Puede que este año la copa a la mejor paella del mundo vuelva a Asia, o quizás viaje hasta Oriente Medio o Latinoamérica. O no haya que irse tan lejos y se quede en Irlanda, Italia o Bulgaria. Por el momento, no hay ningún favorito. Los doce participantes tienen las mismas posibilidades de ganar. Pero para eso tendrán que demostrar su maestría a la hora de elaborar este plato que, aunque nuestro, pertenece ya un poco al resto del mundo.
Cada uno de los doce finalistas –seleccionados por un jurado profesional designado por la organización entre más de medio centenar de participantes que se han presentado en esta quinta edición– prepararán paellas de todo tipo. Porque aquí no se busca la mejor paella valenciana, sino la mejor paella a secas. De carne, de pescado, con o sin verduras, combinando mar y montaña… Las opciones son innumerables. Lo que seguro veremos en las paellas que preparen es algún guiño a sus lugares de origen. Así fue en 2023, cuando el japonés Kohei Hatashita alzó la copa con una paella de pato, naranjas valencianas y puerro, y en 2022, año en el que una paella de setas y foie triunfó de manos del cocinero francés Eric Gil.
Pero hay una cosa que deberán respetar todas las paellas que se suban al podium. Más allá de los ingredientes elegidos, para tratar de luchar por el primer, segundo o tercer puesto deberán cumplir con los mandamientos que cualquier valenciano le pide al arroz: que quede seco, suelto, entero y, por supuesto, que sea sabroso. Parece fácil, pero no lo es. “A estos cuatro puntos, yo le añadiría otro más, que tenga buen color. Eso que se consigue con un buen sofrito”, explica Jesús Melero, uno de los maestros paelleros con mayor andadura profesional y prestigio en toda España, secretario del jurado del World Paella Day Cup en esta edición y coordinador e impulsor del Concurso Internacional de Paellas de Sueca durante 35 años. Para Melero, este sería uno de los secretos. El otro lógicamente, es la combinación de ingredientes. “Hay productos que no casan bien con la paella, como por ejemplo la ternera. Pero cada año nos damos cuenta de que los cocineros tiene más información y son paellas más coherentes. En ocasiones son paellas que a nosotros nos parecen raras, pero luego vemos que tienen mucha coherencia”, explica este maestro paellero que ha dado la vuelta al mundo siete veces probando paellas en todos los países imaginables.