Valencia Plaza

valorado en más de 100 millones

Fidelity ve a Prosegur con recorrido al alza y supera el 5% del capital

Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

MADRID (EP). Fidelity Investment Trust ha aumentado en dos puntos su participación en el accionariado de la empresa de seguridad española Prosegur, hasta controlar ya el 5%, manteniendo así su condición de accionista de referencia. Según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercados de Valores (CNMV), Fidelity traspasó el lunes 7 de octubre este nuevo umbral del 5% al adquirir nuevas acciones en el mercado regulado, desde el 3% anterior.

De esta forma, el fondo mantiene 29,97 millones de títulos de Prosegur de forma directa, lo que a precios de mercado equivale a unos 103 millones de euros. Este martes, el precio de sus títulos avanzó un 1,48% en bolsa, hasta los 3,43 euros por acción. No obstante, en lo que va de año, las acciones de Prosegur acumulan una caída del 21%, estando ahora a tan solo ocho céntimos del mínimo anual alcanzado el pasado mes de agosto de 3,35 euros por título.

En septiembre, Prosegur anunció la adquisición por parte de Telefónica del 50% de su negocio de alarmas en España por 300 millones de euros, una operación que le hizo rebotar casi un 10% en el parqué, hasta casi 4 euros por acción, un alza que apenas dos semanas más tarde ya ha borrado por completo.

El principal accionista de la compañía continúa siendo la empresaria argentina Helena Revoredo Delvecchio (51,6%), seguida del fondo de inversión Invesco Oppenheimer (6,2%), de Fidelity Management and Research (FMR) (6,19%), de Mirta María Giesso (5,6%) y de Fidelity Investment Trust (5%).

Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo

El grupo sanitario IMED dispara sus ingresos un 20% hasta 90 millones y vuelve a beneficios
La avería del trasvase y el agua desalada: ¿una 'cláusula Narbona' por la puerta de atrás?