VALÈNCIA. Imagine que su sueldo es de 1.500 euros y que paga un alquiler de 760 euros. Este esfuerzo económico supone la mitad de sus ingresos, una proporción que supera el 30% recomendado por los expertos financieros para asegurar la sostenibilidad del hogar. Pues si ya le parece desproporcionado, imagine ahora que le han subido ese alquiler a 1.300 euros a lo largo de cinco añios. Si su salario no ha crecido en esa misma proporción, se encontrará con que sólo le quedan 200 euros al mes para afrontar el resto de gastos. Aunque pueda parecer en cierto modo distópico, es la realidad que sufren multitud de residentes de la capital del Túria.
Los precios de los alquileres en València y el área metropolitana, al igual que los de la vivienda en venta, se han duplicado desde 2019, tal y como constata el informe de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València (UPV). En sólo un año, el encarecimiento del alquiler ha sido del 17%, el mayor de toda España, lo que ha expulsado a las familias con rentas medias y bajas. El precio medio mensual alcanza los 1.674 euros.
Llama la atención casos como el del distrito de Olivereta, donde el alquiler medio se sitúa en 1.338 euros pese a ser uno de las zonas donde predomina un medio y bajo poder adquisitivo. De hecho, según datos más recientes del INE, correspondientes a 2022, la renta media neta por persona en este distrito valenciano es de 12.338 euros al año.
Por distritos, los precios han subido en todos respecto a hace cinco años, mientras que respecto a hace justo un año han bajado en nueve zonas de la ciudad, aunque la mayoría de manera poco significativa.
En el Eixample, epicentro de la demanda residencial y comercial, el alquiler medio se sitúa en 2.019 euros, mientras que en Ciutat Vella alcanza los 1.893 euros, cifras que duplican las de hace seis años. En Extramurs, otro de los distritos preferidos por quienes buscan cercanía al centro, la media se sitúa en 1.690 euros, consolidando su perfil de zona intermedia.
El comportamiento del mercado ha sido desigual según los barrios. En Campanar, el precio medio asciende a 1.765 euros, impulsado por la expansión de nuevas promociones y la transformación urbana en torno al antiguo hospital La Fe. El Pla del Real, que hace un año superaba los dos mil euros, se estabiliza ahora en 1.650, mientras que La Saïdia alcanza los 1.348 euros y Olivereta, tradicionalmente más asequible, sube a 1.338 euros mensuales.
En los barrios del suroeste, la evolución es más contenida, aunque el alza acumulada sigue siendo notable. Patraix marca 1.278 euros, y Jesús, tras un crecimiento constante, alcanza los 1.387 euros, situándose por primera vez por encima de la media de la ciudad.
El sur y el litoral también reflejan el encarecimiento. Quatre Carreres, que en 2019 estaba por debajo de los 900 euros, se mantiene ahora en 1.438, mientras que Poblats Marítims, donde la demanda de segundas residencias y pisos turísticos ha crecido, roza los 1.523 euros. En Camins al Grau, la renta media alcanza los 1.652 euros, consolidándose como uno de los distritos con mayor presión de precios, mientras que Algirós, muy vinculado al entorno universitario, se sitúa en 1.484 euros.
Barrios como Benimaclet y Rascanya muestran comportamientos dispares. El primero registra 1.402 euros, manteniéndose en niveles altos para su perfil residencial, mientras que Rascanya sorprende con un fuerte repunte hasta los 1.909 euros, el incremento más elevado de toda la ciudad respecto al año anterior. En Benicalap, el alquiler medio asciende a 1.397 euros, mostrando una tendencia similar.
En los Pobles del término municipal, los precios siguen siendo los más bajos de València, aunque también allí el mercado se encarece. En los Pobles del Nord, la renta media se sitúa en 699 euros, en los Pobles de l’Oest en 1.069 euros, y en los Pobles del Sud alcanza los 1.076 euros.