VALÈNCIA. No cabía ni un alma más en el Auditorio Miguel Burdeos de la sede de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) este jueves. Aunque ya se sabía que Vicente Lafuente sería el nuevo presidente de la patronal autonómica al ser el único candidato presentado, la cita despertó un evidente interés entre el empresariado valenciano al considerar esta asamblea electoral como algo más que una votación o un simple procedimiento para ceder el testigo. Más bien, los dirigentes empresariales acudieron para asistir al cierre de una etapa y el inicio de una nueva que, ante todo, se enfrenta a un escenario complicado en lo político e incierto en lo económico.
Pese a que el presidente saliente, Salvador Navarro, y el recientemente elegido han tratado de proyectar una imagen de consenso y unidad durante el proceso electoral, lo cierto es que este periodo arrancó el pasado mes de septiembre con turbulencias y giros inesperados. En un primer momento, Navarro anunció el adelanto de las elecciones (si se hubiera seguido el calendario se celebrarían en enero) y su intención de presentarse a un tercer mandato. Sin embargo, tras este anuncio, comenzaron a pulular rumores de cierto descontento en el seno de la organización empresarial con esta decisión; un descontento auspiciado por algunas voces discordantes con la gestión de ese momento y que, finalmente, fueron canalizadas por Lafuente, quien empezó a postularse tras bambalinas como posible candidato.
Pero si algo caracteriza los procesos electorales de cualquier organización empresarial que se precie es que suelen converger en una única candidatura pactada previamente. Y esto mismo fue lo que buscaron ambos dirigentes ante el ruido y la división interna que crecía en la organización y que, además, acabó por evidenciarse de manera más pública en la Noche de la Economía Valenciana, evento organizado por Cámara Valencia, donde el todavía presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, recriminó a Navarro su ausencia antes del final de la gala en medio de un auditorio con más de 1.000 empresarios.
Aquel gesto de Mazón (al que posteriomente Navarro quitó hierro aludiendo a su habitual tono jocoso) denotó el distanciamiento que se venía fraguando entre el dirigente empresarial y el jefe del Consell en los últimos meses debido, en un primer lugar, al bulo que se difundió sobre que Mazón estaba de comida con Navarro el día de la dana y, después, por varios desencuentros a cuenta de la Plataforma por la Financiación autonómica, así como el tijeretazo a las partidas que iban destinadas a patronales y sindicatos en los Presupuestos autonómicos.
De manera tácita, una parte del empresariado alicantino afín a Mazón trataba de activar un cambio en la patronal autonómica que, finalmente, se ha acabado produciendo con la retirada de Navarro en la carrera electoral y la elección de Lafuente después de que ambos se reunieran para llegar a un acuerdo respecto al futuro de la CEV.
Precisamente Alicante es una de las patatas calientes que debe gestionar el ahora presidente de la CEV. "Tampoco podemos tratar a todos los territorios por igual y en Alicante hay que trabajar para poner cota a diferentes visiones empresariales", afirmó Lafuente en su discurso de proclamación. "Alicante va a tener todo nuestro apoyo para acoger esa pluralidad y para que forme parte de la solución", agregó el dirigente, quien admitió que hay un problema que resolver en este sentido. "Para solucionarlo hay que reconocer que existe el problema", indicó, como ya había hecho en otras ocasiones.

- Lafuente y Navarro, durante la asamblea.
- Foto: DANIEL GARCÍA-SALA
Una de las promesas de Lafuente al tomar posesión ha sido conceder más autonomía de las CEV provinciales, que "en coordinación con la autonómica, tendrán la máxima capacidad para decidir sobre los asuntos propios de cada provincia”, con el fin de garantizar que “todas las necesidades territoriales sean escuchadas y sus particularidades atendidas".
En su repaso territorial, se comprometió a trabajar por la cohesión entre las tres provincias: "Castellón tiene sus peculiaridades también. Tiene sectores tractores pero necesita reforzar su sentimiento asociativo; y Valencia, sin caer en centralismos, debe ponerse al servicio de esas necesidades comunes. Si crece Alicante, crece Valencia y crece toda la Comunitat".
El nuevo presidente reivindicó una CEV que crezca "de abajo hacia arriba", escuchando a todas las voces del territorio. "Queremos una organización en la que todas las empresas quieran estar. Como dice Juan Roig, el cliente es el jefe, y en nuestro caso, son las empresas las que tienen el mando", señaló. Lafuente subrayó la necesidad de fortalecer la representación de las pequeñas empresas, autónomos y asociaciones sectoriales, y de ofrecerles "más atención y acompañamiento institucional". "Si las organizaciones son fuertes, la CEV también lo será", recalcó.
Uno de los mensajes más reiterados del nuevo presidente fue la defensa de la independencia política de la patronal. "No existe ni existirá injerencia política en nuestras organizaciones. Somos y seguiremos siendo una voz libre, plural y responsable", insistió, reivindicando la lealtad institucional "con actitud crítica" hacia las administraciones.
Lafuente criticó a la Administración al considerar que se están tomando decisiones "al margen del diálogo social" y reclamó reforzar la mesa de negociación autonómica. También defendió una reforma del sistema de financiación y mayores inversiones en la Comunitat, especialmente en Alicante. "La única posibilidad de financiación justa es que PP, PSPV y Compromís piensen y actúen en clave valenciana", advirtió.
Asimismo, el presidente recién electo destacó la "altura de miras del empresariado valenciano" por haber logrado el consenso tras semanas de negociación silenciosa. "Hemos dado una lección frente a la polarización política que presenciamos cada día", afirmó. A Salvador Navarro le agradeció su legado y le aseguró que seguirá siendo “un activo muy importante” para la organización: "Esto es como una carrera de relevos en la que uno entrega el testigo al otro para seguir siendo los más rápidos".
Productividad y absentismo, desafíos clave
El nuevo presidente situó la productividad, la competitividad y el absentismo entre los principales problemas que afrontan las empresas. También alertó sobre la "excesiva brecha entre lo que se enseña y lo que las empresas necesitan", y apostó por una CEV que actúe como puente entre el mundo educativo y el tejido productivo.
"Trabajaremos desde la ejemplaridad y la serenidad; el progreso no se impone, se acuerda", resumió, apelando al modus operandi que, a su entender, están siguiendo el Gobierno central y el Consell en la toma de decisiones.
La Asamblea General también ha ratificado también la elección de Eva Blasco como presidenta de CEV Valencia, Luis M. Martí al frente de CEV Castellón y César Quintanilla en CEV Alicante, en una jornada que ha simbolizado el cierre de la etapa de Salvador Navarro y el inicio del mandato de Vicente Lafuente Martínez.