El pasado fue el último fin de semana del verano, salvo para la terraza de Sendra. En este restaurante de Les Rotes, Dènia, en el que Kike Parra fue tan feliz comiendo pulpo seco —”La estampa visual de estos octópodos abiertos como un abanico y colgados con una caña de los hilos de tender es toda una declaración de intenciones. La familia Sendra lo sabe y por eso sigue la tradición a rajatabla”— el sol se aferra como los cefalópodos a las rocas o los valencianos al fin de semana.
Luis Sendra y su hijo Jose mantienen una cocina tradicional con casi cincuenta años de edad: pescados de lonja, marisco, pulpo seco y por supuesto, y arroces. A banda, senyoret y paella de marisco desfilan por el gran comedor interior, pero es en la terraza descubierta, la que está pegada a la barandilla a pocos metros del mar, donde se percibe el salitre y la materia prima con menos elaboración: gambas, erizos —en temporada, con los fríos— y tapas marinas clásicas.