VALÈNCIA. De Massarrojos a Alfafar y de Benimàmet a Natzaret, más de trescientas fallas mayores pueblan las calles de València desde primera hora de este sábado, fecha límite para la esperada Plantà de las Fallas de 2024. Muchas de ellas se encuentran en distritos como Quatre Carreres y en barrios como Ruzafa, aunque el casco antiguo de la ciudad ya cobija a dos de los nueve monumentos que compiten en la espectacular sección de especial. Son Na Jordana, que presenta una propuesta imaginativa bajo el lema Memòries de l’avenir del artista Mario Gual del Olmo, y la Plaza del Pilar, que este año se decanta por una obra de Paco Torres que lleva por título Vudú.
Además de estas dos fallas, el corazón de València alberga también el monumento municipal de la Plaza del Ayuntamiento, ejecutado en esta ocasión por el artista Pere Baenas en base al diseño de Escif. La obra, denominada Dos palomas, una rama, es, en palabras de los propios autores, un proyecto "icónico", "universal" y "lleno de esperanza" que constituye "un llamamiento a la paz" y que, a su vez, promete "romper con todo aquello que se ha visto anteriormente".
Por su parte, los barrios del ensanche de València alojan a la mayoría de monumentos falleros de la categoría de especial, como el de Convento Jerusalén-Matemático Marzal, obra de Pere Baenas y de temática mitológica, que lleva por título Olimpia. A su vez, y ya algo más alejados del lugar desde el que se disparan las mascletás, se encuentran en Ruzafa las propuestas Quiéreme Loca, de Cuba-Literato Azorín y el artista Vicente Martínez Aparici, y Dame un like de Sueca-Literato Azorín y Pedro Santaeulalia.