VALÈNCIA. Un informe de la Guardia Civil da un giro a la investigación sobre la Dana y apuntala, por primera vez desde que se iniciara la instrucción, la tesis del Consell de Carlos Mazón sobre la falta de información respecto al caudal del Poyo por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar. En el análisis que la Guardia Civil ha remitido a la jueza que instruye la causa de la Dana, se sostiene que los responsables de la CHJ “denotaron una aparente ausencia del control sobre el dispositivo de registro de la rambla del Poyo, justo en el peor momento”. El citado informe dirige el foco de la investigación por primera vez hacia el papel de la Confederación durante la tarde del 29 de octubre.
Este análisis de la Benemérita supone un espaldarazo a la postura de la Generalitat Valenciana, que durante meses ha venido defendiendo que la ausencia de información por parte de la CHJ respecto al barranco del Poyo impidió actuar al gobierno autonómico.
No en vano, uno de los principales motivos de disputa en torno a la gestión de la Dana se ha centrado precisamente en la transmisión de los datos del caudal del Poyo desde la CHJ al centro de emergencias (Cecopi). El Consell sigue acusando al organismo que dirige Miguel Polo de no haber informado de la subida del caudal hasta las 18:43 cuando la CHJ envió un correo electrónico. Sin embargo, la CHJ insiste en que la Generalitat Valenciana tuvo a su disposición en un portal abierto (SAIH) los datos cincominutales del sensor que hay en el barranco. Hasta ahora, tanto la jueza que instruye la causa en sucesivos autos como las resoluciones de la Audiencia Provincial, han avalado la postura de la Confederación. De hecho, la jueza instructora llegó a calificar de “negligencia” que los responsables autonómicos de Emergencias no consultaran los datos del SAIH.
En cambio, ahora la Guardia Civil analiza en su informe las actuaciones de agentes como la Aemet, la CHJ o la Agencia Valenciana de Seguridad y Emergencias y se muestra crítica sobre el papel de las dos primeras. Especialmente con la CHJ, a la que achaca falta de control y el aviso tardío sobre el desbordamiento del barranco del Poyo. El documento indica que no se envió ninguna alerta a Emergencias desde las 16.13h de la tarde del 29 de octubre, con un caudal en tendencia descendente, hasta las 18.43h, momento en el que ya superaba los 1.600 metros cúbicos por segundo. La Unidad Orgánica de Policía Judicial de Valencia "destaca por tanto sobremanera la inexistencia de avisos" como consecuencia del "ascenso exponencial" del caudal, rebasándose el umbral 1 a las 16.15h; el umbral 2 a las 17h; y el umbral 3 a las 17.25h.
Apunta directamente a los responsables de la CHJ
Con todo ello, el informe de la Guardia Civil señala de manera clara a los responsables de la confederación. En este sentido, apunta: "Cabría preguntar en este caso a los responsables de la CHJ cuál fue el motivo por el que no se llevaron a cabo los avisos de superación de los umbrales preceptivos por parte de las personas que tenían encomendadas estas funciones durante la tarde del día 29 de octubre". La Guardia Civil finaliza este punto poniendo de relieve que la señalada falta de avisos "denotaron una aparente ausencia del control sobre el registro de la rambla del Poyo, justo en el peor momento".
Cabe mencionar que, según indica el protocolo de la CHJ, debieron existir tres correos alertando de la situación en el barranco. El documento marca tres umbrales de caudal que obligan a emitir un aviso dirigido al centro de coordinación de emergencias de la Generalitat y la Delegación del Gobierno en el momento en el que son superados. En el caso del barranco del Poyo estos son los 30, los 70 y los 150 metros cúbicos por segundo. En ninguno de los tres se hizo, pues solo ocurrió cuando ya se superaban los 1.600 metros cúbicos por segundo, diez veces más que el umbral más elevado.

- Una persona cruza el barranco del Poyo en Picanya hacia la calle Almassereta, afectada por la Dana.
- Foto: ROBER SOLSONA/EP
La Confederación ha defendido en diversas ocasiones que los datos sobre caudales figuraban en formato cincominutal en tiempo real en el portal al que tenía acceso la Generalitat Valenciana. Además, el presidente de la CHJ, Miguel Polo, explicó en un informe ante el juzgado que más allá de los datos aportados por el organismo, esta información es "complementaria al resto de información que reciben los centros de emergencias y de la que se nutren para la gestión de las emergencias por inundaciones". Sin embargo, la Guardia Civil resta fuerza a este argumento porque, pese a no ser la única información que había, era fundamental.
La Benemérita ve "evidente" que la información que se transmitió "y aquella que se debió transmitir en tiempo" por la CHJ en base a los datos del SAIH "no es la única que disponía el Centro de Coordinación y Emergencia para la gestión de la catástrofe". No obstante, entiende que, "dadas las extraordinarias precipitaciones", era "fundamental" que la CHJ transmitiera "en tiempo" la información "para conocer la situación real de los volúmenes de agua que circulaban por los cauces de los cursos fluviales con dispositivos del SAIH, en este caso en el barranco del Poyo".
Por otro lado, el documento recuerda un informe de la CHJ que el punto de control del barranco del Poyo, ubicado cerca de Riba-Roja, recoge únicamente de los caudales del 50% de la cuenca, aguas arriba del dispositivo. Sobre este hecho, ve "muy posible" que el caudal circulante fuera "aún mayor" aguas abajo, donde confluyen otros barrancos que "aportaron un volumen muy importante de agua" al barranco del Poyo al confluir la mayoría de ellos a la altura de Torrent. Con ello, la Guardia Civil apunta a una situación en la que "el caudal tras la unión de todos los cauces fuera mucho mayor al registrado". Un motivo por el que parte del núcleo urbano de Torrent y las localidades que se sitúan a continuación en el curso del cauce "fueron aquellas que sufrieron las peores consecuencias de la catástrofe".

