VALÈNCIA. “Cuando se produce una situación de inseguridad, como la Dana, te das cuenta de quién está a tu lado y quién se espera a ver qué va a pasar”. Miguel Selvi, gerente y segunda generación al frente de Gráficas Selvi, se pronuncia así de rotundo para resaltar los apoyos que ha recibido estos meses, desde el fatídico 29 de octubre: familia, empleados, amigos, otras empresas del sector de toda España y BBVA. Y para él ese respaldo fue un alivio, porque la Dana llegó y arrasó con todo en el momento más crítico para la empresa, ya que una de sus principales líneas de actividad es la fabricación de calendarios publicitarios y, en esas fechas, tenían los almacenes abarrotados. “Nosotros fabricamos varios millones de calendarios durante el año y la época de mayor salida son los meses de noviembre y diciembre. Absolutamente todo el material se perdió, alrededor de un millón o un millón y medio de euros a la basura”, se lamenta Miguel Selvi.

Pero, pasados esos primeros momentos de estupor y de pesadumbre, “ese primer impacto cuando lo ves todo totalmente destrozado, el trabajo de tantos años, te saltan las lágrimas y te cae el mundo a los pies”, Miguel Selvi se recompuso rápidamente: “mi reacción fue girarme a mi hermana, mis hijos y mis empleados, poner mi mejor sonrisa y decir: ‘Estamos todos bien; esto lo levantamos, pero con más fuerza. Vamos a empezar a trabajar ya y a pensar qué pasos vamos a dar y en qué orden para poner esto en marcha lo antes posible’”.

Y, en ese momento, recibieron varias llamadas que les dieron el impulso necesario para empezar a tomar las primeras decisiones. Por un lado, la de Sandra García Plaza, gestora de empresas de BBVA en Valencia Sur. “Decidí llamarles para ver cómo estaban y cómo podíamos ayudarles. El hijo de Miguel, César, me contó que habían sufrido bastantes daños, sobre todo en maquinaria y que sí que les vendría bien nuestra ayuda. Así que, al día siguiente, mi jefa y yo nos pusimos las botas y nos vinimos; y ahí fue cuando conocí a Miguel. Nos enamoró su saber hacer, la historia de la empresa, su trayectoria…, y decidimos que teníamos que estar ahí, a su lado. Y rápidamente nos pusimos a colaborar y a intermediar con todos los departamentos del banco para darle una solución rápida”, explica Sandra García.

El apoyo de BBVA y de ImpriClub

Una de las primeras medidas que se les ofreció, al igual que a todos los clientes de BBVA, tanto empresas como familias, fue la moratoria del pago de préstamos para aliviar la carga financiera. Además, en el caso concreto de Gráficas Selvi les ayudaron para solicitar la Línea de Avales ICO DANA, promovida por el Ministerio de Economía y el propio Instituto de Crédito Oficial (ICO), ya que la entidad fue uno de los primeros bancos en adherirse a ella. “Era fundamental, para que pudieran recuperar su capacidad productiva, reponer maquinaria, comprar existencias o algo tan simple como recuperar la facturación de todo ese tiempo que tiene que estar cerrada”, apunta la gestora de empresas de BBVA en Valencia Sur. Un voto de confianza que Miguel Selvi agradece: “Saber que van a colaborar contigo para poder solucionar todos los problemas financieros nos ha permitido anticipar mucho el reinicio de la actividad y actuar sin preocuparnos por la tesorería, porque es un problema que, con ese respaldo, sabemos que se resolverá”, destaca el gerente de Gráficas Selvi.

A ello se suman otras medidas como la ayuda en la tramitación ágil de seguros o el despliegue de oficinas móviles en las zonas más afectadas, “fuimos de los primeros en llegar en nuestra zona; era muy importante que los clientes pudieran, por ejemplo, acceder a un cajero porque muchas oficinas estaban destrozadas; también era necesario estar para recogerles la documentación de las de las distintas ayudas que tenían que tramitar”.

Además, BBVA se ha unido a la Generalitat para facilitar el acceso a las ayudas por la Dana y ha puesto a disposición de la Generalitat Valenciana, de forma gratuita durante un año, su servicio de verificación de titularidad de cuentas bancarias vía API para que pueda repartir las ayudas a los afectados por la Dana de manera más ágil, reduciendo los riesgos de fraude. También inició una campaña de donaciones a través de Bizum junto a Cruz Roja, con la que ya se han recaudado más de siete millones y medio de euros, a los que BBVA sumó una donación adicional de cuatro millones.

