Comunitat Valenciana

Los ingenieros industriales valencianos marcan el camino hacia la industria 5.0 a través de su Oficina Acelera Pyme

El COIICV – Valencia acompaña a más de 7000 empresas y profesionales en su salto tecnológico a un ecosistema basado en innovación, competitividad, tecnología y talento

  • Participantes en el desayuno organizado por ValenciaPlaza y el COIICV.
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VALÈNCIA. La Oficina Acelera Pyme del COIICV – Valencia y Valencia Plaza reunieron a representantes del tejido empresarial, tecnológico y asociativo en un desayuno informativo titulado “Emprendimiento, adopción de tecnologías innovadoras y fomento de la igualdad de género”, celebrado en el marco del proyecto Innova Adventure StartLab Digital para Pymes y Emprendedores, integrado en la Red de Oficinas Acelera Pyme (OAP) de red.es.

El encuentro, moderado por el director de Valencia Plaza, Javier Alfonso, puso sobre la mesa los grandes retos que afrontan las pymes valencianas: la implementación real de la inteligencia artificial, el impulso del emprendimiento innovador, la consolidación de una cultura digital transversal y la necesidad de avanzar hacia organizaciones más diversas y sostenibles.

Participaron en el debate Elena Uviedo, secretaria provincial de Valencia del COIICV y jefa de Unidad de Innovación de IVACE+i ; Diego Tomás, socio director de Genion; Lorena García Villar, directora del Club de Empresas Responsables y Sostenibles (CE/R+S); Gonzalo Belenguer, director general de REDIT; Marta Iranzo, presidenta de EVAP; José Manuel Santabárbara, responsable de Proyectos I+D+i de Ascires; José Manuel del Arco, CEO de Ediciones Plaza junto a la redactora Begoña Torres y el propio Alfonso.

El resultado fue una radiografía lúcida del momento actual: la IA avanza, las oportunidades crecen y el talento se diversifica, pero la clave sigue siendo la misma: las personas.

El desayuno arrancó con un bloque dedicado a la Oficina Acelera Pyme del COIICV, donde Elena Uviedo explicó que el proyecto “es un punto de encuentro para impulsar la transformación digital de pymes, autónomos y emprendedores, con asesoramiento personalizado, summits y diagnósticos de madurez digital, y todo de manera completamente gratuita”. La iniciativa, que alcanza su cuarta edición, busca “acercar la digitalización de manera más práctica y sectorizada”, incorporando bootcamps, asesorias personalizadas y mayor presencia en municipios de menos de 20.000 habitantes —especialmente en aquellos afectados por la DANA—.

Uviedo destacó el impacto acumulado: más de 7.000 empresas y profesionales atendidos y cerca de un centenar de jornadas. “Las sinergias generadas entre pymes, startups, universidad y grandes tecnológicas están siendo muy potentes”, subrayó.

Pero más allá de las cifras, Uviedo subrayó algo con mayor profundidad “Los ingenieros industriales llevamos años acompañando a la industria valenciana. La Oficina Acelera Pyme es la continuidad natural de ese compromiso: dar soluciones reales, prácticas y accesibles para que ninguna empresa se quede atrás.”

Y es que, para la secretaria del COIICV, la OAP se ha convertido en un instrumento “clave para modernizar el tejido productivo, conectando empresa y administración en un ecosistema que necesita colaboración para avanzar”.

La inteligencia artificial: revolución accesible, reto cultural

El director del periódico abrió el segundo bloque preguntando cómo redefine la IA las oportunidades de emprendimiento en la Comunitat. Marta Iranzo afirmó que “pensaba que eran las empresas las que impulsaban el uso de la IA”, pero, para su sorpresa, son las personas. “Los usuarios van más rápido que las organizaciones”, aseguró, recordando que muchas compañías siguen operando con “métodos del siglo XX”.

Una idea que Gonzalo Belenguer reforzó. “Ya no es desarrollar IA, sino lograr que se implemente adecuadamente. Va de personas usando tecnología. La prioridad es el cambio humano”, advirtió.

Desde CE/R+S, Lorena García Villar insistió en que “la empresa debe liderar la estrategia, no depender solo del empuje individual”, mientras que Diego Tomás defendió que la IA “es una herramienta con un potencial enorme para el territorio”, siempre que exista una cultura innovadora abierta a aprovechar sus oportunidades.

El debate dejó una conclusión unánime: la mayor barrera hoy no es tecnológica, sino cultural. Incluso en sectores tan avanzados como el sanitario, apuntó José Manuel Santabárbara, el reto está en comprender cómo la analítica de datos puede “dar una perspectiva que antes era imposible”, siempre con el profesional al mando. “El diagnóstico lo hace el médico, ayudado por la máquina”, recordó ante el temor de algunos pacientes.

Escalar proyectos y nuevas tendencias: la agilidad como ventaja competitiva

Sobre qué métricas debe priorizar un emprendedor, Tomás lo tuvo claro: más que objetivos numéricos, “hay que estar seguro de que la propuesta de valor resuelve un problema real”. La IA, añadió, permite validar mercados “en horas, no en semanas o meses”.

Iranzo subrayó la importancia de que la IA facilite la interpretación de datos: “Para mí era complejo, y ahora se ha democratizado”.

Preguntados por las tendencias en emprendimiento, Uviedo apuntó a la “digitalización de sectores tradicionales, la automatización y la internacionalización digital”. Tomás añadió que los proyectos deben “aportarle algo positivo al territorio en lo social y ambiental”, porque la ciudadanía lo exigirá.

La parte humana volvió a emerger con fuerza. “Lo que diferencia a una empresa de otra no son las herramientas, sino las personas”, afirmó Iranzo. Una visión que compartieron García Villar —recordando la importancia de fidelizar talento— y Belenguer, quien insistió en que la inteligencia humana será siempre la base del sistema.

