VALÈNCIA. La comisión de investigación sobre la Dana prevista en el Congreso no termina de alzar el vuelo 11 meses después de la tragedia. Tal y como informaba Valencia Plaza este martes, este órgano sigue sin plan de trabajo aprobado mientras ya están en marcha las aprobadas en el Senado y en Les Corts Valencianes, que es donde el PP dispone de los votos necesarios para impulsarlas.
Así, la única de las comisiones donde el PSOE puede ejercer cierto control de los participantes debido a la aritmética parlamentaria y aplicarlo en escuchar, por tanto, a voces que no han sido -ni serán- convocadas en las otras cámaras parlamentarias, sigue estancada.
El motivo principal de este atasco es la discrepancia de la formación socialista con otras fuerzas a la izquierda como Podemos o Compromís respecto a la convocatoria del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la comisión. El PSOE, también en su rama valenciana, considera que su jefe de filas no debe ser llamado en la misma puesto que ello contribuye a "desviar el foco" en lo que se refiere a una responsabilidad que, competencialmente, corresponde a la Generalitat.
Una posición que verbalizó el lunes la propia secretaria general del PSPV-PSOE y ministra, Diana Morant, quien acusó al Grupo Mixto, del que forma parte Àgueda Micó (Compromís) y Podemos de "bloquear" el órgano. "Necesitamos que se ponga ya en marcha, lo pido muy especialmente a las fuerzas valencianas", declaró, para recalcar que al discrepancia sobre si Sánchez debe comparecer o no existía "sólo con alguna fuerza política, pero no con las víctimas". "Las víctimas tienen muy claro quién quieren que vaya a declarar y quién no", sentenció la líder de los socialistas valencianos, tras recordar que las asociaciones se reunieron en su día con el presidente del Gobierno y han pedido de forma reiterada la dimisión de Carlos Mazón.
Precisamente sobre la tardanza en activar la comisión de investigación en el Congreso y por las discrepancias respecto a la comparecencia de Sánchez en la misma fue preguntada ayer Rosa Álvarez, presidenta de l'Associació Víctimes Mortals Dana 29-O, quien recordó que estas organizaciones no solicitaron que en la comisión participaran políticos, sino víctimas y técnicos, para evitar que ese foro se conviertiera en un "rifirrafe" entre partidos. "Eso es una cosa de ellos, que se apañen entre ellos", zanjó, tras exigir "que empiece ya" esta comisión de investigación en la Cámara Baja.
Ahora bien, la pregunta es quién dará antes su brazo a torcer -si el PSOE u otras fuerzas como Podemos o Compromís- respecto a la participación de Pedro Sánchez y, sobre todo, si este motivo táctico disculpa el mantener bloqueado el avance de la comisión. En cualquier caso, lo que vuelve a ocurrir en este escenario es que a Morant le toca de nuevo ejercer como portavoz de La Moncloa en un asunto delicado en la Comunitat Valenciana sin que termine de quedar clara la justificación ni compensación de esta postura para el PSPV.
En este sentido, puede resultar comprensible que el Gobierno de España y el PSOE quiera centrar toda la atención de la comisión en el papel de Carlos Mazón y, en general del ejecutivo autonómico (PP), que es el que ostenta las competencias en Emergencias. De la misma manera, quieren alejar lo máximo posible a Sánchez de la comisión para que no exista la mínima posibilidad de que su presencia se interprete con que tenga alguna responsabilidad sobre lo ocurrido. Sin embargo, pese a esta estrategia lógica dentro de una visión partidista, tampoco parece ni mucho menos extraño -de hecho, todo lo contrario- que existan formaciones políticas como es el caso de Podemos o Compromís que consideren necesaria la comparecencia del presidente del Gobierno ante una catástrofe con 229 víctimas mortales, tanto para dar explicaciones sobre el papel del Ejecutivo central, como gesto a los afectados y a la Comunitat Valenciana.
Especialmente si esto sirve para que la comisión se ponga en marcha, se dé voz a las víctimas y también permita escuchar los testimonios que desde las organizadas por el PP se han impedido. Así pues, cabe preguntarse si en este caso el papel del PSPV no vuelve a ser, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, ejercer una defensa del argumentario de La Moncloa -pese a la debilidad de la marca socialista- que sólo conduce a la comodidad y beneficio pírrico de Sánchez, en detrimento de los propios intereses de la federación valenciana, que necesita -entre otras cosas- abanderar el esclarecimiento de lo ocurrido el 29O si quiere crecer como alternativa frente al PP en las próximas elecciones autonómicas.
