VALÈNCIA.-
LO QUE OS INTERESA, EL ANÁLISIS DE LAS FUENTES QUE UTILIZARON, EMPIEZA DESPUES DE LA FOTO. AQUI IRÍA UN PÁRRAFO O DOS DE INTRODUCCIÓN
Aunque los autores del polémico documental Experimento stuka se precian de haber realizado una “gran investigación” y de contar con una amplia bibliografía para respaldar sus afirmaciones, lo cierto es que el esfuerzo que han dedicado a este fin ha sido más bien magro. La cinta defiende una visión revisionista de la batalla del Levante que ya la había enunciado el profesor de Física de la Universitat de València Óscar Vives en 2012. Según esta, Hitler ordenó bombardear (en secreto y a espaldas de Franco) cuatro pueblos de El Maestrazgo (Castellón) alejados del frente y sin ningún interés militar para probar la capacidad de los stuka JU 87 equipados con bombas de 500 kilos. Tras el éxito de la operación, este tipo de aparatos comenzó a fabricarse en serie. El estudio de las fuentes utilizadas demuestra que sabían desde el primer momento. que esta visión de los hechos es falsa.
1.- Los partes de guerra de la Legión Cóndor: El documental insiste que entre el 22 y el 31 de mayo, la Legión Cóndor atacó cuatro pueblos de El Maestrazgo (Albocàsser, Ares del Maestrat, Benassal y Villar de Canes), para poner a prueba la capacidad destructora de los bombarderos JU 87. Lo que dicen las actas es que la participación de la Luftwaffe en la zona se extendió del 24 de abril al 2 de junio y que también afectó a Coves de Vinromà, Benlloch y Serratella (el documental no los cita ni una vez).
Otra de las mentiras que refiere el documental es que los bombardeos de Albocàsser, Ares del Maestrat, Benassal y Villar de Canes presentan características únicas. Llegan a tal conclusión porque los partes de operaciones de la Luftwaffe de esos ataques solo indica el nombre de la localidad, mientras que en otros se describe un objetivo concreto (por ejemplo “estación de tren” o “ cruce de carreteras”). Eso es falso como demuestra el parte del 31 de mayo: ese día, Villar de Canes y Serratella fueron objeto de bombardeos, y en ambos casos, el parte de operaciones se limita a nombrar las localidades (no indica objetivos). Sin embargo, en el Experimento stuka no se nombra ni una vez a la segunda aunque según su teoría deberían haberla considerado parte del ‘experimento’ y sumar sus seis muertos (cifra sin confirmar) al parte de bajas.
El documental oculta que los alemanes sometían la zona a bombardeos con Dorniers Do 17 y Heinkels He 111
La documentación de la Legión Cóndor también desmonta la cronología del documental, ya que indica que los primeros ataques de Ju 87 con bombas de 500 kilos tuvieron lugar el 18 de febrero contra Valdecebro y Castralvo (Teruel) y que hasta el 26 de abril –el último antes de llegar a Castellón- los stukas actuaron un total de 13 días (en total, realizaron 25 servicios y lanzaron 40 bombas de 500 kg). El documental solo habla de “algún” ensayo previo en Teruel.
Por último, cabe recordar que ni en el documental ni en uno solo de la veintena de artículos publicados sobre el mismo en distintos medios (en los que se entrevistó a Óscar Vives y/o Rafa Molés) se menciona que antes de los ataques con JU 87, los alemanes sometían la zona a un intenso bombardeo con Dorniers Do 17 y Heinkels He 111 (podían tomar parte en esas misión más de 60 aeronaves). El dato nunca se menciona para dar la sensación de que solo se empleaban stukas, y para ocultar que, en realidad, los ataques solían seguir el mismo patrón de siempre: bombardeos tácticos de saturación sobre el frente combinados con bombardeos estratégicos de precisión contra los objetivos secundarios o de retaguardia.
Parte de Guerra de la Legión Cóndor del 31 de mayo.2.- Los partes de guerra de la Agrupación Toral: En el documental aparece uno de los mapas del ejército republicano, aunque nunca se explica su contenido. También se ve cómo Vives consulta otros informes de las fuerzas leales a la República en el archivo de Ávila. Cabe señalar que en los 70 minutos de metraje no se cita ni una sola vez a la Agrupación Toral, ni la batalla del saliente de El Maestrazo, ni el Frente de Levante.
