Si fuéramos a una taberna japonesa sin un traductor a mano y nos pusieran delante esta lista de especialidades culinarias: momo, teba, torikama, reba, sunagimo y hatsu, ¿qué palabra escogerían? Quiero imaginarme que hatsu, como yo. Hatsu tiene la sonoridad más delicada. Hatsu es el nombre que le pondría al protagonista de una novela. Hatsu significa corazón.

El hatsu de pollo de Hikari lo tiene todo para convertirse en un clásico, si es que no lo ha hecho ya. Como todo lo que he probado aquí es un viaje a japón. Una oda al buen uso de la robata (la parrilla nipona de carbón). Producto de calidad, fresco, cocinado al momento y, obviamente, a la vista, como en las mejores izakayas. Esta brocheta de hatsu es sabrosa, simple, clara, directa, fabulosa.

¡La tienen que probar!