VALÈNCIA. Hace un año que el Ayuntamiento de València activaba su plan estrella para construir cerca de 1.000 nuevas viviendas esta legislatura. Un programa pensado para rebajar la tensión en el mercado y aumentar el parque público de alquiler asequible en un momento en el que la crisis habitacional ha disparado la lista municipal de demandantes de vivienda pública. Ahora, 12 meses después, se empiezan a ver los primeros resultados: en este momento hay diferentes proyectos en marcha para 307 unidades, mientras que el consistorio ya ha sumado otros 300 activos a su cartera a través de diferentes mecanismos como la compra directa o la permuta a cambio de obra.
"No renunciamos a las 1.000 viviendas. Queremos presentarnos a las próximas elecciones con un parque público de vivienda que supere las 1.000 unidades y con todo el programa absolutamente en marcha. València avanza y tiene proyecto", subraya el concejal de Urbanismo, y responsable de este programa, Juan Giner, a este diario.
Esta iniciativa, bautizada como 'Plan + Vivienda', se sustenta en cinco pilares: las permutas de suelo por obra; la compra directa de inmuebles a través de mecanismos como el tanteo y retracto; la construcción directa por parte del Ayuntamiento y la empresa pública Aumsa; y la cesión de parcelas a la Entidad Valenciana de Suelo y Vivienda (EVha), dependiente de la Conselleria de Vivienda.
Así, de acuerdo con los datos de Urbanismo, en la pata de construcción directa por parte del consistorio y Aumsa hay en este momento en marcha 307 viviendas. En concreto, la empresa pública está desarrollando 8 viviendas en la calle Soguers, que estarán finalizadas en diciembre de este año; otros tres inmuebles más en Tapinería 22, que es herencia del anterior gobierno de izquierdas; así como 68 unidades en la calle Hortelanes 1, cuya culminación está prevista para octubre de este año. También, ejecuta 90 viviendas en Moreras 21 y otras 75 unidades en la Avenida de los Naranjos 10, que son 75 inmuebles, y estarán finalizados en febrero de 2026.
Por otro lado, Aumsa ha finalizado las obras de 41 pisos en Moreras 10 y va a iniciar el proceso de adjudicación de los mismos. De igual modo, otras 22 unidades en la calle Barraques del Figuero están culminadas y se han destinado a damnificados por la Dana. Posteriormente, el edificio se cederá a la Delegación de Bienestar Social.
Paralelamente, por parte del Servicio de Vivienda del Ayuntamiento de València han arrancado las obras de Músico Chapí (10 inmuebles) y ya se tiene el proyecto redactado de Pintor Sabater 39, que son 59 pisos, para sacarlos a licitación en enero de 2026.
Permuta
Por la vía de la permuta, en los próximos ocho meses, el consistorio sumará el edificio de 86 viviendas de protección pública de Grupo Lobe, que la administración local se quedará a cambio de cuatro suelos que entregó a la compañía para cerca de 400 viviendas en el nuevo sector de Turianova, junto al Hospital La Fe. Este modelo implica que la Administración municipal entrega suelos a promotores y como pago recibe vivienda terminada. Eso sí, previo acuerdo y tasación por valores similares. En ese caso, además, se trataba de cuatro solares que llevaban años parados. Con este intercambio, el consistorio se asegura producto terminado en solares que de otra forma no podría movilizar por falta de recursos y, a su vez, promueve la actividad constructora en la ciudad.

- Catalá y Giner -
- Foto: AYUNTAMIENTO DE VALÈNCIA
Una vía de colaboración público-privada que ha concitado interés en el sector. Tanto es así que otras administraciones como la Generalitat Valenciana también han recurrido a ella. Y el gobierno de Catalá va a repetir experiencia y ya ha sacado a licitación una nueva convocatoria con otras cuatro parcelas: dos en Malilla, concretamente en las calles Marco Miranda y la de Miguel Carceller; y otras dos están en el barrio de Nou Moles, en las calles Brasil y Pilota Valenciana.
El Ayuntamiento entregará estas pastillas, que deberán destinarse a viviendas de protección pública, a cambio de uno o varios edificios residenciales de obra nueva, que no tienen que estar obligatoriamente terminados, pero sí en un estado de tramitación avanzado. Esos inmuebles, cuyo número final dependerá de la oferta vencedora, se incorporarán al patrimonio municipal y se destinarán a alquiler asequible para aquellos vecinos inscritos en la lista de demandantes municipal.
Compra directa
El siguiente eje es la adquisición directa a través de diferentes mecanismos como los derechos de adquisición preferente, es decir, el tanteo y retracto. De hecho, a través de ellos se compró el edificio de 131 viviendas en Safranar, que se destinó temporalmente a los afectados por el incendio de Campanar. También, ha adquirido otro complejo a la Sareb de 8 viviendas en la Torre.
Además, el consistorio comprará el edificio de 134 viviendas en la Torres que iba a adquirir una socimi. De hecho, hace solo unos días que el Pleno del Ayuntamiento aprobó, con los votos a favor del equipo de gobierno (PP y Vox) y con carácter provisional, una modificación presupuestarias que permitirá esta operación, valorada en 9 millones de euros. Una adquisición que impedirá el desalojo de los inquilinos de este edificio y garantizará el acceso a viviendas sociales.
Movilización de nuevo suelo
Aunque la movilización de nuevas bolsas de suelo y la salida de planes urbanísticos pendientes no se incluye en este plan, también se ha actuado en este sentido para movilizar más stock en el mercado. En este sentido, ya están en la casilla de salida dos de los sectores urbanísticos más grandes y que estaban pendientes de desarrollar como son el PAI de Benimaclet y el del Grao. Dos actuaciones que no solo vienen a completar 'agujeros' inconclusos de la ciudad, sino a generar nuevos barrios con dotaciones públicas, zonas verdes y, una de las cuestiones más importantes en estos tiempos de crisis habitacional, más de 4.500 nuevas viviendas de forma conjunta.
Benimaclet ya ha concluido el periodo de exposición pública y se están estudiando las alegaciones presentadas, mientras que hace solo unas semanas que la mercantil Valere Reoco, formada por el grupo empresarial Atitlan junto a sus socios del fondo británico Hayfin Capital, y que concentra la propiedad de la mayoría del suelo del sector, presentó al Ayuntamiento de València su proyecto para urbanizar este enclave limítrofe con la fachada marítima.

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A su vez, la Concejalía de Urbanismo ha diseñado un nuevo sector urbanístico en la pedanía de Benimàmet. Una nueva bolsa de suelo, que contará con una superficie de más de 400.000 metros cuadrados y una edificabilidad total de 460.000 metros cuadrados de techo. De ellos, casi el 80% se dedicará a la construcción de viviendas, con previsión para unas 4.600 unidades, de las cuales un millar serían de protección pública. El proyecto está evaluándose en la Conselleria de Territorio y Medio Ambiente, que es la competente para dar luz verde a la reclasificación de suelo.
Por tanto, el consistorio avanza en su plan para incrementar la oferta de vivienda en el 'Cap i Casal' con vistas a cumplir con su gran reto de legislatura a la vez que proyecta nuevos sectores de expansión de la ciudad para el medio-largo plazo.