Dado que el combo Vives-Molés-Andreu quería mantener la ficción de que los pueblos atacados estaban aislados y alejados del frente, los autores no utilizaron esta documentación que desmonta su discurso. Esta demuestra dos cosas. La primera, que no eran pueblos alejados del frente sino el frente mismo. La segunda, que la zona estaba llena de soldados y, lógicamente, los pueblos servían de base (centro de mandos, almacenes, alojamiento…).
Los documentos de la Agrupación Toral describen cómo la zona estaba dividida en tres áreas, y que (en total) había entre 15.000 y 17.000 soldados republicanos (según los cálculos de los investigadores Lucas Molina y Rafel Permuy). La documentación republicana describe la presencia de dos divisiones con cinco brigadas, siete baterías de artillería, cañones antitanque, obuses, 15 blindados, carros de combate (cuatro BT-5 y siete T-26B), dos grupos de cañones antiaéreos (24 de 20 mm y 12 de 76,2 mm), vehículos de transporte... hasta mulas de carga.
El historiador Antony Beevor, en el documental, culpando a von Richthofen de los ataques, pese a que dejó España antes de que llegar el primer Ju 87 (SUICAFilms).3.- La Guerra Civil en España (Antony Beevor): Para los perpetradores de Experimento stuka, este libro es la piedra de toque de su teoría. El libro es excelente, y así lo ha reconocido la crítica de manera unánime. Sin embargo, contiene algún pequeño error que no tendría la más mínima importancia de no ser por el polémico documental galardonado en los recientes premios del audiovisual valenciano.
En primer lugar hay que entender que en en las 728 páginas de La Guerra Civil Española (864 si sumamos mapas, índices, bibliografía…), Molés y compañía solo han encontrado un párrafo, en las conclusiones, para sostener su teoría. Lo que dice el texto (pág. 720) es:
Es decir, que en ningún momento afirma o insinúa que la Lufwaffe experimentara en El Maestrazgo con bombas de 500 kilos lanzadas desde sus stukas, sino que los Ju 87 se emplearon en varios pueblos y ciudades, y cita esas cuatro localidades de Castellón a modo de ejemplo, sin darles mayor importancia. Su fuente es el llamado ‘Informe Fugger’. Eso sí, en la pág. 586, ya reseña que este tipo de ataques comenzó en el frente de Aragón.
Hay una cosa curiosa en la obra de Beevor relativa al Frente de Levante, y es que, cuando describe breve pero acertadamente este lance (le dedica un párrafo en la pág.a 556) no menciona a los JU 87. ¿Por qué? Suena a broma, pero el historiador no sabe que los cuatro pueblos famosos están en Castellón; él los sitúa en Aragón (solo hay que leer atentamente el párrafo citado arriba).
Y dos datos demuestran que el libro de Beevor no puede ser utilizado para defender el Experimento Stuka. Primero, de las 99 fotos que reproduce en su libro ni una sola pertenece al famoso informe Fugger. Segundo, solo hay dos referencias en todo el libro a los JU 87.
Leopold Fugger (cuarto por la izq.) con los pilotos de la Ju 87 'kette', en La Senia (RIES Y RING)4.- El ‘Informe Fugger’: Este documento, bautizado así en nombre de su autor (el general Leopold Fugger, un simple observador de aeroplano) es el hilo de Ariadna del que tiró Óscar Vives hasta descubrir el inexistente experimento secreto nazi. En total, consta de 67 páginas y 66 fotografías de Albocàsser, Benassal, Ares de Maestre y Villar de Canes antes y después de los bombardeos. Es un viejo conocido de los historiadores desde que los historiadores alemanes Hans Ring y Karl Ries lo utilizaron para su libro Legion Cóndor 1936-1936. Eine ilustrierte Dokementation (1980). No consta que el BA-MA, RL 35/34 –es el código bajo el que está clasificado en el Archivo Militar de Friburgo (Alemania)- fuera clasificado secreto.
