VALÈNCIA. La Comunitat Valenciana tenía en 2024 un total de 68.397 viviendas nuevas sin vender, lo que supone una bajada del 6,5% del stock disponible que había en 2023, lo que evidencia la alta demanda en la plaza valenciana. Un volumen que corresponde en su mayoría a producto construido durante la época del 'boom' inmobiliario y que está ubicado en zonas con baja necesidad residencial, pero en aquellos tiempos de efervescencia cualquier negocio tenía cabida. De ahí que todavía queden resquicios de propiedades sin vender de esos años. Actualmente, cualquier promoción que se lanza al mercado se 'acaba' sobre plano, incluso antes de que el proyecto tenga licencia y arranque su comercialización oficial.
Un ejemplo de la rápida absorción de producto en áreas demandadas es el caso de la ciudad de València. Al cierre del segundo trimestre de 2025, solo había a la venta 95 viviendas, menos del 0,02% del parque residencial, según el último informe de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València (UPV). Esto se debe a la baja producción anual de proyectos en comparación con lo que se promovía hace una década. De hecho, según datos del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, en 2024 se lanzaron al mercado nacional 102.322 unidades, una cifra que mantiene la tendencia de los últimos ejercicios de salida al mercado de entre 100.000-150.000 viviendas anuales frente a las cerca de 600.000 que se llegaron a levantar en la época del 'boom'.
Por tanto, aunque pueda parecer contradictorio que se hable de necesidad de aumentar la oferta de obra nueva en el mercado valenciano, pese a que existen cerca de 69.000 pisos sin vender, lo cierto es que la mayoría están en zonas sin reclamo habitacional y ahora se construye menos, con más análisis del mercado y en zonas con necesidades residenciales para evitar precisamente que se queden esqueletos inacabados en zonas sin demanda.
En cualquier caso, en la Comunitat sigue habiendo más de 68.000 inmuebles nuevos que no consiguen dueño, el 2% del parque valenciano existente, y ese volumen sitúa a la región como la segunda autonomía con mayor existencias alojativas sin vender, solo por detrás de Cataluña, que tiene 83.487, según el 'Informe sobre el stock de vivienda nueva 2024' del Ministerio. A nivel nacional, el pasado año se contabilizaron 455.280 viviendas nuevas sin vender, un 1,7 % más que en 2023 (7.589 unidades), su segundo avance interanual consecutivo desde 2009. Esta cifra representa también un 1,7 % sobre el parque de viviendas existente.

- Trabajador de la construcción -
Con este dato, el producto disponible encadena dos años con crecimientos muy discretos en España, ya que desde el año 2018 se observa una cierta estabilización en este excedente. Prácticamente la mitad de esos inmuebles se concentran en tres comunidades: Cataluña (83.487), Comunitat Valenciana (68.397) y Andalucía (67.547). En el caso de Madrid la cifra se situó en 62.545 unidades. Por otra parte, Navarra, Cantabria y Extremadura tienen stock nulo mientras que, País Vasco, Ceuta y Melilla son las ciudades y comunidades autónomas con menor porcentaje acumulado sobre el total nacional.
No obstante, la autonomía valenciana es una de las que registró una mayor caída en su excedente residencial y, por tanto, logró una mayor absorción del producto, con una rebaja del 7,2% de su stock acumulado. El mayor descenso se produjo en Murcia (8%) y ceró el 'Top 3', el País Vasco (6,5 %). En cambio, los mayores incrementos de viviendas nuevas sin vender con respecto a un año antes se registraron en Madrid (21,5 %), Aragón (5,7 %) y Andalucía (4,8 %).
Baja la disponibilidad en las tres provincias valencianas
Por provincias, el informe refleja que la disponibilidad cayó en las tres provincias de la Comunitat Valenciana, especialmente en Alicante que es, a su vez, la que más producto tiene sin vender. Así, la provincia alicantina registró un acumulado de 27.295 unidades frente a las 30.092 que tenía sin vender en 2023; mientras que Castellón pasó de 23.180 a las 22.646 viviendas y la provincia de Valencia fue la que menor producto tenía de las tres, con 18.456 inmuebles pendientes de dueño frente a las 20.466 que había un año antes.
Y todo ello pese a que la región fue una de las plazas españolas con mayor actividad de obra nueva. Según datos del Ministerio, durante 2024 se construyeron esas 102.000 viviendas en todo el país, provocando que España superara los 27 millones de unidades por primera vez. El mayor volumen de viviendas se registró en Andalucía, con más de 4,7 millones de unidades; Cataluña, con 3,9 millones; Comunitat Valenciana, con 3,3 millones; y la Comunidad de Madrid, con 3 millones.
De este modo, desde que en 2001 arrancó la serie histórica de esta estadística, con 21.033.759 unidades, el parque de viviendas en España ha aumentado casi un 29%. Tres años más tarde, en 2004, el parque de vivienda superó los 22 millones de unidades, mientras que se llegó a los 23,4 millones en 2006; y doce meses después, en 2007, se registraron por primera vez en España 24 millones de viviendas; cifra que superó los 25 millones tres años más tarde. Pese a los rápidos incrementos que se dieron hasta esos años, han pasado doce años hasta que el parque de viviendas superase, en 2023, los 26 millones de unidades; y no ha sido hasta 2024 cuando esta cifra superó los 27 millones de unidades por primera vez.