VALÈNCIA. Hace ya un año desde que Jesús Carbonell (València, 1968), uno de los fichajes estratégicos de la actual alcaldesa, María José Catalá, aterrizó en la concejalía de Movilidad de València. Doce meses que han servido, según el edil, para preparar las actuaciones del resto del mandato.

Por el momento, grandes proyectos como la peatonalización definitiva de la Plaza del Ayuntamiento siguen en proceso de reevaluación. Otros, como los anunciados por el anterior gobierno de renaturalizar la Avenida del Puerto o Guillem de Castro "nunca existieron". Aunque sí se han concretado algunos: prolongar la Alameda con una avenida hasta el mar, o implementar más carriles en el futuro boulevar García Lorca. Decisiones que buscan, según el concejal, "evitar que se continúen produciendo atascos", teniendo en cuenta que "hay otros proyectos en la ciudad de Valencia que van a reducir los carriles en otras vías".

Sobre la Zona de Bajas Emisiones, que está a punto de aprobarse para que entre en vigor progresivamente hasta 2028, el edil señala que "no es monolítica" y que puede cambiar, pero hoy en día se cumplen con los niveles de contaminación y "hay que ser prudente". A su juicio, con el veto a los vehículos de etiqueta A -con algunas excepciones- "cumplimos tanto a efectos de la reducción de la contaminación como a efectos de garantizar la movilidad de los ciudadanos sin generar limitaciones desproporcionadas".

Sobre estas y otras cuestiones, el edil de Movilidad conversa con Valencia Plaza en su despacho del edificio de Tabacalera.

- ¿Cómo valora estos primeros 12 meses que llevas al frente de la concejalía?
- Muy positivamente. Hemos realizado un buen trabajo, sobre todo de preparación de lo que tienen que ser los restantes tres años. Normalmente cuando llegas a un nuevo puesto, lo primero es analizar la situación y posteriormente ya diseñar lo que pretendes realizar. Y eso es lo que hemos hecho.

- Hay grandes proyectos que han decidido dejar en suspenso o reevaluar. ¿Cuál es el motivo?
- Cualquier gobierno cuando entra aplica sus propias políticas y no asume las del gobierno anterior. Si así fuera no sería necesario cambiar el gobierno y tampoco los ciudadanos habríam votado un cambio.

- Han entrado el año en el que Valencia es capital verde europea y en ese sentido la movilidad es muy importante. ¿En qué proyectos cree que se va a reflejar esta capitalidad verde a nivel de movilidad?
- A nivel de movilidad estamos haciendo muchas cosas. Por un lado, estamos tramitando un plan director para la EMT que va a diseñar el futuro de la red y va acompañado de un plan de inversiones muy importante de 172 millones de euros desde 2024 a 2028. Queremos un transporte público eficiente pero al mismo tiempo sostenible. Y precisamente por ello vamos a hacer un especial esfuerzo inversor en la renovación de la flota y en la electrificación de las cocheras.

Por otro lado tenemos también muchos proyectos en materia de descarbonización, que ha de ser un objetivo para cualquier gobierno. Yo creo que todos estamos de acuerdo: la descarbonización es buena, la contaminación es mala y por tanto en lo que diferimos unos y otros es en los medios para conseguirla. Por un lado, hemos puesto en marcha un convenio con el parking de La Reina para abordar la distribución de última milla y evitar 500 desplazamientos diarios de furgonetas. Por otro lado, estamos renovando los focos semafóricos de toda la ciudad, sustituyendo 9.330 focos halógenos por focos LED que va a suponer un ahorro energético del 80%. Hemos presentado el borrador de zona de bajas emisiones que deberá estar en marcha a lo largo de este ejercicio.

Estamos realizando una labor importante en la sensorización de las plazas de carga y descarga en la ciudad. Durante 2024 se van a sensorizar 2.000 plazas más frente a las 1.300 que ya están. Los ciudadanos podrán comprobar las que están vacías o libres a través de la APP Valencia y también del Geoportal, y por supuesto también la policía local podrá controlar la utilización fraudulenta de las mismas.

En materia de estacionamiento pretendemos incorporar más plazas, bien en las medianas, o bien sustituir plazas de cordón por batería, o bien acondicionar parcelas, que durante este ejercicio se van a acondicionar tres para la utilización de parkings provisionales. También estamos revisando los proyectos de carril bici que se están implementando para evitar la eliminación de las plazas de parking en la medida de lo posible. En materia de aparcamiento estamos realizando un esfuerzo importante. Recientemente se generaron 135 plazas nuevas de parking en la avenida Los Naranjos, otras 35 en Ingeniero Fausto Helio.

- ¿En qué medida la generación de plazas de aparcamiento favorece una movilidad sostenible?
- Porque evitas el tráfico de agitación. Uno de los principales problemas es el tráfico de agitación, dado que una de las problemáticas de la contaminación son precisamente los atascos en las calles. La ausencia de aparcamiento provoca un tráfico de agitación en búsqueda de esas plazas de parking.

