En estos últimos años he expresado de forma reiterada, incluso machacona, en esta columna una admiración por los éxitos de Singapur. Sus turbulentos comienzos tras la independencia de la federación malaya estaban lejos de presagiar que se iba a convertir en una de las comunidades políticas más prósperas del planeta. El arquitecto de este artefacto fue el gran Lee Kuan Yew cuya visión de su proyecto país fue decisiva. En su día ya tratamos las razones que explicaban este resultado tan sobresaliente. Y lo conseguido resulta francamente extraordinario.
Esto se simboliza en el coctel estrella de Singapur: el Singapore Sling. Ahí va la digresión, la carretera secundaria que se convierte en principal y que tanto disfruto. En efecto, fue precisamente en el legendario hotel Raffles de Singapur donde se creó esta maravilla etílica. No se puede olvidar que el Raffles es sin duda uno de los hoteles más carismáticos de Asia (junto con el Metropole en Hanoi, el Oriental en Bangkok, el Península de Hong Kong o el Strand de Rangón; en definitiva las grandes damas coloniales del continente).
Se inauguró en 1887 y fue el primer hotel en Singapur que tuvo electricidad y aire acondicionado. Ha sido merecidamente declarado monumento nacional y alberga en la actualidad una exclusiva galería comercial, más de quince bares o restaurantes memorables y probablemente tiene una de las bodegas más amplias de la región. Es inolvidable por su diseño colonial simultáneamente sencillo y sofisticado: sus jardines interiores, sus patios y fuentes encantadores lo hacen un destino único. Dada mi condición de mitómano irredento, me fascinan todas las celebridades que se han alojado entre sus muros: el gran Joseph Conrad, el chispeante W. Somerset Maugham, la eterna Reina Isabel II o la gélida Catherine Deneuve (que conocí en Valencia hace muchos muchos años; hay documentos gráficos aunque esa es otra historia como decía Gandalf).

- El Hotel Raffles.
Resulta curioso que haya varias fotos del expresidente del gobierno español, el inefable José Luis Rodriguez Zapatero de lo que se desprende que ha debido pernoctar más de una vez en el Raffles lo que denota que al menos tiene buen gusto para los hoteles. La tradición literaria del Raffles se acredita por el hecho de que uno de sus bares se llama el Writers Bar ubicado al lado de la entrada principal. Pero en es en el Long Bar (más hipnótico que el Long Bar del Waldorf de Shanghai que ya de por sí es una pura maravilla) donde la elegancia y el espíritu del Raffles brillan con todo sus esplendor.
Un dato anecdótico pero muy revelador de la naturaleza libertaria de este lugar es que probablemente el Long Bar es el único lugar de Singapur en el que se permite tirar al suelo las cáscaras de cacahuetes que acompañan a las bebidas que se sirven. En una ciudad en la que arrojar basura al suelo está castigado con una multa que oscila entre los 2.000 y los 10.000 dólares en los casos suicidas de reincidencia, esta permisibilidad roza la acracia tropical.
De hecho uno de los grandes placeres gamberros de una ciudad caracterizada por la ley y el orden, es precisamente caminar por encima de las cáscaras y escuchar su crujir bajo los pasos de uno. Y es justamente en Long Bar donde nació el Singapore Sling en 1915. Se le atribuye a un camarero chino Ngiam Tong su paternidad. Este señor Ngian Tom sin duda era un tipo listo ya que inventó un cocktail cuyo destinatario básicamente eran las señoras. En aquella época estaba socialmente mal visto que las mujeres tomasen alcohol.
En consecuencia mientras los caballeros trasegaban gintonics y whiskies como si no hubiese mañana, las damas tenían que contentarse con tristes infusiones o tediosos zumos de frutas eso sí exuberantes. El creativo Ngian Tom ideó un cocktail con los siguientes ingredientes cuya combinación resulta imbatible: base de contundente ginebra, zumos de piña y lima y, para conseguir su color rosado, el licor de cereza y la granadina. De esta forma, como decía el salvaje Hunter S. Thomson que recurría de forma reiterada a este cocktail para emborrachar a sus personajes de Miedo y asco en las Vegas se trata de “una bebida rosa para gente pálida”.

