VALÈNCIA. Este lunes han salido a la luz nuevos vídeos en el marco de la investigación judicial sobre la gestión de la Dana. Las grabaciones, entregadas a la jueza por parte de la productora externa que trabajaba para la Generalitat Valenciana, ofrecen información sobre algunos de los momentos clave de aquella fatídica jornada. En los últimos cortes conocidos, destaca el momento en el que la entonces consellera de Emergencias, Salomé Pradas, llega al centro de emergencias a mediodía y el subdirector general de Emergencias, Jorge Suárez, le informa de la situación, así como de la vigilancia que se había activado en el barranco del Poyo, el que finalmente provocó la mayoría de las muertes.

En el material audiovisual que obra ya en el juzgado de Instrucción 3 de Catarroja, Pradas tiene ante sí un informe sobre la situación meteorológica a las 12.15h y mientras los técnicos le explican el panorama, apunta en las hojas los nombres del río Magro y la rambla del Poyo. En estas cuencas, la Generalitat Valenciana acababa de decretar la alerta hidrológica a partir de la información que había recibido de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). 

Precisamente a raíz de estas alertas hidrológicas, los técnicos del departamento de Emergencias ordenaron la movilización del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia para vigilar los cauces, tanto en el río Magro como el barranco del Poyo. Así se lo trasladan los técnicos a la consellera, tal como refleja el vídeo. La consellera pregunta si “con esta alerta hemos mandado algún medio especial allí o simplemente se alerta”; Suárez responde que “hemos mandado bomberos forestales para que hagan un seguimiento de estas zonas, será un seguimiento visual que nos informen, lo importante es que nos informen si hay variación”.

Todo ello confirma lo que se sabía hasta ahora y han constatado los testigos que han pasado a declarar ante la magistrada, así como ha informado el propio Consorcio. A las 13.05h, se movilizó una unidad para ir a vigilar el barranco a la altura de Torrent, Picanya y Paiporta tras recibir la orden del centro de coordinación de emergencias de la Generalitat Valenciana. La jefa de servicio de Emergencias, Inmaculada Piles, era la que había dado la instrucción, y había pedido a uno de sus técnicos que hiciera el "seguimiento para que se personaran los bomberos forestales en los puntos que valoraran que eran más delicados", tal como declaró un bombero.

Tras una primera inspección, a las 14.40h se realizó una segunda comprobación donde se reportó que el nivel había bajado a la mitad, por lo que la unidad solicitó instrucciones y su sargento coordinador fue quien ordenó la retirada. Así pues, a las 17h, cuando llegó la riada, ya no había nadie allí para detectarla. Es precisamente la decisión de esta retirada la que está bajo lupa. El oficial jefe del Consorcio Provincial de Bomberos señaló directamente al departamento de Emergencias autonómico por la falta de instrucciones para una vigilancia más exhaustiva mientras los técnicos de Emergencias, en sus comparecencias, habían apuntado al cuerpo provincial por no avisar de su retirada.