VALÈNCIA. El Foro de Innovación Educativa de Caxton College ya va por su sexta edición. Este evento donde se quiere anticipar, analizar y difundir las propuestas de expertos de primer nivel mundial, relacionadas con las innovaciones para dinamizar el mundo educativo ha contado en esta ocasión con el filósofo, ensayista y pedagogo José Antonio Marina quien, con más de cincuenta libros publicados en torno al estudio de la inteligencia, ha ofrecido una charla sobre lo que él define como la sociedad del aprendizaje, “toda persona, institución, empresa o sociedad necesita, para sobrevivir, aprender al menos a la misma velocidad a la que cambia su entorno. Y si quiere progresar, tendrá que hacerlo a más velocidad. Tendremos que seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida, y eso nos obliga a cambiar de mentalidad y a poner los medios necesarios”, explica José Antonio Marina en una conversación con Valencia Plaza.
Esa sociedad del aprendizaje, según José Antonio Marina, tiene que partir de un concepto: learnability. La capacidad de aprender con rapidez y de disfrutar haciéndolo. “Esta es una actitud que debemos fomentar en la escuela y en toda la sociedad”.
Sin embargo, José Antonio Marina, alerta de que estamos preocupados por los resultados inmediatos y no estamos dedicando el suficiente esfuerzo a preparar para ese mundo futuro. “Y nos encontramos en un estado de emergencia educacional, en el que hay que actuar con rapidez. Necesitamos a los mejores, crear un think thank de personas en las que podamos confiar para decidir qué hay que enseñar para que los estudiantes puedan hacer frente a ese futuro, sino será la tecnología, y las grandes empresas tecnológicas las que diseñen qué tipo de formación es necesaria y a ellos solo les mueve el interés económico”.
- La estructura del sistema educativo actual es muy similar al de hace treinta o cuarenta años, pero la sociedad y el mercado laboral han cambiado mucho, y lo van a seguir haciendo en los próximos años, ¿cómo pueden confluir?
- La educación tiene que cubrir tres objetivos. Primero mejorar la capacidad intelectual y emocional de los alumnos. El segundo enseñarles a ser buenos ciudadanos. Y el tercero educarles para su entrada en el mercado de trabajo. En la actualidad, ninguno de esos tres puntos se cumple y en es es en lo que tenemos que trabajar, preguntándonos ¿a qué tipo de persona confiaría yo mi futuro?, ¿qué tipo de convivencia queremos como sociedad?, ¿qué habilidades van a necesitar? Porque ellos van a ser los responsables de este mundo dentro de diez o veinte años, pero necesitan que les demos una base sólida, una educación eficaz que les capacite.
En la educación tradicional se enseñan contenidos, pero los programas son demasiado largos y no hay tiempo para explicar qué hacer con esos contenidos, como aplicarlos. Y ahí radica el fallo porque podemos enseñar muy bien Lengua o Inglés, pero si no enseñamos también la habilidad para comunicarse con ese lenguaje, de poco sirve.