Los presidentes de las cuatro cajas se reunieron ayer en Oviedo, con el presidente del Principado de Asturias, así como con el consejero de Economía, Jaime Rabanal, para informar sobre la nueva entidad y la evolución de su puesta en marcha.
El presidente del Principado expresó su satisfacción porque la caja asturiana "haya sido un elemento clave" en una de las operaciones más importantes de la reestructuración que se está produciendo actualmente en el sector de las cajas de ahorros.
Según el responsable del Ejecutivo asturiano, este liderazgo es fruto de una "prudente y buena gestión de la entidad, especialmente en tiempos de crisis", que ha contado y cuenta con el apoyo del Gobierno del Principado de Asturias. El SIP será presentado próximamente a las autoridades autonómicas de la Comunitat Valenciana y Extremadura.
Al encuentro en Oviedo asistieron el presidente del SIP, Modesto Crespo (presidente de Caja del Mediterráneo), el vicepresidente primero, Víctor Bravo (presidente de Caja Extremadura), el vicepresidente segundo, Enrique Ambrosio (presidente de Caja Cantabria) y el consejero delegado, Manuel Menéndez (presidente de CajAstur) y el director general de CajAstur, Felipe Fernández.
Los máximos responsables del SIP explicaron al presidente de la comunidad autónoma que la integración se prevé que se culmine y sea plenamente operativa a finales de 2010, lo que supondrá la creación del tercer grupo financiero de cajas de España y el quinto del sector financiero español, con un volumen de activos superior a los 135.000 millones de euros y un volumen de negocio en torno a 177.000 millones de euros.
La nueva entidad se constituye como un grupo consolidable de entidades de crédito, en el que las entidades integrantes ponen en común el cien por cien de los beneficios, comprometen la totalidad de sus recursos propios en la solvencia de la nueva entidad, y establecen un compromiso recíproco de liquidez. La operación, que, permite fortalecer la solvencia del grupo, anticipándose a los futuros requerimientos de Basilea III, se desarrollará a través de un banco de nueva creación.
La agrupación de estas entidades presenta una diversificación de riesgos, tanto geográfica como sectorial y una ausencia de solapamiento de clientes, lo que va a permitir mayores oportunidades para empresas y familias en sus territorios de origen. La complementariedad de redes comerciales y oficinas supone un reforzamiento de la actividad en mercados relevantes como Madrid o Cataluña, siendo uno de los factores positivos del acuerdo.
En el SIP resultante, cada caja mantendrá su personalidad jurídica, su implantación regional de negocio minoristas, así como sus órganos de gobierno y obra social.
