VALÈNCIA. La crisis habitacional se agrava en la Comunitat Valenciana, donde acceder a una vivienda se ha convertido en un reto cada vez mayor para miles de ciudadanos. El encarecimiento prolongado de la obra nueva y del alquiler, sumado a la escasez de oferta en ambos mercados y a una demanda al alza están tensionando el mercado residencial, especialmente en València y su área metropolitana. Una situación cuyas consecuencias ya son visibles: expulsión de vecinos y familias sin acceso a un hogar.
En este escenario, la vivienda de protección pública, más conocida como VPO, se perfila como una de las soluciones reales para facilitar el acceso a la vivienda, especialmente entre los jóvenes y las familias con ingresos medios y bajos. No obstante, los ritmos de producción son insuficientes para cubrir la demanda y el déficit alojativo existente. Uno de los problemas son las altas exigencias que fija la normativa a nivel de calidades y características de esta tipología, lo que, según el sector, impide abaratar sus costes en un contexto inflacionista en la construcción por el encarecimiento de los materiales y la falta de mano de obra.
Por ello, desde la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la UPV reclaman redefinir el concepto de “vivienda asequible”, al considerar que el actual modelo de vivienda de protección pública (VPP) "no está siendo capaz de ofrecer una solución escalable a la crisis habitacional". Según explica la Cátedra en su último informe, durante años, esta tipología ha apostado por ofrecer viviendas de alta calidad a precios limitados. Sin embargo, este enfoque ha generado una brecha estructural entre el coste real de construcción y el precio de venta, lo que ha dificultado su viabilidad. De ahí que desde la Cátedra se apunte que “se han estado vendiendo Maseratis a precio de Sköda”. "Esa disgregación entre coste y precio explica por qué la producción de vivienda protegida es tan baja", remarca Fernando Gos-Gayón, director de la Cátedra.
Y, en estos momentos, urge más que nunca aumentar la oferta, especialmente a precios accesibles, en València y su área metropolitana para destensar el mercado. Según el último informe de la Cátedra, el precio medio de la obra nueva de renta libre en el 'Cap i Casal' supera ya los 3.700 euros por metro cuadrado, mientras que alcanzan los 3.437 euros por metro cuadrado en municipios de la zona norte de la provincia; los 2.981 en la corona oeste y los 2.521 euros por metro cuadrado en la zona sur. Unos valores que suponen el doble que en 2019. Además, municipios como El Puig, Burjassot o Godella superan ya los precios de la Capital del Turia, con hasta 4.500 euros por metro cuadrado.

- Construcción de viviendas en el Huerto de Travalón de Elche, en imagen -
- Foto: PEPE OLIVARES
Por ello, para agilizar el desarrollo de nueva VPO y lograr que sea más atractiva y viable para el sector, que es el que en los últimos años ha liderado la construcción de este tipo de viviendas en la región, reclaman una revisión de la normativa. "El concepto de vivienda asequible debe evolucionar hacia soluciones más funcionales, dignas y, sobre todo, replicables. No se trata de competir con la vivienda libre en estándares de diseño o equipamientos, sino de ofrecer alternativas habitacionales a quienes no pueden acceder al mercado tradicional: personas con rentas medias o bajas, trabajadores, estudiantes o familias jóvenes.
Los expertos coinciden en que es necesario eliminar el estigma asociado al término “vivienda social” y asumir su papel como un recurso legítimo dentro de la normalidad urbana. Para lograrlo, proponen revisar las exigencias normativas, flexibilizar criterios en aspectos como superficies mínimas, acabados o zonas comunes, y apostar por modelos industrializados de construcción que reduzcan costes sin renunciar a la habitabilidad ni a la sostenibilidad.
El objetivo, insisten, no es construir menos, sino construir de forma más realista. “Una vivienda viable no es una vivienda menor, es una vivienda posible”, subrayan desde el sector.