VALÈNCIA. La guerra abierta entre los principales socios de la UTE Erescanner Salud, que gestiona las resonancias magnéticas de casi todos los hospitales públicos valencianos, tiene una nueva batalla que va más allá de la pugna por los beneficios millonarios del negocio. Las empresas Inscanner y Beanaca, propiedad de la familia Paz (Clínica Benidorm), acusan a la familia Saus, propietaria de Eresa, de estafa por supuestamente haber facturado desde sus despachos de asesoría fiscal más de 600.000 euros a la UTE por servicios que no se habrían prestado, según la querella que ya instruye un juzgado de València.
La UTE Erescanner Salud está controlada en un 57% por la familia Saus (Grupo Ascires) –a través de Eresa (49%) e Iberdiagnosis (8%)– y los otros socios son la familia Paz (Clínica Benidorm) con el 28,5% –a través de Inscanner (20%) y Beanaca (8,5%)– y Ribera Salud, con el 14,5% restante. La UTE ganó en 2008 el concurso, valorado en casi 500 millones de euros, para gestionar durante diez años las resonancias magnéticas de una veintena de hospitales públicos. El contrato finalizó el 31 de octubre de 2018, pero la Conselleria de Sanidad no ha recuperado el servicio, como prometió, y las empresas continúan prestándolo.
La querella, a la que ha tenido acceso Valencia Plaza, forma parte del escrito de acusaciones del que ya dio cuenta este periódico sobre la discrepancia en el reparto de los beneficios de la UTE, pero se refiere a hechos diferentes y que, al contrario que aquellos, no habían sido sometidos a arbitraje para dirimir las controversias.