En Gandia no se habla de empanadillas sino de pastissets, y además rellenos de ingredientes salados. Los hay de espinacas, sobrasada y queso, tomate y atún, escaldada de guisantes… y así hasta cualquier combinación que se pueda imaginar. Unos bocados que recuerdan a una merienda, un almuerzo o incluso a un tentempié para un viaje. En Gandia varias panaderías elaboran pastissets, pero inmediatamente sale un nombre: Pastissería Tano. Y si antaño tuvieron la firma de Pepe Gomar ‘Tano’ hoy tienen la de Marian, Pepe y Laia, que siguen el recetario de su padre, haciendo presentes aquellos recuerdos. También logran que se coja el coche hasta el hospital San Francesc de Borja para comprarlos o tomarlos en la cafetería, ubicada en la Avinguda de la Medicina, 9, frente al hospital.
Marian, Pepe y Laia, con la ayuda de Quino Borreda y Juan Carlos Martínez, siguen los pasos de su padre, que dejó el delantal de pastelero en 2015. Necesitaron algunos años (julio de 2021) para volver a las raíces y sacar polvo a ese recetario de su padre, cuya pasión por el oficio le llevó a introducir nuevos elementos a la pastelería tradicional y combinar los gustos europeos con las formas y sabores más autóctonos. No solo eso, fue pionero en introducir en Gandia la pastelería salada y, entre otros, le debemos creaciones como los pastissets o las mamelletas, que compiten entre sí por su fama. Quienes prefieran el dulce pensarán en los chocotanos.