba que el aviso de "fuertes lluvias y fuertes vientos" se esperaba "al menos hasta el jueves 31 de octubre" aunque ya adelantaba, como había previsto la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que "el peor tiempo" se viviría el martes 29 de octubre, con "tormentas esperadas alrededor del Estrecho de Gibraltar, Andalucía, Murcia, Castilla-La Mancha oriental y Valencia". Y que el día 30, las precipitaciones intensas se desplazarían y, en el caso de Valencia, afectarían al "norte".

Además, informaba de que según el Gobierno "este tipo de cambio meteorológico" era "difícil de predecir" por lo que pedía a "todas las personas" que estuvieran en España que intentaran "obtener la información meteorológica más reciente" en los portales oficiales y comprobaran "su preparación para emergencias y garantizar su seguridad". No sin acabar el mensaje pidiendo a los ciudadanos que consideraran "cuidadosamente" si necesitaban "viajar o salir".

Así pues, pese a reconocer la anticipación de la Embajada de Japón, la magistrada ha rechazado las diligencias solicitadas por una de las acusaciones, la asociación Mai Més, para incorporar este correo y solicitar a la legación diplomática para que explicara la información con la que contaba en aquel momento. La jueza considera que, si la Generalitat Valenciana ya no "atendió a lo que decidía la Universitat de València, era ciertamente difícil que se conociera lo que indicaba la Embajada de Japón".

Ya en su momento la jueza, a la hora de referirse a "la posibilidad de tomar decisiones preventivas en relación con la Dana", apuntó en uno de sus autos en el mes de febrero que "la Universitat de València acordó acertadamente la suspensión de las clases". La magistrada solicitó información a la institución universitaria, cuyas decisiones tomó en base, según declaró en un informe, a los datos de la Agencia Española de Meteorología (Aemet), el servicio de emergencias de la Generalitat, el 112 o la comunicación de los ayuntamientos.