• Varios voluntarios en una calle de Paiporta a fecha de 6 de noviembre de 2024.
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VALÈNCIA. A la hora de evaluar la gestión de la Dana, el principal foco se ha puesto en las horas previas y la tarde de la propia catástrofe, especialmente la investigación judicial que sigue en marcha. El nuevo Plan de Emergencias elaborado por la Conselleria para la Recuperación, que dirige Francisco José Gan Pampols, también plantea mejorar la gestión de las emergencias en dichos momentos, cruciales para la prevención y la protección de la ciudadanía. Sin embargo, los días y meses posteriores a una catástrofe natural y la respuesta que se da son clave, pues "todavía persisten carencias significativas en los servicios esenciales que impiden la vuelta a la normalidad en las zonas afectadas", tal como reconoce el mencionado Plan.

Por ello, el documento, dirigido a mejorar la gestión de las emergencias ante catástrofes de este tipo tras la Dana, recoge numerosas observaciones dirigidas a esta fase última de la emergencia, que según el Plan "ha de estructurarse en torno a seis ámbitos de actuación" -personas, tejido económico, tejido social, medio ambiente, infraestructuras y ordenación del territorio (urbanismo)- y debe estar dirigida por la Conselleria con competencias en emergencias y la colaboración del resto del Gobierno valenciano.

De este modo, el texto, que se encuentra ahora en fase de exposición pública, recoge lo que, ciertamente, ha venido haciendo la Conselleria para la Recuperación desde que se creó ad hoc para la reconstrucción tras la Dana, y busca replicar el modo de hacer para futuras catástrofes, con una primera fase de diagnóstico de la situación -vulnerabilidades del territorio, análisis de los daños ocasionados y lecciones aprendidas de la emergencia- y otra de implementación de un plan de reconstrucción.

Un portal de desaparecidos y salvoconductos digitales

Es aquí donde el documento incluye una serie de "mejoras complementarias" en la operativa de la Generalitat Valenciana y que debe implementar la conselleria del ramo en una catástrofe de este tipo. Por ejemplo, destaca la idea de la creación de una "plataforma de confirmación de seguridad de la población". Es decir, un portal oficial que permita a las personas afectadas por la tragedia, o que puedan estar consdieradas desaparecidas por parte de la administración o de sus familiares, "confirmar voluntariamente su situación de seguridad".

  • El vicepresidente para la Recuperación Económica y Social, Francisco José Gan Pampols. Foto: Rober Solsona/EP

Este portal tendría "conexión directa con registros oficiales" y busca "facilitar la priorización de recursos para la atención de personas no localizadas, así como la comunicación con sus familiares", según explica el Plan elaborado por el departamento de Gan Pampols, según el cual la herramienta permitiría funcionalidades específicas "para el seguimiento de colectivos en situación de vulnerabilida do personas con necesidades sanitarias especiales", como podrían ser personas mayores o niños, entre otros.

Tras la Dana, una de las medidas que se adoptaron fue la prohibición de circulación por determinadas carreteras, muchas de ellas colapsadas por el tráfico que había quedado atrapado por la riada y que impedía llegar a su destino a los cuerpos de rescate y de emergencias. En ese sentido, la Conselleria para la Recuperación plantea crear un sistema de salvoconductos digitales. Una "herramienta digital que permita automáticamente solicitar y emitir salvoconductos a la ciudadanía y otros organismos", recoge el texto, lo cual permitiría "reducir los tiempos de espera" así como "la carga burocrática" y "mejorar la movilidad operativa de equipos y personas autorizadas".

Protocolo de voluntarios y una plataforma de donaciones

La gran cantidad de voluntarios que acudió a la 'zona cero' de manera desinteresada y espontánea ante la falta de medios en muchos municipios de l'Horta Sud hizo que la Generalitat Valenciana pidiera a la ciudadanía que evitara colapsar los pocos accesos y organizara su propio sistema de voluntariado durante los primeros días. Así, el plan insta a establecer protocolos "para incorporar de manera segura y eficaz el voluntariado espontáneo" para que se pueda "seleccionar según aptitudes y disponibilidad" y asegurar así "una coordinación eficiente". El protocolo, señala, "habrá de contemplar diferentes niveles de intervención, diferenciando perfiles y funciones según las necesidades específicas".

También la gestión de las donaciones es un punto a protocolarizar, según el Plan, que propone un "sistema centralizado" como el que se puso en marcha por parte de la Generalitat. "Habilitar un sistema oficial y transparente para la recepción, organización y distribución de donaciones económicas, tanto públicas como privadas", señala una de las propuestas incluídas en el documento, que apunta que esta herramienta "garantiza la trazabilidad de los fondos y facilita la confianza social mediante una gestión clara y accesible, contribuyendo a reforzar la solidaridad ciudadana".

  • Miles de voluntarios acuden a la Ciudad de las Artes y las Ciencias para ayudar tras la Dana. Foto: MANUEL BRUQUE/EFE

Asimismo, prevé la creación de un punto de información único multicanal para aglutinar en él todas las gestiones relacionadas con la emergencia. Se trataría de "implementar un sistema de ventanilla única accesible, tanto física como digital, que esté activa durante todas las fases de la emergencia, con especial refuerzo en la etapa de recuperación". "Este punto centraliza toda la información relevante (ayudas, trámites, subvenciones, actuaciones) y facilita la gestión interadministrativa, ofreciendo a la ciudadanía una referencia clara, fiable y continua", explica el plan.

El reto que se planteó tras la Dana tuvo que ver, también, con la retirada de los residuos arrastrados por la riada, y que llegaron incluso hasta las playas. En ese sentido, en materia medioambiental, el plan recoge un punto dedicado explícitamente a la gestión sostenible de residuos, para promover "medidas que garanticen una gestión ambiental responsable de los residuos generados". La idea es priorizar "la reducción del impacto ambiental" mediante el uso de soluciones sostenibles como la instalación de plantas móviles de reciclaje para el tratamiento de vehículos, siniestros y otros residuos voluminosos.

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