El secreto del cocktail era precisamente ese color rosado tan atractivo para que sus consumidoras pudiesen tomarlo con inmunidad y alcanzar el nirvana etílico de esa forma camuflada. En la actualidad el Singpore Sling está considerada la bebida más emblemática de Singapur. Conviene rememorar en este punto a uno de los grandes escritores españoles de novela negra, el gran Manolo Vázquez Montalban que tenía una especial querencia a este rincón del mundo. De hecho colapsó en el aeropuerto de Bangkok lo que resulta una muerte no exenta de cierta poesía. Tenía su propia receta del Singapore Sling en la que se triplicaba la ginebra y se quitaba la granadina y la cereza que le parecían de un lirismo excesivo. En “Los Pájaros de Bangkok”, su alter ego, el detective Pepe Carvalho vive una epifanía en el Raffles donde decide dejar la CIA, regresar a su ciudad, Barcelona, y convertirse en detective privado y personaje de memorables novelas.
Pero volvamos al éxito de Singapur. Lo anterior, suele ser la parte que más disfruto de mis artículos en la estela de las palabras de Oscar Wilde que, como dijo todo, no pudo menos que afirmar que podía prescindir de todo salvo de lo superfluo. En fin, que son los datos los que evidencian el triunfo de Singapur.
En la actualidad el PIB per cápita está en torno a los 84,000 Dólares por persona lo que implica que se ha doblado en los últimos 20 años y que ha superado el PIB per cápita de países como España (con cerca de 34.000 Dólares) y de su ex-metrópolis el Reino Unido (dónde el PIB per cápita es de cerca de 50.000 Dólares). Por otro lado, su posicionamiento como centro financiero ha crecido de forma notable en los últimos años. Especialmente en el ámbito de la gestión de grandes patrimonios. En este punto, está experimentado un aumento que lo está acercando al líder en la región que no es otro que la ciudad de Hong Kong. Sobre la sempiterna rivalidad entre ambas ciudades hablaremos al final.
Además, no solamente su sector financiero privado está efervescente. También hay que apuntar a la pujanza y dinamismo de sus empresas públicas. Basta con hacer referencia al colosal fondo soberano de inversión Temasek que ha alcanzado los 287 mil millones de dólares en activos. O GIC (antes conocido por ser el Goverment of Singapore Investment Corporation) cuyos activos están por encima de los 796 mil millones de Dólares.
Por lo tanto, en materia de fondos soberanos, probablemente Singapur estaría posicionado en el número sexto global solamente superado por los dos grandes fondos soberanos chinos y los fondos de los petroestados. Resulta evidente que estas cantidades astronómicas evidencian algo a lo que no estamos acostumbrados en Occidente. Se trata esencialmente de una economía que ahorra más que gasta. Esta situación proporciona a Singapur una enorme fortaleza.

- Francisco Martínez Boluda en el Hotel Raffles.
Sin embargo, Singapur tendrá que enfrentarse a retos relevantes en los próximos años para asegurarse el mantenimiento de su posición privilegiada. En primer lugar los desafíos del cambio climático golpean especialmente a Singapur. En efecto, importa la mayoría de los recursos hídricos que consume y al menos el 20% de su superficie son tierras que se han ganado al mar.
Junto con eso, su economía está basada en un consumo de energía intensivo lo que implica que las emisiones por persona son altas. Todas estas circunstancias colocan a Singapur en una situación de especial vulnerabilidad que la expone a los fenómenos climáticos extremos. En segundo lugar, hay un problema importante con la migración. La población autóctona está envejeciendo a gran velocidad por lo que la solución son no solo mano de obra barata si no también de trabajadores altamente cualificados.
Si a esto se le une las diferencias culturales que tradicionalmente han caracterizado a Singapur (donde han convivido razonablemente bien etnias chinas, malayas e indias), las tensiones sociales se pueden agudizar. Uno de los problemas que resulta de este incremento de población vía migración es (aquí también) el incremento salvaje de los precios de la vivienda. Finalmente, el riesgo más importante, porque no depende de la ciudad estado, es sin duda el geoestratégico.
Hasta ahora ha mantenido un sofisticado equilibrio entre su cercanía a China (en relación con determinados productos como sus semiconductores) y ser a la vez un fiel aliado de los Estados Unidos. Recordemos que es uno de los puertos más importantes de la región por su cercanía al estrecho de Malaca que resulta clave para el control no solo comercial sino también militar de la región. Esta circunstancias conllevan que una ruptura de esta tradicional imparcialidad puede tener unos efectos muy negativos en Singapur ya sea si tiene que decantarse por China o por los Estados Unidos.

- La Bahía de Hong Kong.
Finalmente, una rápida mención que ya hemos anunciado antes a la competencia existente entre Singapur y Hong Kong. A pesar de que a raíz de las protestas de 2019 en Hong Kong se consolidó el control chino con el impacto no solo en los derechos humanos correspondiente si no también en su economía, Hong Kong sigue estando por delante de Singapur esencialmente como plaza financiera. Y eso que no está, como he dicho, en su mejor momento. Las comparaciones son odiosas y quizás más en este caso al tratarse de economías muy diferentes. En pocas palabras, en Hong Kong los chinos aumentan su riqueza y en Singapur la mantienen. Es decir Hong Kong atrae financiación y Singapur gestiona patrimonios.
Los datos son reveladores. En el 2023, el mercado de valores de Hong Kong alcanzo el puesto octavo mundial con 70 nuevas salidas a bolsa consiguiendo una financiación de 6 mil millones de dólares. Sin embargo, Singapur protagonizó solo 7 nuevas salidas a bolsas por una cantidad de 300 millones de dólares. Si nos detenemos en la capitalización bursátil de una y otra plaza, los datos son igualmente elocuentes: por un lado Singapur ha alcanzado los 5,7 trillones de HKD mientras que en Hong Kong asciende a 33,4 Trillones de HKD.
Por lo tanto si bien se puede afirmar que Singapur está viviendo una etapa dorada y que el control total de Hong Kong por parte de China la ha perjudicado, la rivalidad entre ambas economías sigue y es más que posible sostener que en una zona de tanta pujanza como la asiática que hay sitio para ambas ciudades o, como se dice en México, que el sol sale para todos. Eso sí, el Singapore Sling no tiene rival en la coctelería hongkonesa.