A Kike Taberner, fotógrafo de esta casa y conductor responsable, siempre le pilla en rojo el semáforo que hay en Guillem de Castro a la altura de Flor de Cynara, la tienda de alimentación de productos extremeños. En el número 58 de la mencionada calle se encuentra el proyecto de Shira de Torres y Javier Vila, ella natural de Cáceres, él de València. “Lo único que hay en la tienda que no es extremeño es él”, bromea Shira. En el interior del establecimiento, que hace chaflán y tiene un escaparate generoso desde el que se perciben una cornucopia de productos porcinos. Aparte de los derivados del cerdo, hay quesos, chacinería de otros animales, dulces, bebidas, nueces y legumbres frescas del año.
Shira y Javier abrieron Flor de Cynara hace tan solo diez meses. “El proyecto surge al darnos cuenta de cuánto gustaban los productos extremeños en València. Cada vez que íbamos a Cáceres, nos veníamos supercargados con encargos de amigos y de compañeros de trabajo. Que si tráeme jamón, que si torta del Casar, que si vino… de todo. Javi estaba un poco quemado de su trabajo, y decidimos que había que dar un cambio radical de vida”. Javier trabajó durante años en empresas multinacionales de seguros. Shira actualmente compagina su trabajo de enfermera con ratos en la tienda.
“También vimos la necesidad de dar a conocer todo el producto extremeño. Extremadura es la gran desconocida a todos los niveles, tanto a nivel gastronómico como turístico. Solo se conoce que está el jamón, pero la gente desconoce que gran parte de la cabaña que hay de porcino de cerdo ibérico en España está en Extremadura. La comunidad es el gran caladero de ibérico”, explica Javier.