Comunitat Valenciana

Un informe de Emergencias en la Dana dice que los avisos a mediodía ya podían responder a "crecidas de barrancos y ramblas"

Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

VALÈNCIA. Más de un año después de la Dana, se van conociendo nuevos detalles sobre cómo fue la gestión de la catástrofe aquel fatídico 29 de octubre. Así pues, la jueza que instruye la causa ha incorporado al sumario un nuevo informe elaborado por un supervisor de Emergencias sobre cómo se desarrolló el servicio del 112 durante la mañana de aquella jornada. Un documento donde explicita que a mediodía ya había avisos del 112 en zonas donde no llovía y que podían ser a "a consecuencia de las crecidas de barrancos, ramblas, etcétera".

El informe viene a ratificar el relato que hizo el mencionado supervisor, que pasó a declarar como testigo el pasado lunes ante la jueza de la Dana, y donde ya explicó que antes de las 14h, informó de los problemas que había ya en zonas donde no se registraban precipitaciones, por lo que el agua había llegado de zonas más altas donde sí estaba lloviendo. Un aspecto relevante porque da buena cuenta de la importancia que tenía el control de barrancos antes de la hora de comer.

No en vano, hay que recordar que los técnicos de Emergencias ordenaron la movilización del Consorcio Provincial de Bomberos para vigilar el barranco del Poyo pero la unidad de bomberos, tras comprobar que el nivel del agua había bajado a mínimos a las 14.40h, abandonaron el lugar por lo que, cuando vino la gran barrancada sobre las 17h, no había nadie para verlo. Los empleados de Emergencias y los bomberos mantienen una guerra interna por esta retirada. Una decisión que ya investiga la jueza de la Dana.

Los rescates y problemas técnicos

El turno de mañana del 29 de octubre en el servicio 112 de la Generalitat Valenciana arrancó con una presión operativa extraordinaria. Tal como refleja el informe diario de supervisión, el servicio comenzó “con carga muy alta heredada del turno de noche”, en un episodio de lluvias intensas que afectaba sobre todo a La Ribera Alta, donde todos los tramos estaban “por encima de las 500 llamadas/hora”. Según explica el documento, se trataba de una situación habitual en estos episodios, marcada por un nivel de procedencia “muy elevado” y por incidencias recurrentes como “vehículos bloqueados” o “rescates por lluvias”.

Así pues, a partir de las 10.00h las precipitaciones comenzaron a estabilizarse, con una evolución lenta hacia el noroeste. Este desplazamiento, unido a los refuerzos extraordinarios en marcha, permitió que la carga de trabajo comenzara a ser mucho más asumible”, aunque sin llegar a normalizar la situación, según el relato que hace el supervisor en el documento, que sin embargo señala que la mañana volvió a complicarse poco después.

  • Foto: GVA

Tal como detalla el propio informe, desde las 11.00h las lluvias más intensas se concentraron en La Hoya de Buñol y La Plana Utiel-Requena, y comenzaron a llegar avisos desde estas zonas y desde municipios cercanos a la A-3, como Quart de Poblet. Llama la atención, según explica el documento, que eran zonas en las que "prácticamente" no había llovido y que, por tanto, los incidentes “pueden ser a consecuencia de las crecidas de barrancos, ramblas, etc.”. La situación, según el supervisor, continuó evolucionando “de forma negativa” en Utiel-Requena hasta el final del turno.

El informe también recoge un problema técnico relevante que afectó a la gestión de emergencias durante toda la mañana. Según relata el documento, la deficiencia -heredada del turno de noche- hacía que “en las llamadas entrantes el operador se escucha a sí mismo y no escucha al llamante”, mientras que quienes pedían auxilio “indican que no le escuchaban”. Un problema que tuvo un impacto notable, ya que “el desempeño de estas llamadas" se alargó, dificultando aún más la operatividad en pleno episodio de emergencia.

El redactor del informe es uno de los trabajadores autonómicos que aparece en uno de los vídeos incluidos en la causa, donde se le ve dar explicaciones a los dos máximos responsables de la conselleria, la exconsellera Salomé Pradas y el ex secretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso, en la visita que hicieron al servicio de emergencias del 112 entre las 13.30h y las 14.00h. En ese sentido, en su testifical ante la jueza, el supervisor explicó que en esa visita se les dijo tanto a ellos como al subdirector de Emergencias, Jorge Suárez, que las lluvias caídas en las zonas de Buñol o Chiva estaban llegando por barrancos y ramblas a pueblos de l'Horta Sud dónde no llovía, como Aldaia o Quart de Poblet, donde por la tarde acabarían produciéndose buena parte de los fallecimientos por la riada.

Al respecto, el testigo declaró a la jueza de la Dana que le "sorprendió" que hubeira rescates en zonas donde no llovía. "Por eso se lo dijimos", explicó: "Cuando ella llegó estaban entrando rescates en zonas donde no había llovido y eso nos extrañó". Según su relato, Pradas preguntó cómo estaba la situación y los supervisores estaban hablando de "los rescates en zonas donde no llovía", por lo que se lo comentaron. Eran problemas en la zona colindante a la A-3, dijo. "Le trasladamos que no era algo normal".

Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo