VALÈNCIA. Tradicionalmente, las remodelaciones en un gobierno ya sea nacional o autonómico son acciones políticas que corresponden al presidente de la institución y que, generalmente, tratan de llevarse con el mayor secretismo posible. Así, aunque es cierto que en muchas ocasiones se producen quinielas o se lanzan nombres a la palestra tanto para su entrada como para su salida, es en este campo cuando la información política se asemeja más al mercado de fichajes veraniego, con algunos aciertos pero también con muchas especulaciones, que incluso a veces proceden de partes interesadas en desgastar o 'quemar' a unos u otros dirigentes.
Precisamente la discreción suele ser habitual también por la incomodidad que supone para un líder generar un revuelo innecesario en su equipo de gobierno, dado que cuando se conoce una inminente crisis de un ejecutivo suele producirse un cierto clima de histeria en las distintas carteras por el peligro que supone para cada uno de los dirigentes ser relevado -a menudo junto a sus equipos- o trasladado. Es por ello que no suele anticiparse la fecha concreta de una remodelación del gobierno y los cambios incluso se comunican a los afectados sólo unas horas antes. Más aún, en cuanto a los nombres, en algunas ocasiones se deslizan algunos de ellos a los medios más afines en la víspera de las modificaciones o con muy poco tiempo de margen.
Es por todo ello que llama la atención que el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, anunciara este viernes que acometerá una remodelación del Consell el próximo 5 de noviembre, a casi dos meses vista. Es cierto que en este caso ya venían apuntándose cambios en el ejecutivo debido a la anunciada marcha -aunque sin fecha- del vicepresidente segundo del Consell, Francisco José Gan Pampols, encargado de la tarea de recuperación tras la Dana, quien comunicó meses atrás que diría adiós a su cargo en la recta final del año cuando hubiera encauzado su tarea.
Ahora bien, no era en absoluto necesario revelar que Gan Pampols participará el 4 de noviembre en su último pleno del Consell y al día siguiente se comunicarán los cambios, por lo que se entiende, así lo piensan fuentes populares consultadas por este diario, que Mazón buscó este viernes cambiar un poco el paso informativo de los últimos días, donde la presión sobre su gestión de la Dana ha vuelto a crecer tras las imágenes publicadas por RTVE del Cecopi y las dudas redobladas de sus horarios -ayer evitó responder de nuevo- el día de la catástrofe después del cambio de versión hecho público en la carta de la periodista Maribel Vilaplana.
Un anuncio que puede contribuir a relajar la presión sobre el presidente o, al menos, a dispersarla durante unos días, pero que en contraposición genera a buen seguro un incremento de nervios en las distintas consellerias del ejecutivo valenciano, donde además se encuentran en estas semanas trabajando en la elaboración de los presupuestos de la Generalitat para 2026. En este sentido, cabe recordar el estado de tensión que se alcanzó por ejemplo en mayo de 2022 cuando se produjo un anuncio similar por parte de un presidente: fue el socialista Ximo Puig, cuando adelantó la posibilidad de abordar una remodelación del Consell para dotar de "un nuevo impulso" a la acción de gobierno. Desde estas manifestaciones, el entonces presidente tardó apenas una semana en acometer los cambios, pero fueron unos días en los que apenas se habló de otra cosa y se generó un notable estado de nerviosismo en las filas del ejecutivo.
