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VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ahora en funciones tras su renuncia anunciada este lunes, aprovechó su discurso de dimisión para, por primera vez desde la Dana, pedir "perdón" por los "errores" que cometió el 29 de octubre de 2024, errores que tampoco había reconocido hasta la fecha.

Mazón apenas había esbozado unas "disculpas" genéricas como las que lanzó en la tribuna de Les Corts el 14 de noviembre, "en nombre de la Generalitat", por la respuesta "de todas las administraciones antes, durante y después” de la emergencia, "que no fue todo lo eficaz que se necesitaba".

En su comparecencia de este lunes, el jefe del Consell afirmó: "Sé que cometí errores, los reconozco y voy a vivir con ellos toda mi vida. He pedido perdón y hoy lo vuelvo a repetir. Pero ninguno de ellos fue por cálculo político o por mala fe".

Lo cierto es que puede que hubiera pedido perdón personalmente a las víctimas con las que se ha ido reuniendo, pero públicamente y a todas ellas no lo había hecho. Y esta falta de una petición explícita de perdón en primera persona era uno de los muchos reproches que las víctimas venían haciéndole.

"Es momento de reconocer errores propios"

Mazón también consideró que un año después, el día de su dimisión, era el momento para reconocer "sin ambages" los errores que cometió y que hasta ahora había negado: "Es momento de reconocer los errores propios, aquellos que me sitúan en el centro de la crítica política como máximo responsable de la Generalitat en el peor día de nuestra historia y los inmediatamente posteriores", afirmó.

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Así, admitió su error de mantener la agenda de ese día. "Es cierto que, con los datos de mediodía, con la CHJ certificando que el barranco del Poyo estaba seco y el Júcar podía absorber el agua de un Magro en tendencia descendente, con el temporal yéndose a Cuenca a las seis según la Aemet, sin una gota de agua en Paiporta o Catarroja, era inimaginable que unas pocas horas después el Poyo pasara de estar seco a ser una trampa mortal", relató.

"Pero también es verdad que a la otra punta de la provincia a mediodía el temporal se centraba en Utiel y yo debía haber tenido la visión política de cancelar mi agenda y desplazarme hacia allí. Con ello cometí otro error: permitir que se instalara en el imaginario social la idea de un presidente ajeno a la emergencia durante aquella fatídica tarde, sin olvidar que, como ha quedado acreditado, la información clave de esa misma tarde que fue el desbordamiento mortal del barranco del Poyo que nunca la supimos", añadió.

Errores políticos

Pero antes de esos dos errores de gestión el día de la Dana, Mazón enumeró otros errores de tinte más político, los que lo sitúan "en el centro de la crítica política como máximo responsable de la Generalitat".

Así, consideró un error "permitir que se generaran toda clase de bulos muy dolorosos por no dar explicaciones a tiempo", y tambien, "no pedir la declaración de emergencia nacional porque, según el propio Gobierno, no iba a traer más efectivos ni iba a hacer que llegaran antes".

Y continuó: "La realidad es que los días posteriores descubrimos que nos quisieron dejar solos por estrategia política. El presidente de mi partido me lo aconsejó y tenía razón. Mi ingenuidad manifiesta de creer que por recibir de forma amable al gobierno los primeros días la ayuda se iba a acelerar".

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En su discurso, que llevaba escrito, Mázón recordó que hace un año trasladó a la sociedad valenciana que se comprometía a garantizar la reconstrucción: "Desde entonces, he salido de todos los cálculos políticos personales porque sé que mi vida, también la política, cambió el 29 de octubre para siempre", afirmó, para sostener que nunca ha sido "ajeno al estado de ánimo de la opinión pública", pero ha intentado "batallar para que se conociera la realidad de muchas cosas que sucedieron el día 29 en la gestión de la emergencia".

"Hace meses parecía imposible que alguien creyera muchos de los argumentos que hemos defendido desde el principio: que la CHJ no avisó del desbordamiento del barranco, que la Aemet dijo que a las seis -de la tarde- el temporal se iba a Cuenca, que nadie había previsto la magnitud de las lluvias, que los medidores no funcionaban o que las obras habrían evitado la tragedia a día de hoy", señaló.

"Todo esto se ha podido demostrar, pero sé que el ruido que hay alrededor de mi persona es la excusa perfecta para ocultar la asunción de responsabilidades del Gobierno tanto en la información errónea que trasladaron el 29 de octubre, como en el retraso de la ayuda a los días posteriores, como en la pésima labor de reconstrucción que están llevando a cabo. Yo, sin embargo, no voy a llamarles asesinos por errar en sus predicciones", subrayó.

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