VALÈNCIA. El Gobierno valenciano ultima este fin de semana los detalles de las modificaciones fiscales que anunciará el presidente Ximo Puig el martes en el Debate de Política General que se celebrará en Les Corts. No será una gran reforma fiscal sino una adaptación de los impuestos cedidos, especialmente la parte autonómica del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). El objetivo es que la inflación no obligue a los ciudadanos a pagar más IRPF. Una medida de la que ha hecho bandera el Partido Popular desde hace meses y a la que se resistían tanto el Consell como el Gobierno de Pedro Sánchez.
La claves de la minirreforma que cocina el Consell, según distintas fuentes consultadas por este periódico, son cambios en varios tramos del IRPF para reducir el impacto de la inflación en las rentas medias y bajas, con efecto ya en 2022, y el aumento del mínimo exento de los límites a las deducciones del IRPF.
No se tocará el Impuestos sobre el Patrimonio ni los de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados y, respecto al de Sucesiones y Donaciones, PSPV y Compromís mantienen sus discrepancias respecto a la extensión a empresas familiares que facturen más de 10 millones de euros de la reducción del 99% de la base imponible en caso de transmisión de los empresarios a sus descendientes.
El conseller de Hacienda, Arcadi España, se reunió este viernes con los agentes sociales -Salvador Navarro (CEV), Ismael Sáez (UGT) y Ana García (CCOO)-, a quienes, además de recabar su opinión, mostró algunas pinceladas de las novedades que prepara su departamento, con la negociación abierta entre PSPV y Compromís sobre algunos flecos. A la reunión asistieron también el secretario autonómico de Hacienda, Francesc Gamero, y la directora general de Coordinación del Diálogo Social, Zulima Pérez.