- Hablemos de los grandes proyectos, como el de la Plaza del Ayuntamiento. Se está reevaluando, ¿pero a nivel de movilidad y de planta viaria, les gusta? ¿Cree que a ese nivel, el proyecto era adecuado?
- La remodelación de la Plaza del Ayuntamiento no es competencia de movilidad. En todo caso, lo que sí es importante es el acceso del transporte público al centro. Y en la medida en que eso quede garantizado, estaremos conformes con cualquier diseño.

- Cuando el Partido Popular estaba en la oposición, en 2020, presentó un proyecto para la Plaza del Ayuntamiento donde incluso se peatonalizaba el acceso norte y cambiaba el sentido de San Vicente. ¿Se contempla esa vía?
- Estamos abiertos a cualquier consideración. Lo que sí que tenemos claro es que el transporte público ha de llegar al centro. Y, por tanto, analizaremos con Urbanismo cuál es la vía. Nosotros no cerramos puertas a ninguna alternativa.

- El anterior gobierno también anunció un proyecto de reforma de la Avenida del Puerto para hacer un boulevar hasta el mar. ¿Ese proyecto queda descartado totalmente?
- El anterior gobierno hacía muchos anuncios pero no concretaba ninguno. Además de ese, anunció el de Áusias March, el cinturón verde del sur, el boulevar cultural de Guillem de Castro... Había infinidad de propuestas, pero ninguna se concretaba. A la hora de la verdad, no había presupuesto para ninguna, ni tampoco estudios serios, como mucho concursos de ideas. Por tanto, este gobierno lo que no va a hacer es generar expectativas que luego no se vayan a cumplir. Cuando se anuncie un proyecto será porque se vaya efectivamente a realizar. En la medida en que Urbanismo vaya priorizando determinados proyectos, nosotros acompañaremos esas decisiones con las plantas viarias correspondientes.

- Se entiende que todos estos proyectos se quedan paralizados y pueden no llegar a hacerse.
- No es que estén paralizados, es que nunca han existido. De lo que se trata es de ir implementando mejoras en la ciudad y desde luego, ahora mismo, las prioridades son las que son. Por ejemplo, la continuación de la Alameda hasta el mar, en el PAI del Grao, esa es una prioridad absoluta de la actual corporación, u otros proyectos que serán necesarios acometer, como por ejemplo el boulevard de Federico García Lorca.

- Precisamente han recibido críticas tanto el PAI del Grao como el boulevard García Lorca por la intención de abrir carriles para coches donde ahora mismo no existen. ¿Qué sentido tiene caminar hacia una movilidad donde el coche tenga más espacio que ahora no tenía?
- Hay que partir de una circunstancia que tenemos en la ciudad de Valencia, y es que hay atascos. Y, por tanto, debemos evitar que se continúen produciendo y, sobre todo, teniendo en cuenta que hay otros proyectos en la ciudad de Valencia que van a reducir los carriles en otras vías. Por tanto, hay que tener una visión de conjunto.

- La oposición también ha criticado la recuperación del carril de vehículo privado en la calle Colón por el aumento del tráfico y usted recordó la reducción en otras vías del centro como consecuencia. 
- Y también se ha reducido la congestión en la propia calle Colón. Es evidente que lo que se ha producido es una redistribución del tráfico en el centro. Entendemos que la redistribución actual es mejor que la que había, porque había más atascos antes que ahora.  Y, sobre todo, porque se aprovecha la existencia de una vía, que es la calle Colón, que tiene el carácter de Ronda, de acuerdo con el PMUS. Eso no se puede olvidar.

- Respecto al túnel de Pérez Galdós, se mantendrá finalmente.
- Sí, la historia de Pérez Galdós es la crónica de una chapuza. Lo que hizo la anterior corporación con Pérez Galdós fue un concurso de ideas en mayo de 2021 y hasta julio de 2023 no hizo nada más. Durante un año y medio no se hizo ningún estudio de ningún tipo. Cuando llega la actual corporación, lo primero que hace es un estudio de movilidad con una simulación a través de herramientas tecnológicas paracomprobar cuáles serían los resultados en el tráfico de la ciudad como consecuencia de la implementación de la idea ganadora del concurso de ideas. Y lo que nos proporciona ese estudio es dramático, porque la congestión de la vía pasa a ser de nivel F, que es el peor de todos. Eso significa que para cruzar un determinado semáforo hay que esperar dos fases semafóricas.

 Lo que hicimos fue proponer una medida alternativa que contemplaba suprimir el túnel de Pérez Galdós pero no eliminar tantos carriles de vehículo privado como se corresponde. Luego la realidad nos ha demostrado que eso no es posible. Porque ha habido un estudio por parte de la empresa adjudicataria del proyecto que, tras solicitar ayuda de la Universidad Politécnica de Valencia, ha podido determinar que la situación de ese túnel es muy complicada. Y que eliminarlo requeriría o bien realizar estudios durante un plazo de nueve meses para luego poder determinar el presupuesto de la adecuación del firme, o bien llevar a cabo una actuación muy específica mediante una estructura aislada que suponía 24 meses de ejecución y en torno a unos 10 millones de euros adicionales. Por tanto, no se podía cumplir ni con el presupuesto que se había presentado a Europa, ni tampoco con los plazos.  Esa es la realidad del túnel de Pérez Galdós. Por tanto, hemos tenido que prescindir de su eliminación, por lo menos temporalmente.