Un año más, el pasado 8 de marzo celebramos el Día Internacional de la Mujer, una fecha señalada para la celebración, el homenaje y la reivindicación.
Es sin duda un motivo para recordar la necesidad de seguir luchando por la consecución de una auténtica y efectiva igualdad en todos los ámbitos de la sociedad.
Si queremos una igualdad real de oportunidades, basada en la libertad de las mujeres para alcanzar objetivos y aspiraciones personales y profesionales, hay que eliminar todas las barreras y trabas que impidan nuestro desarrollo para ser verdaderamente libres y capaces de elegir.
En esta fecha celebramos también los avances conseguidos por nuestra sociedad en las últimas décadas gracias a la Constitución Española de 1978, que proclama la igualdad y ha favorecido políticas que han convertido a nuestro país en un referente en la igualdad entre mujeres y hombres. Unos avances que son irrenunciables.
Las mujeres españolas hemos protagonizado una auténtica revolución social y cultural, un ejemplo a seguir por las mujeres de otros países que desgraciadamente siguen padeciendo una sistemática discriminación, invisibilidad y hasta violencia por el hecho de ser mujer.
Al igual que exigimos plena igualdad aquí, considero una obligación política y moral denunciar la terrible situación existente en otras latitudes, radicalmente distinta a la de las sociedades democráticas y liberales de nuestro entorno. Me refiero a regímenes políticos totalitarios y a sociedades opresivas que vulneran por sistema la dignidad y los derechos de la mujer y las niñas. Se trata de una cuestión de violación de los derechos humanos que nos interpela.

- Foto: EVA MÁÑEZ
En el 8 de marzo también hemos rendido tributo a aquellas mujeres que han liderado la lucha por la igualdad y por los derechos de la mujer.
Es de justicia reconocer el legado de lo que muchas mujeres, conocidas o anónimas, han logrado históricamente, comenzando con aquellas sufragistas en el siglo XIX, entre otros referentes que dieron los primeros pasos del movimiento feminista. Estamos en deuda con ellas, toda la sociedad lo está.
El innegable carácter reivindicativo de esta jornada tiene que servir de impulso para hacer balance de todas las cuestiones pendientes, pues todavía queda camino por recorrer.
El Partido Popular siempre ha defendido y promovido de manera decidida el protagonismo de la mujer en todas las esferas de la vida en nuestra sociedad.
En el ámbito de la representación política, es un hecho que muchas mujeres del PP, hace ya décadas, abrieron puertas y derribaron muros asumiendo cargos institucionales que hasta entonces habían sido ocupados por hombres.
Actualmente, el PP está poniendo el acento en medidas necesarias para avanzar en conciliación, flexibilidad laboral y corresponsabilidad para eliminar la brecha salarial asociada a la maternidad; todo ello plasmado en una proposición de ley de Conciliación y Corresponsabilidad Familiar, iniciativa que fue vetada por el Gobierno en el Congreso.

- Foto: EVA MÁÑEZ
Apostamos por la creación de más oportunidades de empleo para la mujer y creemos en el papel de la educación como motor de la igualdad. Sin olvidar la lucha contra la violencia que sufren las mujeres. De hecho, fue el Gobierno del PP en 2017 el que impulsó el primer Pacto de Estado contra la violencia de género.
Pienso que las acciones políticas hay que juzgarlas por sus resultados, más que por sus intenciones. El historial del Gobierno de Sánchez en materia de igualdad, de la mano de los planteamientos extremistas y divisivos de Podemos, es muy negativo para las mujeres. Ahí están los lamentables efectos provocados por la Ley del “solo sí es sí” o los riesgos que conlleva la llamada Ley Trans, por citar dos normas que han generado más problemas que soluciones.
No necesitamos declaraciones altisonantes ni chapuzas legislativas. Necesitamos que las administraciones públicas, en cooperación con la sociedad civil, se ocupen y preocupen de los problemas reales de las mujeres, sin dogmatismos, paternalismos ni exclusiones.
La lucha por la igualdad es una cuestión que concierne a mujeres y hombres. Es un objetivo compartido que no debería convertirse en motivo de lucha partidista y electoralista que genere una confrontación permanente.
Las conquistas sociales pertenecen a toda la sociedad en su conjunto, por lo que resulta deseable el mayor grado de acuerdo y consenso posible, mediante un diálogo sereno y reflexivo, sin silenciar ni negar debates que pueden contribuir a esta noble causa.
Desde la Diputación de Valencia, el área de Igualdad que dirige la vicepresidenta Natalia Enguix, de Ens Uneix, lleva a cabo políticas y ayudas que demuestran que, sin estridencias ni polémicas estériles, se pueden realizar multitud de acciones en positivo y, lo más importante, útiles y eficaces para que nuestros municipios y su tejido asociativo se sumen a la consecución de una sociedad más justa.
Este año, con el cartel de la campaña del 8 de marzo, bajo el lema Somos la fuerza de la reconstrucción, la Diputación ha querido visibilizar la fuerza y el coraje mostrado por tantas mujeres en el proceso de recuperación tras la tragedia de la Dana. Va por ellas nuestro recuerdo y homenaje.
Laura Sáez, diputada de Hacienda