A la pregunta sobre cómo acelerar la conexión entre innovación e iniciativas privadas, Belenguer fue contundente: “Hay que dejar los egos de lado. Un ecosistema debe apoyarse en otro, reconocer la excelencia y avanzar juntos”.

Tomás lamentó que la “maravillosa diversidad territorial valenciana” no se esté explotando lo suficiente, y defendió la creación de más espacios de encuentro públicos y privados donde “ocurran cosas”.

Uviedo, por su parte, reivindicó la cooperación como condición imprescindible: “No podemos ir solos. Desde hace siete años trabajamos para crear ecosistemas donde se compartan retos y soluciones”. Recordó también herramientas como los Comités estratégicos de innovación especializados—mesas de cooperación entre agentes generadores y usuarios del conocimiento— y la obligación, en algunos programas, de “mostrar al mundo” los desarrollos financiados para garantizar su impacto.

ROI tecnológico, barreras y cultura digital: el gran desafío estructural

En el bloque tecnológico, Santabárbara destacó tres prioridades con mayor retorno para pymes y servicios: analítica de datos, por su capacidad para comprender patrones complejos; tecnologías de apoyo clínico; y herramientas que permitan filtrar ruido y evitar sesgos, especialmente de género, presentes en estudios científicos. “La IA hay que enfrentarla, entenderla y trabajarla”, advirtió.

Cuando Alfonso preguntó por las barreras para la adopción tecnológica, la mesa coincidió: la cultura empresarial.
“Todos conocemos empresas que implantaron un ERP carísimo y solo usan el 5%”, recordó Tomás. Iranzo añadió la resistencia del “esto siempre se ha hecho así”, a menudo vinculada a un relevo generacional pendiente.

Belenguer apuntó al desconocimiento: “Muchas empresas se habrían beneficiado si supieran que existe una Oficina Acelera Pyme. Falta avidez por saber qué ocurre alrededor”. Uviedo mencionó que no hay falta de talento, sino necesidad de actualización e incremento de salarios, e insistió en que la sensibilización cultural sigue siendo el gran obstáculo.

La conversación derivó hacia los entornos educativos. “Debemos formar a la generación previa a entrar en la empresa”, pidió Tomás. Iranzo habló de programas para impulsar referentes femeninos en sectores masculinizados, mientras García Villar reivindicó el papel clave de FP y universidades para reducir la brecha.

La brecha respecto a la microempresa

Preguntados por si la transformación digital está llegando realmente a las microempresas, Belenguer fue directo: “La oportunidad existe para quien quiera aprovecharla. El empresario debe liderar ese cambio”.

Iranzo matizó que “la micro tiene una ventaja competitiva enorme: la agilidad”. Y Uviedo añadió que la administración está trabajando en sensibilizar y poner en contacto a las pequeñas para impulsarles el salto.

Tomás defendió que los mejores avances se producen en “ecosistemas vivos” y no en formaciones aisladas: muchas veces, dijo, “más útil que una charla es que una empresa cuente a otra cómo lo ha hecho”. El valor del ejemplo, coincidió Iranzo, es decisivo.

Sobre qué KPIs deben medir el impacto de la digitalización, Uviedo mencionó productividad y reducción de costes. Tomás defendió que debe medirse también el bienestar de las personas, que es “el verdadero motor de las empresas”.

García Villar propuso indicadores como accesibilidad, competencias digitales o reducción de la brecha. Iranzo recordó que el bienestar incide directamente en la cuenta de resultados: “Un indicador es la rotación; lo que cuesta reemplazar una persona”.

Belenguer subrayó que el dato es clave para aprender, alertando de que muchos programas —como Seimed o los DIH europeos— siguen infrautilizados: “Hay muchas oportunidades que no se están aprovechando”.

Igualdad de género: corresponsabilidad, talento y riesgo de retrocesos

En el bloque final, Alfonso planteó cómo la digitalización favorece la igualdad. Uviedo señaló que la transformación digital “democratiza oportunidades”. Tomás añadió que puede ayudar a detectar desigualdades y facilitar la conciliación.

Iranzo introdujo una advertencia: “Las mujeres optaron masivamente por el teletrabajo durante la pandemia para conciliar, pero las decisiones se toman en los espacios físicos. Hay riesgos si no se gestiona bien”. Recordó también que, aunque las mujeres emprenden, siguen sin alcanzar posiciones directivas en grandes compañías.

García Villar defendió que las alianzas público-privadas son fundamentales para impulsar cambios duraderos, y Santabárbara añadió que la propia innovación debe incorporar la dimensión de igualdad.

Como cierre del encuentro, Alfonso pidió a Uviedo un mensaje para el ecosistema empresarial valenciano. “Las diferentes ayudas de la administración, así como el programa Acelera Pyme están ahí para todos. Es una oportunidad real para digitalizarse y no quedarse atrás”, indicó Uviedo.

Entre acuerdos y matices, el desayuno dejó un mensaje central: la innovación tecnológica solo funciona si se sostiene sobre personas formadas, empresas abiertas al cambio y un ecosistema conectado. Y el futuro pasa por un binomio inseparable entre innovación e igualdad como motores de una economía más competitiva, sostenible e inclusiva.

Las Oficinas Acelera pyme puestas en marcha en toda España por Red.es, entidad pública adscrita al Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública a
través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, cuentan en su convocatoria 2025 con un importe de ayuda concedida de más de 29 millones de euros para impulsar la digitalización de pymes, autónomos y emprendedores. El importe de la
ayuda máxima es del 80% del presupuesto subvencionable y está financiada por la Unión Europea, Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER) del periodo 21-27.

 

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