VALÈNCIA (EP). La violencia vicaria, aquella que los agresores ejercen sobre los menores para aumentar el daño, es como "un brazo extensible" de la violencia de género.
"Tenemos que poner un foco de atención en que los hijos e hijas de víctimas de violencia de género son víctimas también de la violencia de género. Es como un brazo extensible de esta violencia que los agresores ejercen en contra de la mujer, o bien utilizándolos como una herramienta más para llegar a ellas o hacerles daño, o bien porque su interés no es como el de progenitor hacia un hijo, sino que quieren hacer daño por hacer daño".
Así lo explica a Europa Press Irene Maíquez Cascant, psicóloga del Programa Insertas Dona-Dana de la asociación Alanna, apenas unos pocos días después del terrible doble crimen acaecido en Algemesí, donde un hombre mató a su pareja y al hijo de ambos, de tan solo 3 años.
La especialista subraya que ha sido un "golpe muy duro" y advierte de que en verano se suele producir un repunte de casos, puesto que los niños pasan más tiempo en casa, dentro del ámbito familiar, y el cambio de estación provoca una combinación de factores que pueden "explotar en algún momento".
En la asociación llevan a cabo numerosos programas de prevención y a aquellas que ya han sufrido la violencia machista se les brinda apoyo psicológico, así como seguimiento y ayuda.
Sobre las causas de estas violencias, Maíquez Cascant remarca que "vivimos en una sociedad patriarcal cuya base es machista". En este contexto, hay algunos hombres que sienten "odio" hacia las mujeres o creen que "es un mero objeto que pueden intentar controlar o incluso basar su autoestima o su ego" en ellas.
Frente a esta lacra, desde Alanna instan a las administraciones a "poner un poquito más de atención e incidir más en las órdenes de protección a las víctimas". Además, en el ámbito legislativo, abogan por revisar las normas que protegen para que "realmente se pongan en uso y sean efectivas".
Por otra parte, animan a las personas del entorno que constituyen "la red de apoyo" de las víctimas a que, si ven algunas actuaciones sospechosas que puedan apuntar a un maltrato, pongan atención.
Mensaje que "cale"
Alanna tiene interlocución con el Gobierno pero subraya que "siempre se puede hacer más". "Intentamos que nuestro mensaje cale en la sociedad y, sobre todo, en los políticos, pero siempre se puede poner un poquito más de esfuerzo, tanto personal, social y económico, en inclusión, en proteger realmente a las víctimas y a sus hijos, que también son víctimas y muchas veces se quedan olvidados y tienen que soportar situaciones en las que siguen teniendo contacto con el progenitor".
Respecto a los medios de comunicación, la psicóloga cree que "hay que decir qué están pasando" aunque "estemos avanzando como sociedad, que lo estamos haciendo, pero a paso muy lento en comparación a lo que está pasando".
"En lo que llevamos de año son 32 mujeres las que han sido asesinadas y en menos de 48 horas llevamos cinco mujeres y un menor. Es una barbaridad y se tiene que hacer oír, obviamente eliminando toda la parte del morbo que se puede crear". concluye