VALÈNCIA. La valenciana Lladró lleva años mirando al mercado internacional para sostener un negocio que se ha ido transformando conforme cambiaban los gustos de los consumidores. Asia ha sido su gran foco en este tiempo, con un crecimiento sostenido no solo mediante la ampliación de su red de tiendas, sino también a través de su canal online, con su entrada en varios de los principales marketplaces de la región. Un giro que ha ido acompañado por una evolución en el diseño de sus piezas de porcelana, adaptadas al mercado actual con colecciones inspiradas en Disney o Star Wars, con las que busca acercarse a un público más amplio.
Su penetración en el continente asiático ha sido estratégica. China, donde cuenta con una fuerte presencia, fue la cuna de la porcelana y el origen de un arte milenario que los europeos adoptaron y que sigue siendo un símbolo de prestigio, tanto en el país como en otros mercados cercanos, como Japón. Este factor ha estado muy presente en la nueva etapa del grupo empresarial, en manos del fondo PHI Industrial desde 2017. No es casual que el continente sea hoy uno de sus principales destinos de ventas y de crecimiento.
Tanto es así que en 2024, sus últimas cuentas anuales publicadas, Lladró mantuvo su facturación en 45 millones de euros, concentrando el grueso de su facturación en Asia, con 20 millones. Por regiones, destacó el fuerte crecimiento en el área del Pacífico (6,7 millones), India (5,8 millones) y Japón (7,3 millones). Completan su cifra de negocio Europa (15 millones) y Estados Unidos (7,6 millones), según recoge su memoria de gestión.
La presencia de la compañía, con sede en Tavernes Blanques (Valencia), en la zona Asia-Pacífico ha ido en aumento desde su desembarco en el continente a mediados de los años ochenta, cuando abrió sus primeras filiales en Japón y China. Actualmente, la marca cuenta con una cincuentena de puntos de venta en la región, entre tiendas propias, shop-in-shops, espacios en centros comerciales y formatos alternativos, lo que refleja la consolidación de su apuesta por estos mercados.

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El pasado año, el continente fue uno de los de mayor crecimiento en retail. Solo en China, inauguró un pop-up de iluminación en Pekín, mientras que en Vietnam sumó un nuevo corner en Saigón. En India, reubicó su boutique en Delhi Ambience Mall y trasladó su espacio en Chennai Palladium a un formato más reducido. Turquía también formó parte de esta estrategia con la apertura de nuevos puntos de venta en el showroom de muebles Dreamhome, en Estambul, y en Beymen Zorlu Center.
En lo que llevamos de 2025, sus aperturas más recientes también se concentran en esta región, en India y China. Además, la firma cuenta con tiendas en Bangkok (Tailandia), Vietnam, Kuala Lumpur (Malasia), Singapur, Filipinas e Indonesia. En paralelo, Lladró ha potenciado sus ventas online mediante canales propios y su presencia en marketplaces como Tmall y JD.com (China) o Tata Cliq (India), reforzando así su posicionamiento digital en Asia.
Esta expansión ha permitido a la compañía dejar atrás los años más complicados, marcados por continuos reajustes y expedientes de regulación de empleo. En 2019, la empresa registró pérdidas de 9,2 millones de euros, que se redujeron a 7,5 millones un año después. En su último ejercicio, Lladró logró rebajar los 'números rojos' en un 81%, pasando de un resultado negativo de 581.814 euros en 2023 a 107.672 euros en 2024. Una mejora en la que también ha influido su nuevo proceso creativo, basado en una planificación estratégica más precisa de las líneas de producto en sus distintas categorías.
Nuevas creaciones
Aí, durante 2024, Lladró consolidó su línea Art Editions, lanzada a finales de 2023, con nuevas propuestas del artista Javier Calleja y la incorporación del argentino Leandro Erlich, reforzando así su apuesta por el arte contemporáneo como eje de crecimiento.
En el terreno del diseño y las colaboraciones creativas, destacaron la colección Ephemeral Treasures, del artista valenciano Dulk, y la llegada de Jade Purple Brown, autora del primer The Guest femenino, que marcaron hitos en la evolución estética de la marca.
Asimismo, Lladró intensificó su alianza con Loewe a través de un proyecto conjunto que subrayó la excelencia artesanal y el prestigio internacional de ambas casas españolas. En el segmento de licencias, la incorporación de Batman y Tweety amplió el catálogo de iconos populares reinterpretados en porcelana, reforzando la conexión de la firma con un público más diverso y global.