Alguna cosa buena nos ha dejado la pandemia. Volver al barrio y reencontrarnos con el comercio de proximidad ha sido una de ellas. Luis Asensio, el cocinero que durante años fue la mano derecha de Vicente Patiño, y que hoy sigue demostrando su talento en el restaurante Yarza, fue una de esas personas que durante el confinamiento descubrieron que era obligado ir al centro ni cruzarse media ciudad para abastecerse con género de la mejor calidad.
Luis no paró de cocinar durante los meses más duros de la pandemia, solo que en lugar de hacerlo en un restaurante lo hacía en su casa y subía las recetas a través de stories a su cuenta de Instagram. Fuimos muchos los que sucumbimos a sus propuestas. Siguiendo sus indicaciones pasé más de un sábado y un domingo cocinando. Figatell de sepia, bravas al estilo Rausell, garbanzos con blanquet, gyozas al vapor, steak tartar, arroz amb fesols i naps... Sus recetas nos hicieron mucho más llevaderos aquellos días. "Lo hacía, por mi, por no volverme loco en casa y también por echar una mano a la gente, que me lo agradeció muchísimo", cuenta Luis. Fue entonces, cuando, después de recorrerse todos los mercados de Valencia, se dio cuenta que tenía uno al lado de casa en el que podía encontrar todo lo que buscaba. Y empezó a frecuentar el Mercado de Benicalap.