VALÈNCIA. ¿Cuáles son las virtudes que debe presentar una empresa para captar el interés de un fondo de capital privado? ¿Por qué a una compañía le puede interesar que se fijen en ella uno de estos inversores externos? ¿De qué depende? ¿Con qué fin? Estas y otras preguntas siguen siendo una incógnita para multitud de proyectos que buscan el modo de dar un salto de calidad a su plan de negocio pero carecen de recursos financieros y de planteamiento.
Si de algo saben en Nazca Capital, con sus 25 años de trayectoria gestionando fondos de capital privado, es de identificar mercantiles atractivas en las que invertir para que puedan dar ese empujón que necesitan. En una entrevista concedida a ValenciaPlaza, sus socios Celia Pérez-Beato y Emilio Manchón, explican por qué la Comunitat Valenciana se ha convertido en un mercado bullente en el terreno del 'private equity', tal y como ha constatado Nazca Capital con su entrada en Lãberit, Clustag, SanSan.
Nazca Capital, especializada en invertir en pequeñas y medianas empresas españolas, ha encontrado en la Comunitat un ecosistema fértil donde el capital privado puede marcar la diferencia. "Nos gusta asociarnos con compañías familiares", explica Pérez-Beato. "Hemos focalizado muchas inversiones en la Comunitat Valenciana. El último fondo que gestionamos es de 180 millones de euros y, de las cinco inversiones que tenemos en marcha, cuatro son en empresas valencianas". La relación, admite, no termina con la desinversión: "A lo largo de todos estos años hemos invertido en diez compañías valencianas y, después de salir, seguimos colaborando con muchas de ellas".
Negocio sólido, confianza mutua y buen capital humano
Ese vínculo, explican, se construye a partir de modelos de negocio sólidos y sectores que ofrezcan margen de crecimiento. "Somos muy generalistas", añade Manchón. "Buscamos compañías con un modelo fuerte y con un plan de futuro. Entramos cuando la empresa necesita un socio que le ayude en las grandes decisiones estratégicas y le aporte el capital para ejecutarlas". En la Comunitat, subraya, "hay sectores referentes: agroalimentario, industrial, con el peso del azulejo y la cerámica, automoción, bienes de equipo, distribución con Mercadona a la cabeza, logística… Pero siempre invertimos en empresas consolidadas; no hacemos venture capital".
Entre los ejemplos recientes, Manchón destaca dos: "Clustag es una compañía que apostó por un sector de altísimo crecimiento. Lãberit, en cambio, es un proyecto con una enorme vocación de servicio, algo muy valenciano. En ambos casos se construyó una confianza mutua”. De hecho, asegura, "los sectores son importantes, pero las personas lo son aún más". Nazca ha seguido colaborando con varias de sus participadas incluso después de salir del capital.
La Comunitat Valenciana, coinciden, se ha consolidado como uno de los polos de inversión más dinámicos del middle market, ese segmento que reúne empresas con facturaciones de entre 10 y 100 millones de euros. Un tejido compuesto en gran parte por pymes familiares, con industrias que han sabido crecer, innovar y mirar al exterior.
Aun así, no todo es llegar y convencer. Las reticencias existen. "Es normal que un empresario tenga reservas ante la entrada de un fondo", cuentan. Por eso, el mejor método para superarlas es el ‘boca oreja’. "Ponemos en contacto a empresas entre sí para que puedan compartir impresiones. La confianza es fundamental. Es importante que haya gente cercana al empresario, como puede ser su asesor, que nos conozca y pueda aportar tranquilidad. Y nosotros, por nuestra parte, debemos ver que la compañía tiene un plan de futuro claro".
Ese clima de confianza es especialmente relevante en un momento en el que el entorno geopolítico introduce incertidumbres adicionales. Manchón recuerda, sin embargo, que la firma no se ha visto especialmente afectada por los aranceles de Estados Unidos. "No han impactado a los sectores donde participamos o bien nuestros productos son muy diferenciales”. Pérez-Beato añade que, precisamente por esa diferenciación, muchas de sus participadas están protegidas ante cambios globales bruscos e, incluso, pueden “sacar ventajas de la situación". Entre los grandes referentes del territorio, la socia destaca el papel tractor de Mercadona, que ha impulsado la profesionalización y el crecimiento de múltiples sectores en torno a su cadena de valor.
Con cinco inversiones activas —una en un fondo anterior y cuatro en el actual— Nazca Capital considera que la Comunitat seguirá siendo uno de sus mercados estratégicos. Un territorio diverso, competitivo, con un amplio tejido de pymes familiares y con industrias capaces de reinventarse. Y si algo han demostrado las empresas valencianas que han seducido al fondo es que, más allá del negocio, lo determinante es tener un proyecto claro, un liderazgo sólido y la ambición de dar el siguiente salto.
