VALÈNCIA. La mascarilla deja de ser obligatoria en exteriores este sábado, una medida anhelada por la ciudadanía pero que llega en un momento de cierta intranquilidad sanitaria en la Comunitat Valenciana, donde los últimos brotes debido al aumento de la movilidad, han incrementado los contagios y la incidencia hasta niveles de febrero y marzo respectivamente.
Así, la Conselleria de Sanidad notificaba este viernes 821 nuevos contagios. Bien es cierto que esta cifra acumulaba las últimas 48 horas -el jueves no se ofrecieron datos por ser festivo-, pero también lo es que había que retroceder al 23 de febrero para encontrar un número tan elevado de positivos.
Es más, la incidencia acumulada a 14 días no miente. Tal y como informó este diario esta misma semana, cuanto este dato se elevó a 45,3 casos por cada 100.000 habitantes, la Comunitat Valenciana se encuentra en una preocupante tónica ascendente que no se producía desde meses atrás. Este viernes, la IA se elevaba hasta 55,98, el dato más elevado desde el pasado 10 de marzo y situándose por encima de Galicia y Baleares, y prácticamente empatada con Murcia y Castilla-La Mancha.