¿En qué radica su importancia? En nada, no tiene ninguna. Es un documento absolutamente rutinario para verificar el efecto de un bombardeo. Dado que los archivos de la Legión Cóndor ardieron durante el ataque a Berlín de 1945 es imposible saber cuántos más hubo. Sin embargo, Ring y Ries aluden a otro en su libro, así que sobrevivieron al menos dos. Una prueba innegable de su carácter rutinario es que en los archivos de la Aviazione Legionaria (la fuerza aérea italiana que operó en España durante la Guerra Civil) se conservan docenas prácticamente iguales.
El ‘Informe Fugger’ no es tan exhaustivo como los defensores de la teoría del Experimento stuka quieren hace creer, ya que solo contiene fotos de cuatro de los siete pueblos de El Maestrazgo que sufrieron las bombas de 500 kilos de los JU 87. Además, se limita al periodo comprendido entre el 22 y el 31 de mayo. Por eso, al pretender que el documento es muy importante, la cinta de Molés y Andreu ignora todo lo ocurrido en otros lugares y en otras fechas.
La historiadora Stefanie Shüller-Springorum, durante el rodaje del documental (SUICAFilms)5.- La guerra como aventura (Stefanie Shüller-Springorum): Preguntada sobre qué datos añadía su libro para apoyar la teoría del ‘experimento stuka’, la investigadora alemana no salía del mantra de que todas las acciones del la Legión Cóndor en España tenían carácter experimental (en realidad, la experimentación se realizó en Alemania y en España se realizaban las pruebas). Es imposible sacarle de ahí. Eso lo sabe cualquiera con primero de Wikipedia: ante el Tribunal de Nuremberg, Hermann Göring aseguró que Alemania se sumó a la Guerra Civil para experimentar.
El problema de Shüller-Springorum no es que su libro no aporte nada al respecto, es que lo poco que aporta está mal. En primer lugar hay que destacar que su libro solo menciona una vez el Informe Fugger, y que de las 33 fotos que lo ilustran, no hay ninguna extraída de ese documento, lo que demuestra que no le dio ninguna importancia en su día. Otro dato importante es que la historiadora alemana también señala que los Ju 87 empezaron a operar en febrero de 1938 en Teruel.
Pero lo más destacado de La guerra como aventura, con respecto a este episodio, son los errores que comete y que no tendrían la menor importancia si no llega a ser por el documental. Para empezar, la historiadora alemana demuestra que –como Beevor- no tiene ni idea de dónde están los pueblos señalados en el informe Fugger, ya que ella los sitúa en el contexto de la batalla del Ebro y no menciona la presencia de los Ju 87 ni nada relacionado con ningún experimento.
Hay otra alusión interesante de la historiadora que vuelve a refutar la tesis del documental y demuestra que los pueblos que se citan en él eran un objetivo habitual. Está extraída de un informe de la Legión Cóndor sobre la batalla de El Maestrazo,:
Sin embargo, tratándose de Shuller-Springorum, tenía que haber un error. La cita –que extrae del libro The Luftwaffe de Jame S.Corum,- es del 11 febrero,dos meses y medio antes de que cayera la primera bomba en El Maestrazgo. En realidad se refiere al frente del norte, como explica claramente el historiador americano.
Los autores de "Stukas en España", Lucas Molina y Rafael Permuy.6.- Stukas en España (Rafael Permuy y Lucas Molina). Es el complemento perfecto para el libro de Ries y Ring. Tal es así, que los dos comparten editorial en el mercado anglosajón: Schiller. Hay un artículo del boletín del Grupo de Memoria Histórica de Benassal, firmado por Óscar Vives, que demuestra que conocía el libro desde 2012, casi tres años antes de que comenzara a filmarse el documental. En él quedan rebatidos, a partir de las fuentes originales, la mayor parte de las afirmaciones del Experimento Stuka, ya que incluye una detallada cronología de dónde y cuándo la Legión Cóndor utilizó este tipo de bombarderos en picado y con qué tipo de bombas. Por eso los directores del documental decidieron no acercarse a los autores ni con un palo. Ni siquiera cuando desde Aportes. Revista de Historia Contemporánea (publicación indexada), en 2016, les aconsejaron hacerlo.
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