- El barranco del Poyo en Paiporta 19 días después de la Dana. -
- Foto: EDUARDO MANZANA/EP
La Generalitat cree que el informe "avala" su tesis
Desde el Consell no tardó la redacción al informe del Instituto Armado: el conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus consideró este viernes que el documento "avala" la postura que ha mantenido la Generalitat Valenciana durante este proceso. "Me alegra que, con el tiempo, como siempre he confiado, con las investigaciones, se pueda ahora aportar luz a todo lo que ocurrió ese día y venga a avalar lo que venimos diciendo", valoró el responsable autonómico en declaraciones a los medios de comunicación
Martínez Mus remarcó que "todos" los representantes del Ejecutivo autonómico han mantenido una postura uniforme acerca de que hubo "falta de información" durante la jornada de la riada. "No se podía actuar con información que no se disponía", destacó el conseller antes de apuntar: "Lo que viene a decir ese informe es precisamente eso, hasta qué hora no había información sobre el barranco que al final fue el que causó el daño más importante".
Dardo a la Aemet
El citado análisis también deja un recado a la Agencia Estatal de Meteorología. La Guardia Civil subraya la “ausencia de boletines de aviso” entre las 9:31 y las 16:24 y además, califica de “especialmente llamativo” que todos los boletines de aviso de nivel rojo se comunicaran con posterioridad a la hora de comienzo del evento, incluso algunos de ellos se comunicaban cuando dicho aviso ya estaba a punto de finalizar.
La Benemérita va más allá y llega a señalar al propio jefe de climatología de la AEMET en la Comunitat Valenciana, José Ángel Núñez. El informe subraya que “tampoco consta información en tiempo real en otras formas de transmisión, por ejemplo, de los registros pluviométricos durante la participación de Núñez en el CECOPI”. Una información que a juicio de la Guardia Civil, “ podrían haber aportado una imagen más real de la verdadera entidad del episodio meteorológico extraordinario que se estaba produciendo”.
El informe de la Guardia Civil también analiza las llamadas telefónicas que los ciudadanos realizaron durante la jornada de la catástrofe al teléfono de Emergencias 112. El listado de llamadas, según el documento, ofrece "información clara de la situación general" en la provincia de Valencia y da "una visión global de la magnitud de la emergencia", además de permitir vislumbrar el momento aproximado en el que se produjeron situaciones de desbordamiento durante el 29 de octubre.

- Foto: GVA
No obstante, apunta a que la información sobre la "situación real, grave y de carácter extraordinario" que se produjo durante la jornada "no solamente llegaba" a los "máximos dirigentes de Emergencias" a través de las llamadas al 112, sino también por parte de las "Agencias integradas", entre las que se encuentran Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, servicios de emergencia, etc. "Sin duda, y a través de los sistemas de comunicación habilitados y que son distintos al teléfono 112, debían estar reportando situaciones de emergencia que se estaban produciendo y de las cuales tenían conocimiento por llamadas o por actuaciones directas de sus integrantes", considera el informe sobre las citadas agencias.
La mayoría de fallecidos, en la zona del barranco del Poyo
El informe remitido por la Guardia Civil también un análisis exhaustivo de "las consecuencias más graves que produjo la catástrofe", que, indica, "no fueron otras que la pérdida de vidas humanas". En concreto, un total de 228 personas fallecieron a consecuencia de la riada, de las cuales un total de tres siguen desaparecidas y han sido dadas legalmente como fallecidas. La gran mayoría de víctimas corresponden a municipios del cauce del barranco del poyo. En concreto, esta zona abarca un total de 192 de las personas fallecidas por la Dana.
Las localidades del cauce del Magro suman un total de 15 personas fallecidas; l'Albufera, 10; y el Turia, 8. Por municipios, Paiporta (46), Catarroja (21), València (16), Alfafar (14) y Sedaví (12) son los cinco con mayor número de personas fallecidas. Todos ellos pertenecen a localidades por donde transcurre el barranco del Poyo. Respecto a otros cauces, destacan municipios como Catarroja o Utiel, con 8 y 6 personas fallecidas, respectivamente. No obstante, ambas cifras son menores que en la mayoría de localidades afectadas en la zona del barranco del Poyo.