Los valencianos estamos cansados de ser injustamente tratados por el Gobierno de España, pero no nos rendimos. Reivindicamos lo que es nuestro, con trabajo y compromiso para mejorar la vida de los valencianos.
El último ejemplo lo hemos vivido estos días. El pasado 28 de febrero presentamos ocho proyectos por valor de 20 millones de euros al Plan EDIL. Se trata de fondos europeos para financiar proyectos que permitirán mejorar infraestructuras clave y potenciar la calidad de vida en nuestros barrios. Los hemos presentado trabajando a contrarreloj y el último día del plazo, porque el Gobierno de España no nos ha dejado otra opción.

- Imagen de archivo de una obra en un barrio de València -
- Foto: AYUNTAMIENTO DE VALÈNCIA
Durante semanas hemos solicitado reiteradamente al Gobierno de Pedro Sánchez -mediante cartas, correos electrónicos, llamadas, petición de reuniones- que modifique la orden ministerial que dificulta optar a estos fondos y a los destinados a la reconstrucción tras la Dana al mismo tiempo. La callada por respuesta. No hemos tenido ninguna respuesta oficial por escrito por parte del Ministerio de Hacienda que nos dé seguridad jurídica para actuar en beneficio de nuestros barrios más vulnerables.
Pero nosotros a lo nuestro. Desde el equipo de gobierno de la alcaldesa, María José Catalá, consideramos que es manifiestamente injusto que el territorio y la ciudadanía no afectados directamente por la catástrofe de la Dana deban ser privados de la oportunidad que ofrecen los fondos europeos de promoción del desarrollo urbano sostenible, los cuales redundarían en la mejora de la calidad de vida de toda la ciudad. Y lo estamos peleando con trabajo y rigor. Tener que elegir es un chantaje que no vamos a tolerar.
Si nuestro territorio estuviese gobernado por el partido de Pedro Sánchez o alguno de sus socios en Moncloa, quizás la respuesta hubiera sido bien distinta. Ese trato injusto es el habitual. Ha ocurrido lo mismo con la propuesta del Gobierno sobre la condonación parcial de la deuda autonómica. Una propuesta estrictamente política, no técnica, que plantea una reducción de la deuda de la región en 11.210 millones de euros, una cifra insuficiente y discriminatoria si se compara con la magnitud del problema financiero que afronta nuestra comunidad.
Según el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), si la condonación de deuda se realizara en función de la "deuda justificada" por la infrafinanciación, la Comunidad Valenciana debería recibir una reducción de 17.800 millones de euros, lejos de lo planteado. El criterio aplicado por el Ministerio de Hacienda deja a la comunidad con el menor porcentaje de condonación en relación con su deuda.

- Reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera -
- Foto: A.PÉREZ MECA/EP
Y no olvidemos la letra pequeña de esta condonación: el dinero que nos ahorremos de los intereses de la deuda no lo podemos destinar a mejorar la vida de nuestros vecinos. La izquierda lo que propone es pagar a los bancos en lugar de contratar más médicos, más profesores o gastarlo en políticas sociales. Tenemos claro que las prioridades del gasto público socialista son otras: Jésica, Berni, Koldo, Delcy, los ERE…, pero nos hubiese gustado a los que sí nos dedicamos a gestionar, poder invertir en ayudar a los ciudadanos.
Estamos, por tanto, ante una mala imposición, que no acuerdo, para los valencianos: somos la única Comunidad a la que no se nos compensa el problema estructural de infrafinanciación que arrastramos desde hace décadas.
Una condonación que no es más que un pacto amañado con Cataluña que responde al precio que tiene que pagar Sánchez con los partidos independentistas para garantizar sus votos a fin de mantener el sillón en Moncloa y que, evidentemente, no soluciona los problemas reales de financiación de la Comunidad Valenciana.
La insuficiencia del alivio planteado no aborda, y menos resuelve, el auténtico problema de fondo: la infrafinanciación crónica que padece la Comunidad Valenciana. Este déficit estructural ha disparado la deuda hasta niveles insostenibles, dificultando dar la mejor respuesta, que necesita presupuestos, a los retos que tenemos encima de la mesa como la vivienda, educación o sanidad.
El expresidente del Gobierno, Felipe González, lo ha explicado en la Asamblea General de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) en Valencia de forma contundente: “Quitar deuda a una comunidad autónoma no significa quitar deuda a los españoles, sino cambiar la deuda de aquí a allá. Pero no van a quitar nada de deuda a nadie. Es mentira. La deuda nos la vamos a tragar, la vamos a pagar de una manera u otra”.

- El expresidente del Gobierno, Felipe González, durante la asamblea general de la Asociación Valenciana de Empresarios -
- Foto: ROBER SOLSONA/EP
Y así es. Nos hacen un truco para que pensemos que nos hacen un favor, pero nada más lejos de la realidad. La solución a esta injusticia pasa por una reforma profunda del sistema de financiación autonómica, una reivindicación razonada e indiscutida de la Comunidad Valenciana que sigue sin atenderse.
El Gobierno de Pedro Sánchez debe abandonar los criterios arbitrarios y politizados para la distribución de los recursos y aplicar principios de equidad e igualdad entre todas las autonomías. La Comunidad Valenciana no puede permanecer en esta posición de clara desventaja frente a otras regiones y seguir siendo la gran perjudicada en un sistema que, lejos de corregir sus desigualdades, perpetúa su injusta situación financiera.