VALÈNCIA. No hubo espacio para la Dana. La comparecencia de este lunes del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para hacer balance del curso político finalizó sin menciones a las inundaciones que afectaron decenas de municipios valencianos el pasado mes de octubre provocando la muerte de 228 personas. El jefe del Ejecutivo nacional abordó durante su discurso grandes áreas - tales como Turismo, Economía, Sanidad o Educación - pero omitió hacer un análisis sobre la situación del sur y oeste de la provincia de Valencia, zonas en las que las tareas para la reconstrucción tras la riada siguen en marcha cuando este mismo martes se cumplen nueve meses desde la catástrofe.
La ausencia de menciones a la riada resulta cuando menos sorprendente teniendo en cuenta el cometido del acto que protagonizó Sánchez: "Hacer balance del curso político", un tiempo en el que la situación provocada por la Dana ha tenido un papel especialmente relevante, más aún teniendo en cuenta que la riada se produjo durante los primeros meses del citado curso, lo que ha provocado que haya sido uno de los principales temas durante el mismo. En este sentido, el debate en torno a la gestión de la catástrofe y las medidas impulsadas por las diferentes Administraciones para ayudar a la población damnificada y llevar a cabo la reconstrucción del territorio han marcado buena parte del debate político tanto a nivel autonómico como nacional en los últimos nueve meses.
A pesar de ello, el presidente descartó fijar a la Dana entre los principales temas sobre los que rendir cuentas antes de desear "unas buenas vacaciones" a la ciudadanía. De esta manera, el presidente del Gobierno cerró el curso político con una única mención a Valencia - sobre el Perte de industrialización de la vivienda - y sin alusión al que ha sido el mayor desastre natural de España en la historia reciente, con un daño en términos económicos que se estiman en torno a los 18.000 millones de euros.
Una acción que se suma a la escasa presencia del líder nacional en tierras valencianas desde la riada: visitó la Comunitat apenas dos días después de la catástrofe en una jornada en la que asistió a una reunión del Cecopi. Pocos días después, visitó la zona cero de la riada, aunque la tensión que se vivía en las calles del municipio de Paiporta provocó que Sánchez abandonara la comitiva que encabezaban los Reyes de España al ver comprometida su seguridad.
Tras ello, la demora se hizo esperar en torno a tres meses, cuando tuvo un encuentro en la sede de la Delegación del Gobierno con alcaldes de la zona damnificada. Apenas una semana después, Sánchez regresó a València para asistir al congreso del PSPV, sin que se le pudiera afear que regresaba a tierras valencianas únicamente para un acto de partido. Siete meses después de la tragedia, el presidente volvió a València para mantener una reunión con asociaciones de víctimas de la Dana también en la sede de la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana. Una situación que ha provocado que algunos dirigentes socialistas a nivel autonómico hayan considerado en algunas ocasiones que la presencia de Sánchez en la zona afectada ha sido insuficiente, tal y como ha venido explicando Plaza.
A todas estas cuestiones se suman otras tales como la falta de celeridad por parte del Gobierno que preside el propio Sánchez en la llegada de las unidades de salud mental anunciadas por la ministra de Sanidad, Mónica García, a comienzos del pasado mes de diciembre. A pesar de que se prometió que las primeras estarían listas en febrero, lo cierto es que no entraron en funcionamiento hasta hace escasas semanas. Otro de los anuncios que el Gobierno realizó en diciembre y del que no hubo más detalles hasta finales de mayo fue precisamente el funeral de Estado por la Dana, sobre el que Sánchez aseguró a las víctimas de la Dana durante la citada reunión que se celebrará "alrededor del primer aniversario" de la tragedia.
Balance en Economía o Vivienda
Más allá de la ausencia de menciones a la Dana, Sánchez pronunció este lunes un discurso en el que definió a España como un país "seguro, abierto y tolerante", atendiendo al hecho de que se estima que la llegada de turistas supere los 100 millones durante el presente ejercicio: ante la estimación de la llegada de más de 100 millones de turistas durante 2025, que sería nuevo récord histórico en el sector. "Si eligen España entre los cientos de países que hay en el mundo es porque saben que funciona, es un país seguro, desarrollado y que es un país por descubrir, además de ser abierto y tolerante", consideró el presidente.
Sánchez valoró de manera positiva la evolución económica del país y destacó que la renta disponible real de los hogares es actualmente un 9% más alta que en 2018. Por ello, consideró que España "avanza con fuerza" y en la "mejor de las direcciones", al tiempo que hizo hincapié en las previsiones de crecimiento económico a nivel nacional, siendo la gran economía que más crezca, según las estimaciones de organismos internacionales. "Lo haremos, además, creciendo por encima del conjunto de la Unión Europea, de las economías avanzadas, en un contexto geopolítico e internacional extraordinariamente complejo", remarcó.
Respecto al acuerdo comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos, el jefe del Ejecutivo aseguró respaldarlo, aunque "sin ningún entusiasmo"; mientras que respecto al decreto antiapagones que decayó el pasado martes en el Congreso, explicó que el Gobierno está planteando qué medidas pueden ser incluidas en un real decreto, texto que no necesitaría ser validado en la Cámara Baja.
Mientras que, en materia de vivienda, Sánchez insistió en que se trata de "un asunto prioritario para el gobierno" que el Gobierno está abordando "con todos los recursos que tiene a su alcance y con toda la determinación posible". En esta línea, destacó el incremento del número de Viviendas de Protección Oficial en un 8% en los últimos seis meses, así como otras medidas como es el caso del Perte de industrialización de la vivienda o la transformación del Sepes en una empresa pública de vivienda, entre otras cuestiones.