Que si Cañadío, que si Zuberoa, que si Fismuler o que si Carbón Negro... España vive una curiosísima obsesión con la tarta de queso (ni un restaurante 'foodie' sin la suya) y la búsqueda sin cuartel de la mejor tarta cremosa de mascarpone  —que para mí es la de Estimar de Rafa Zafra, todo sea dicho.

Pues bien, ojo con la que tenemos aquí al ladito en Askua (muy parecida a la de Paco Quirós de Cañadío, buen amigo de Gadea) porque es babosita, crujiente en el canto y sin tonterías como la mermelada de arándanos o el chorretón de chocolate: amigos hosteleros, ¡dejen en paz a la tarta de queso! ¡Es un sacrilegio combinarla! Le pregunto a Ricardo cuál es el secreto: “sabrosura”. Ole tus narices. Y en fin, que la receta es tal que así:

-500 de mascarpone
-500 queso para untar
-300 azúcar
-7 huevos
-27 minutos a 178º

Y es maravillosa.