VALÈNCIA. Hablar de Napicol es hablar de Kilómetro Cero en el sentido más literal de la palabra. Viven pegados a la huerta, y organizan su carta en base a lo que ésta les ofrece cada temporada. Verduras y hortalizas ecológicas de producción propia, recogidas cuando alcanzan su máximo punto de esplendor. Pescado fresquísimo también, recién llegado de la Lonja y expuesto en vitrinas para regocijo de los clientes.

En Guía Hedonista hemos querido premiar el compromiso de sostenibilidad que encontramos en la cocina de mercado que lleva a cabo Chemo Rausell en su maravilloso restaurante del Barrio de Roca (Meliana). Una cocina respetuosa con los tiempos de la naturaleza -que es la que dicta cada día los “fuera de carta”-, y también con la tradición del recetario mediterráneo. Este es un lugar excelente para disfrutar de un buen all i pebre, un arroz seco de floricol i abaetxo o un meloso de fesols i naps. Si nunca has probado el cap i pota -la versión catalana de los callos, utilizando cabeza de ternera y tripa-, es un restaurante muy recomendable para debutar. 

Y, por último, la conexión con el paisaje. Napicol es un remanso de paz en plena huerta valenciana. Su amplia terraza con olivos y árboles frutales es un absoluto regalo para los sentidos. En cualquier época del año, para cualquier momento del día; Napicol es un acierto.