VALÈNCIA. La falta de suelo en València es uno de los principales problemas a los que se enfrenta el sector a la hora de desarrollar nuevos proyectos en la ciudad. Una escasez que está recalentando un mercado en el que la demanda no para de crecer, impulsada por el aumento poblacional, principalmente de extranjeros. Esta presión entre oferta y demanda ha tensado los precios de tal forma que actualmente muchas familias tienen casi imposible el acceso a una vivienda. De ahí, la necesidad de dar salida a nuevas bolsas que permitan construir a gran escala para minimizar la emergencia habitacional.
Sin embargo, València tiene poco margen de crecimiento por su ubicación: limítrofe con el mar, la huerta protegida y una zona sur, asolada por la Dana y en donde actualmente la edificación se antoja más difícil por su inundabilidad. También, está el Parque Natural de l'Albufera. De ahí que la expansión pase por los municipios del área metropolitana y su conexión con una eficiente red de transporte y servicios. Así lo cree Alejandro Escribano, arquitecto urbanista y director del vigente Plan General de Ordenación Urbana del 'Cap i Casal' (PGOU) de 1988.
"Pensar que se puede construir más en València es equivocarse. Quedan por acabar operaciones como la del Parque Central o los PAI de Benimaclet o el Grao, que en conjunto suman 8.000 viviendas y se ha acabado", subrayó en una rueda de prensa organizada por Cámara Valencia para presentar un informe sobre el estado de la vivienda en la provincia de Valencia.
Por tanto, remarcó que el 'Cap i Casal' tiene una "limitación objetiva de crecimiento", lo que obliga a mirar más allá y hacer una estrategia a futuro. "Debemos confiar en el área metropolitana, que es el futuro de nuestra ciudad", reivindicó. En este sentido, explicó que las zonas más susceptibles de crecer a nivel residencial son el eje noreste, a su paso por la CV-35, así como el entorno sureste hacia Torrent porque es en estos puntos en los que existen grandes superficies pendientes de ejecutar sin un gran impacto ambiental.

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Así, explicó que crecer hacia el sur es "prácticamente inviable", porque es la zona afectada por la Dana del 29 de octubre y hasta que no se hagan nuevas infraestructuras hidráulicas que garanticen la seguridad no se puede desarrollar nuevo suelo, mientras que tampoco se puede crecer hacia el norte porque está la huerta protegida.
Generar pequeñas ciudades autosuficientes
"Esos son los escenarios en los que podemos tener grandes desarrollos. Es el momento de que Valencia se plantee no crecimientos pequeños de núcleos, sino auténticas pequeñas ciudades nuevas que sean autosuficientes", subrayó para incidir en que urge acometer operaciones de 10.000 viviendas como está sucediendo en Madrid y no optar por sectores de 1.000 unidades, dada la urgencia de generar más hogares ante la crisis habitacional actual.
Por tanto, a su juicio, es "crucial" una estrategia metropolitana, con la promoción de entre 15.000 y 20.000 viviendas a corto plazo acompañada de redes de transporte de alta competitividad y políticas de suelo promovidas desde la Administración con la colaboración público-privada, ya que reducir el coste del suelo es "la clave" para tener viviendas asequibles.