• Miguel Selvi con la primera imprenta de Gráficas Selvi. 

A la llamada de Sandra García Plaza se sumaron las de las empresas que forman parte de ImpriClub, un grupo de 42 compañías de toda España del sector de las artes gráficas, que comparten sinergias, información, actúan como central de compras, trabajan conjuntamente en distintos proyectos, como el desarrollo de un software específico para el sector, “ImpriClub es como una familia y para nosotros la colaboración es clave. Por eso la reacción de todos ellos cuando conocieron lo ocurrido, evidentemente fue volcarse y decir: ‘Lo que necesites, estamos a tu disposición’. Así, prácticamente a los dos días de la Dana, pude estar distribuyéndoles trabajos y sacar adelante los pedidos que tenía pendientes. E incluso ahora, que todavía no estoy en activo, aunque ya queda poco para empezar, puedo dar un buen servicio a mis clientes gracias a mis socios de ImpriClub”, afirma Miguel Selvi.

Empezar de nuevo

Una vez asegurada tanto la financiación como el compromiso con los clientes, llegó el momento de empezar la reconstrucción de Gráficas Selvi. Una reconstrucción desde cero, porque la Dana no solo se llevó gran parte de los pedidos, también el 100% de la maquinaria, así como muchas puertas y estructuras de las cuatro naves que conforman la empresa. En total, unas pérdidas estimadas en 6 millones de euros. Así que lo que han decidido es rediseñar la empresa: “A lo largo de los años, la empresa ha ido creciendo, empezamos con 600 metros cuadrados de local y en la actualidad son 4.000. Y, en cada momento, hemos ido adaptando la instalación de máquinas a donde podíamos, no donde queríamos o donde fuera más eficiente. Ahora, al tener que reinstalar todo, hemos aprovechado para reorganizar e implantar un diseño totalmente novedoso, que va a mejorar mucho la operativa del día a día”, comenta Miguel Selvi, quien también destaca que han aprovechado para mejorar los sistemas de seguridad para evitar futuras inundaciones (la empresa está junto al barranco de Beniparrell) y también para “instalar máquinas más modernas, más automáticas y con lo último en tecnología que existe en el mundo de las artes gráficas”.

Y en ese replanteamiento de la empresa les va a acompañar BBVA, “queremos ser su partner para todo lo que nos puedan necesitar ahora y en el futuro”, afirma Sandra García Plaza que resalta la importancia de apoyar a las empresas para que salgan lo mejor y más rápido posible de la catástrofe del 29 de octubre.

Ese es el objetivo de Miguel Selvi: recuperar la posición en la que se encontraban antes de la Dana, “llevamos una proyección muy buena, gracias al trabajo de mis hijos, mi hermana y de toda la plantilla. De hecho, a pesar de las consecuencias de la Dana, en 2024 hemos igualado la facturación del año anterior”. Y es que Gráficas Selvi es un referente en el sector de las artes gráficas en España y todo un emblema en el polígono de Beniparrell, ya que el padre de Miguel Selvi fue uno de los pioneros de la actividad industrial en la zona en 1975. De hecho, la calle donde está ubicada Gráficas Selvi lleva su nombre, como reconocimiento. “Mi padre nos inculcó una cultura sobre la empresa y el negocio, nos hizo valorar y respetar el sacrificio y esfuerzo que había realizado y es algo que también he trasladado a mis dos hijos, que ya están trabajando aquí y que van a tomar el testigo en los próximos años”.

Ese es el segundo objetivo de Miguel Selvi, dejar reconstruida y recuperada la empresa para hacer efectivo un relevo generacional que lleva preparando desde hace tiempo, “no quiero desaparecer totalmente de la empresa, pero sí que dejarles a mis hijos todo el poder de decisión sobre el día a día”. Un día a día en el que continuarán abiertos a todas las posibilidades que aparezcan de la mano de la inteligencia artificial, la venta online o nuevas líneas de negocio, para que lo que nació hace 65 años como una imprenta de ciudad vuelva a liderar el sector a nivel nacional.