VALÈNCIA. Mónica Duart lidera Dormitienda con una visión clara: el descanso del siglo XXI debe ser sostenible, inclusivo y saludable. Galardonada en Alicante por su trayectoria empresarial, la CEO ha transformado una firma familiar en un referente nacional con más de 100 tiendas. En esta entrevista repasa su apuesta por la innovación responsable, el impacto social a través de la Fundación Mónica Duart y el papel clave del descanso en la salud de las personas.
Recientemente has recibido un reconocimiento de la Asociación Relaciones Empresariales del Mediterráneo (REM), de Alicante, por tu trayectoria profesional ¿Qué significa este premio para ti?
Recibir este premio es un enorme honor. Cuando una asociación como REM, que reconoce desde 2007 el trabajo y función de las empresarias de la Comunitat Valenciana, distingue tu trayectoria, te das cuenta de que lo que empezaste hace años desde la intuición, el esfuerzo y la visión tiene hoy un impacto real. Para mí es también un reconocimiento colectivo, porque Dormitienda es una empresa en la que trabajan cientos de personas alineadas con una misma cultura: generar valor desde el descanso y el compromiso social.
Dormitienda ha pasado de ser una empresa local y tradicional a convertirse, con ms que cumplen criterios éticos ydesde etonces,rectamente, ás de 100 tiendas, en un referente nacional del sector del descanso e innovación ¿Cómo ha sido esa transición?
Ha sido una evolución natural, aunque no exenta de retos. Dormitienda nació hace más de 30 años como empresa familiar y, desde entonces, siempre hemos apostado por la calidad del producto y la cercanía al cliente. Ahora, desde hace tres años, tras la compra del negocio al grupo familiar, entendí que debía aportar más valor, tanto desde la Fundación Mónica Duart como internamente a través de nuevos valores, de una nueva cultura corporativa para que nuestros colchones y nuestras políticas fueran sostenibles, que el bienestar que promovemos no se limitara al sueño, sino también al entorno y a la sociedad. Incorporamos una nueva cultura corporativa basada en valores claros: confianza, salud, innovación, responsabilidad social y proximidad. Y esa transformación, que afecta tanto a los procesos productivos, con especial hincapié en una cadena de valor responsable, como a la manera en que nos relacionamos internamente y externamente, ha sido clave para estar donde estamos hoy.
¿Cómo definirías esa nueva cultura corporativa de Dormitienda?
La definiría como una cultura comprometida, humana y valiente. Nos hemos atrevido a redefinir qué significa descansar bien en el siglo XXI. Ya no se trata solo de dormir sobre un buen colchón, sino de hacerlo con la tranquilidad de que estás contribuyendo a un modelo social más justo, más comprometido y más inclusivo. Internamente fomentamos la diversidad, la formación continua, el liderazgo femenino y la conciliación. Creemos que una empresa saludable nace de un equipo que se siente valorado y escuchado. Y eso se nota en cada decisión estratégica que tomamos.
La sostenibilidad es uno de los ejes clave en vuestro plan director ¿En qué se concreta esa apuesta?
Nuestra estrategia de sostenibilidad se articula en torno a varios ejes: cambio climático y huella de carbono, economía circular, proveedores responsables, plantilla bien formada y, sobre todo, salud en el descanso. En la práctica, esto significa utilizar materiales reciclados y reciclables en nuestros productos, minimizar el uso de plásticos en el packaging, colaborar con proveedores locales que cumplen criterios éticos, trabajar con expertos científicos en descanso y compensar nuestra huella de carbono. Pero también significa educar al cliente, ofrecerle información transparente sobre lo que compra e implicarle en el cambio.

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- Foto: DORMITIENDA
¿Qué papel juega la Fundación Mónica Duart en todo esto?
La Fundación es el alma social de Dormitienda. Nació para mejorar el descanso a través de la investigación, formación y divulgación y ahora también es un canal para articular nuestras acciones de impacto social más allá del producto. Trabajamos en proyectos que promueven el descanso digno como un derecho, colaboramos con asociaciones que trabajan con personas en situación de vulnerabilidad e impulsamos programas educativos sobre la importancia del sueño para la salud física y mental. Dormir bien no puede ser un privilegio. Por eso decimos que la Fundación Mónica Duart es la parte más empática y transformadora de nuestra marca Dormitienda.
¿Cómo conviven la marca Dormitienda, la Fundación Mónica Duart y tu figura como CEO?
Cada una tiene su papel, pero están perfectamente alineadas. Dormitienda es la marca principal, la que tiene la responsabilidad empresarial. La Fundación es la voz del compromiso social. Y mi papel como CEO es tejer esa convivencia, conectar la estrategia con el propósito. No se trata de personalismos, sino de coherencia. Todo lo que hacemos debe tener sentido, debe responder a una visión compartida. Y esa visión es clara: transformar el descanso en una experiencia sostenible, inclusiva y saludable.
¿Cuál es el próximo reto de Dormitienda?
Seguir creciendo sin perder nuestra esencia. Estamos en un momento de expansión, tanto a nivel nacional como internacional, pero queremos hacerlo manteniendo los mismos estándares éticos y de sostenibilidad. También vamos a reforzar nuestra inversión en I+D para seguir innovando en materiales, confort y tecnología del sueño. Y por supuesto, queremos seguir siendo una empresa que escucha, que colabora y que actúa con propósito. Por otro lado, hemos apostado por la integración vertical con una fábrica propia en Alginet. Esto nos permite posicionarnos con una excelente relación calidad precio.